LOS EFECTOS EN LA VISIÓN DE TESTIGOS OVNI EN ARGENTINA EN RELACIÓN A LA DISTANCIA – Por Carlos Ferguson

“Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? … Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió”. (Hch. 22.6-16; 26.12-18)

“De la gran variedad de observaciones y manifestaciones que conforman el fenómeno Ovni, creo que aquellos casos donde se han documentado secuelas médicas son los que pueden proporcionarnos más avances, mucho más que las espectaculares abducciones que adolecen de cierto sesgo sensacionalista. Documentar los efectos fisiológicos, lesiones y heridas asociados al fenómeno OVNI ha sido mi objetivo principal” (Dr.Jacques Vallée)

NOTA: Los datos que los lectores verán en este artículo, al igual de los trabajos que he publicado recientemente sobre efectos electromagnéticos, la ley horaria, los efectos en la visión, los efectos de sonido, los efectos cutáneos y de parálisis, no son producto de opiniones personales o hipótesis. Por el contrario, son datos crudos del más significativo y mayor catálogo a la fecha en Argentina, sobre “Aterrizajes”, que comprende el estudio desde 1947, totalmente clasificado bajo parámetros internacionales, con más de 30 años de dedicación. No existe otro catálogo similar en Argentina. Sus fuentes de procedencia son globales y totales. Los que ofrezcan versiones distintas al mismo, al menos deberán contar con un estudio similar para confrontarlo. Mientras ello no ocurra, esta información es la que emerge REALMENTE de la información total de nuestro país, contrarrestando datos apresurados, teorías alocadas, o “récords” inexistentes.

INTRODUCCIÓN

Continuando con los trabajos sobre efectos fisiológicos a testigos Ovni en Argentina, y sumados a los ya publicados sobre PARALISIS (CITA 1) y EFECTOS CUTÁNEOS (quemaduras y biopsias preferentemente) (CITA 2), presento hoy este sobre los efectos en la visión.

Lo importante – como en todos los trabajos que estoy realizando al respecto – es analizar el factor DISTANCIA en relación a esos efectos.

“El ojo humano funciona de forma similar a una cámara fotográfica, aunque con una definición mucho mayor. El proceso de visión comienza cuando la luz se refleja en los objetos y entra a través de la pupila hasta la retina, donde se transforma en impulsos eléctricos. Para que podamos ver el mundo que nos rodea, el funcionamiento del ojo se basa en la refracción de la luz”. (CITA 3)

Todo esto en un órgano que ocupa menos del 2 % de toda la superficie de nuestro cuerpo.

Cuando hablamos de efectos en la visión de los testigos OVNI, nos estamos refiriendo a algunos muy concretos, que tienen analogía con los que producen los rayos ultravioleta en exceso.

Éstos pueden ser desde visión borrosa, irritación y enrojecimiento de ojos, desgarro, pérdida temporal de la visión y, en algunos casos, hasta la ceguera.

En las descripciones de testigos, nos encontramos con algunas muy concretas sobre el tema de la visión.

Hablamos de la tremenda potencia lumínica en muchos eventos.

Los testigos refieren: “Todo se hizo de día” – “La luz iluminaba todo”

También, se pueden encontrar descripciones de haces de luz compactos.

Paul Hill (1909 – 1990), era un científico muy respetado de la NASA cuando, a principios de la década de 1950, tuvo un avistamiento de ovnis.

Pero en su ámbito de trabajo, la política oficial le impidió proclamar sus hallazgos. «Estaba destinado», dice Hill, «a permanecer tan anónimo como los objetos voladores».

Durante los siguientes veinticinco años, Hill recopiló y analizó informes de avistamientos en busca de propiedades físicas, posibilidades de propulsión, dinámica, etc.

Después de retirarse de la NASA, Hill finalmente completó su notable análisis y publicó su libro “Objetos voladores no convencionales: un análisis científico”.

En una cita, Hill señala que.

«Algunos haces luminosos pueden ser armas, teniendo como propósito la proyección de calor, la interrupción de equipos eléctricos y electrónicos, e incluso la parálisis temporal de individuos”.

Y agrega:

“La radiación generalizada de alta energía de los Ovnis afecta la atmósfera alrededor de la nave para formar un gas ionizado brillante o una cubierta de plasma cuyo componente de nitrógeno irradia fuertemente en la frecuencia ultravioleta. Esta radiación ultravioleta de color azulado explicaría el dolor en los ojos y las quemaduras solares que experimentan algunos testigos de ovnis incluso de noche y, si los haces de luz también hacen que el nitrógeno emita fluorescencia, las personas golpeadas por ellos podrían sufrir síntomas similares”. (CITA 4)

Arriba, el excelente libro “Objetos voladores no convencionales: un análisis científico”, del Dr.Paul Hill (abajo, foto: NASA), donde resume las características principales del fenómeno y los efectos que éste genera.

EJEMPLOS UFOLOGICOS DE EFECTOS EN LA VISIÓN

Un ejemplo típico de efectos en la visión en Argentina puede ser el ocurrido en julio de 1965 en Rosario (SANTA FE).

Siendo las 2 de la madrugada, el Sr.José Battagliero (ex jugador de fútbol de Independiente, domiciliado en San Martín 4958) se dirigía a los fondos de su vivienda (hacia donde se encontraban unos animales domésticos), cuando pudo observar un OVNI con forma de disco volador. Esto fue corroborado por otros vecinos y la esposa del deportista, mientras el objeto lanzaba fuertes destellos.

Battagliero subió a su camioneta y se dirigió a buscar a la Policía (seccional 17), y un Inspector de apellido Minitti lo acompaño a su domicilio, pudiendo constatar al extraño fenómeno ya alejándose. Luego del hecho, Battagliero tuvo problemas de visión, debido a los destellos emitidos por el aparato. (Fin de la cita)

Como todos los efectos fisiológicos, éste es uno de lo que genera más desasosiego en los testigos.

Muchos de ellos confirman que no desearían vivir la experiencia nuevamente.

Esto contrasta totalmente con la opinión de detractores de turno, que sostienen que estos testigos estaban esperando “ver un platillo extraterrestre”. Tal especulación es fruto de su ignorancia sobre estos temas y de nunca haber encuestado a testigos.

El ex jugador de fútbol José Battagliero, quien en julio de 1965 fue uno de los varios testigos que vieron un OVNI con forma de disco volador en Rosario. Después del hecho, Battagliero subió a su camioneta y se dirigió a buscar a la Policía (seccional 17), y los agentes pudieron corroborar el hecho, viendo que el objeto se alejaba. El ex jugador tuvo luego problemas de visión, debido a los destellos emitidos por el aparato. (Fotos archivo C.Ferguson)

LOS EFECTOS VARIADOS

Los efectos en la visión son variados. Algunos de ellos son momentáneos y leves (los encandilamientos).

Luego tenemos los enceguecimientos. Aquí los tenemos de dos tipos, los breves (que culminan apenas los testigos dejan de ver al Ovni), o los que continúan más tiempo.

También tenemos las irritaciones oculares, acompañadas de expresiones que utilizan los testigos: lagrimeos, ardores, etc.

Contamos con 91 eventos bien clasificados de efectos en la visión en testigos de Argentina, desde 1947 a la fecha.

De ellos, en 20 casos (un 22 %), quedan secuelas parciales.

Y unos pocos casos (5 en total), es donde tenemos declaradas las secuelas que nunca cesaron y que afectaron de por vida a los testigos. Más adelante los detallaremos.

En los casos más extremos nos encontramos con una fuente de luz de gran intensidad, que puede producir lesiones en la córnea que generan la angustia en los testigos.

En Argentina tenemos 91 eventos con efectos en la visión, la mayoría temporales, y algunos de ellos, definitivos. En la imagen se ven los porcentajes correspondientes a testigos enceguecidos, con ojos irritados o encandilamientos. (Imagen: archivo C.Ferguson)

ALGUNOS CASOS EJEMPLIFICATIVOS

No es motivo de este artículo ahondar en todos los casos, pero podemos ver algunos ejemplos. Todo el resto está condensado en los más de 2.000 casos de aterrizajes que he publicado en mi libro “Aterrizajes de Ovnis en Argentina” (hoy agotado).

Pero me abocaré a algunos ejemplos sintetizados:

El 21 de septiembre de 1965 ocurre un hecho significativo en la ciudad de Villa Characato (CORDOBA).

A las 19 horas, Marta Vaudagna (Directora de la Escuela nro 360) y 4 alumnas, pudieron observar la presencia de un OVNI sobre los montes cercanos, que despedía luces blancas, verdes y rojas.

Estuvo a 300 metros, se detuvo y permaneció varios minutos hasta que despidió una luz potente y se alejó a gran velocidad.

A los pocos segundos, los testigos comenzaron a sentir una irritación en los ojos que comenzaron a inflamarse notablemente.

Las alumnas eran Graciela Suárez, Marcela Manson y René Vázquez (de 11, 13 y 8 años de edad respectivamente), y hubo más testigos. La pequeña usina de Villa Characato tuvo problemas a la misma hora en que el fenómeno se presentó.

El oficial de policía Hugo René González, intervino en el caso y comprobó las extrañas lesiones denunciadas.

En la localidad de Bialet Massé (distante a 35 kilómetros), la jubilada docente Cristina Rodriguez también observó el fenómeno a la misma hora, y sufrió los efectos en su vista. Declaró:

“Primero escuché un ronroneo en el cielo, y junto a otras personas vimos aparecer el objeto esférico que avanzaba lentamente con luces verdes y rojas. Lo seguí por un minuto hasta que se alejo, y luego comencé a tener un derrame sanguíneo en los ojos, y perdí temporariamente la vista”.

Nota: Nos preguntamos como algún detractor puede intentar explicar este caso como meteoro, u otra “explicación” convencional, donde tenemos un objeto ante varios testigos, que desciende unos minutos, y vuelve a ascender, dejando semejante secuela en varias personas, las que fueron corroboradas por el personal policial.

Es llamativa la distancia de 300 metros y el efecto producido.

El que sí fue “explicado” como “meteoro” fue el hecho ocurrido el 22 de enero de 1985 en la ciudad de La Plata.

En esa oportunidad, y siendo las 22 horas, residentes de Tolosa observaron las evoluciones de un OVNI esférico luminoso incandescente que realizaba círculos y que se alejó con fuerte zumbido hacia el Sur. Se desplazaba a baja altura y hubo efectos de ardor en los ojos de los testigos.

La pequeña hija de la testigo principal (de 12 años de edad) sufrió los efectos de ardor en la vista. Otra testigo de apellido Méndez (de 21 años de edad) lo vio alejarse como un punto de luz rojizo en ascenso.

El diario “El Día” consultó a fuentes del Observatorio Astronómico, quienes afirmaron que se trató de un “aerolito rozando con la atmósfera”, lo que fue negado terminantemente por los observadores, ya que el cuerpo realizó algunas maniobras antes de alejarse (el Observatorio de La Plata nos tiene acostumbrados a intentar “explicar” los casos mediante cualquier explicación, o incluso fraguar alguna foto por parte de alguno de sus titulares, con el fin de demostrar lo fácil que es armar un caso).

El caso de Tolosa, del 22 de enero de 1985, reseñado por el diario «El Día» de La Plata

Otro suceso interesante de mencionar, es el ocurrido en la década del 70 en la ciudad de Mercedes (Provincia de Buenos Aires), facilitado por el colega Alberto Brunetti.

Allí, la Sra.Isabel M.G. salía de su finca hacia el exterior para buscar enseres domésticos, cuando de repente observó hacia su izquierda una potente luz destellante. Pensaba que podía tratarse de algún fenómeno estelar, pero su sorpresa fue grande cuando desde aquella luminosidad apareció una esfera de unos 3 metros de diámetro a sólo 10 metros sobre el campo. Tenía diversos colores y se acercaba a su posición.

Casi enceguecida y paralizada llego a ver cómo esa potente luz pasaba sobre su cabeza, notando en la parte inferior una especie de “lente fotográfica” que se abría y cerraba.

El agua de la jarra que la mujer portaba se evaporó inmediatamente. Asimismo, percibió un ruido de sus pendientes de oro, que volaron a 5 metros de su posición.

Con mucho estupor la mujer alcanzó a ingresar en su vivienda, para contarle lo sucedido a un pariente. Inmediatamente la llevaron a un médico para ser atendida, que le diagnosticó eritemas en los brazos y enceguecimiento.

Unos gatos de la mujer desaparecieron y otros murieron a las pocas horas. Una fuerza de seguridad investigó el caso y se llevó los pendientes, notificando a la mujer que se los devolverían, lo que nunca ocurrió. Es un caso con efecto combinado.

El caso del 21 de septiembre de 1965 en Villa Characato (CORDOBA), es un claro ejemplo de efectos en la vista de los testigos. Alumnas de la escuela 360 (izquierda) y la Directora de la escuela, Marta Vaudagna, sufrieron en carne propia los efectos, por parte de un OVNI que despedía potentes luces. Estaba a 300 metros de distancia, y luego de permanecer varios minutos, se alejó a gran velocidad. A los pocos segundos, los testigos comenzaron a sentir una irritación en los ojos que comenzaron a inflamarse notablemente. La Policía corroboró las lesiones y hubo muchos más testigos. (Fotos: Archivo Carlos Ferguson)

ATENCIÓN MÉDICA

De los 91 casos de efectos en visión, tenemos 19 donde los testigos han manifestado haber sido atendidos por especialistas (un 21 %).

De los restantes, se desprende que:

A – O bien no está detallado en el informe o…

B – Jamás fueron atendidos por profesionales, quizá por temor al ridículo.

De los casos de atención médica, nos encontramos con unos hechos interesantes:

En un suceso ocurrido en Santa Fe en 1968, un médico que atiende al testigo que tuvo problemas en la visión, así como parálisis y sin habla momentánea, le recomienda “olvidar lo que vio y consultar con algún especialista” (SIC) 

En otro suceso ocurrido en Tucumán en 1978, el médico interviniente señala (entre otros diagnósticos), una especie de “conjuntivitis pálidas”.

En otro caso excelentemente investigado por Oscar Alemanno, del 19 de junio de 1980 (Barrancas, Santa Fe), el médico que atendió al testigo Damico, (el clínico William Martellotto), determinó una: “irritación en los ojos, similar a la producida por una soldadura eléctrica” (CITA 5)

El caso Barrancas (19 de junio de 1980), muestra que la irritación en los ojos de los testigos no sólo proviene de los OVNI sino también de las entidades. Caso de gran similitud con el ocurrido en Villa Santina (ITALIA) al pintor Johannis, el 14 de agosto de 1947. (Dibujo e investigación: Oscar Alemanno)

SECUELAS PROLONGADAS O DEFINITIVAS

Más dramáticos son unos pocos eventos donde los testigos tuvieron secuelas prolongadas o definitivas.

Hablamos de:

1 caso de quemazón ocular importante

2 casos de pérdida del 40 % de visión

2 casos de pérdida de visión de un ojo

Los casos de pérdida del 40 % (ambos la misma proporción), fueron los ocurridos el 19 de octubre de 1978 en San Miguel de Tucumán (TUCUMÁN) y el del 16 de octubre de 1992 en Victoria (ENTRE RIOS).

El caso del testigo Morassi en Arequito (21 de junio de 1980) es otro ejemplo de efecto en la visión. El informe médico dice que tuvo una afección por una fuente lumínica. (Foto: Luis Reinoso)

LOS EFECTOS EN LA VISION EN RELACIÓN A LA DISTANCIA

Como en otros trabajos sobre efectos fisiológicos, mi interés era detallar (por primera vez en Argentina), cómo se presentan atendiendo al factor distancia del observador.

Ya lo hice con las Parálisis y con los efectos cutáneos.

En la evaluación de datos de afectación visual encontramos algunos casos donde aún en distancias amplias, hubo efectos considerables.

Tal lo ocurrido el 7 de enero de 1978 en las márgenes del Rio Uruguay, cuando a las 03.45 horas, algunos testigos observaron un OVNI oval de luz blanco azulada durante 10 minutos, que les generó un ardor en la vista. La distancia estimada de la visualización fue de 6.000 metros.

El Ingeniero Mc Campbell menciona un suceso similar en Baden, Pensilvania (EE.UU), el 13 de agosto de 1965.

Allí el testigo de 37 años acababa de meter su coche en el garaje cuando vio un objeto de unos 100 m de diámetro y en forma de disco, que pasó volando. Tenía luces anaranjadas, y una más potente posterior de color azul.

Cuando el objeto se encontraba a unos 700 m de distancia, todas las luces desaparecieron. Esto fue seguido por una especie de «onda de choque», y las hojas de los árboles se agitaron. El testigo entró en su casa y avisó por teléfono al Ministerio del Aire.

Veinte minutos después su visión se hizo borrosa y los ojos empezaron a dolerle. Fue perdiendo gradualmente la vista en ambos ojos y todo su cuerpo parecía «quemado por el sol».

El examen médico comparó estos síntomas a los que produciría una exposición a los rayos ultravioleta. En el transcurso de varios días el testigo fue recuperando gradualmente la visión.

McCampbell señala:

“¡Obviamente, los rayos ultravioleta no podrían haber producido la quemadura solar porque no podrían haber penetrado la ropa! Sin embargo, las microondas pueden penetrar la ropa y quemar la piel.” (Fin de la cita)

Volviendo a la estadística Argentina, por primera vez expongo los resultados sobre 45 episodios donde contamos efectos en la visión y distancias:

Imagen: Archivo C.Ferguson

Luego, una gráfica más general, con los mismos datos. Aquí vemos que los efectos en la visión también pueden darse en distancias mayores a 100 metros, o más.

Imagen: Archivo C.Ferguson

Por último, los gráficos correspondientes a los efectos por década y la distribución territorial de Argentina.

Se advierte que los efectos continúan muy parejos en todas las décadas, y esto contradice las versiones de algunos «ufólogos de récords» que afirman que no se están denunciando Ovnis. (Imagen: archivo C.Ferguson)

De las 23 provincias y la ciudad autónoma de Buenos Aires, los efectos en la visión de testigos se dieron en el 71 % del territorio (16 provincias y 1 en ciudad autónoma)

Imagen: archivo C.Ferguson

CONCLUSIONES

A – En Argentina se reiteran las constantes a nivel internacional sobre los efectos en la visión a testigos Ovni. Las personas afectadas son de distintas edades y de toda condición socio-cultural.

B – En relación a la distancia, encontramos también efectos aún a distancias considerables. Es evidente que el fenómeno despliega una fuente lumínica considerable – y en ocasiones impresionante. Es importante recordar el estudio realizado por el Dr.Bruce Maccabee sobre la fotografía del 27 de agosto de 1956, cerca de McCleod, Alberta, Canadá.

Los testigos fueron dos pilotos de la Real Fuerza Aérea Canadiense que volaban en una formación de cuatro aviones a reacción F86 Sabre. Los aviones volaban hacia el oeste sobre las Montañas Rocosas canadienses a 36.000 pies aproximadamente una hora antes del atardecer. Uno de los pilotos vio una «luz brillante, claramente definida y en forma de disco», que parecía «un dólar de plata brillante colocado horizontalmente», situada debajo de los aviones pero sobre una gruesa capa de nubes. Parecía ser considerablemente más brillante que la luz del sol reflejada en las nubes. La duración del avistamiento se estimó en 3 minutos. El primer piloto tomó una fotografía en una diapositiva en color Kodachrome.

Este caso y esta fotografía fueron analizados posteriormente por el Dr. Bruce Maccabee en 1996. Maccabee desestimó las especulaciones de que el fenómeno se debe a un reflejo de luz o rayo de bola.

A partir de los datos disponibles, estimó que la luminosidad del objeto (la potencia de salida dentro del rango espectral de la película) podría haber llegado a 2.5 gigawatss. (CITA 6)

Un gigavatio, también conocido como GW, es una unidad de potencia que equivale a mil millones de vatios. El gigavatio suele ser utilizado como unidad en aquellas plantas o redes eléctricas de gran magnitud. Un rayo puede alcanzar una potencia instantánea de 1 gigawatt (mil millones de vatios). Por ende, la del OVNI de Alberta, parece duplicar tal energía. Y a modo de otro ejemplo, en 2020, Estados Unidos añadió 2,5 GW de energía eólica en el segundo trimestre del 2020 (CITA 7)

C – Al igual que los casos de parálisis y quemaduras, se advierte que muchos testigos tienen cierta imprudencia en el acercamiento hacia el fenómeno, o bien, realizando dos acciones no recomendables = utilizar luces para buscar señal de respuesta o bien agredir deliberadamente. Sin embargo, en la mayoría de los casos argentinos, los efectos se han dado sin que hayan sucedido estas últimas dos acciones. La luminosidad potente de muchos OVNI nos da la dimensión aproximada de lo que deben vivir muchos testigos que se ven expuestos a la misma.

D – El trauma y shock generado en testigos que pierden por unos días la visión es muy grande. Algunos pocos eventos – lamentablemente – muestran que los efectos se han mantenido completamente.

E – Es evidente que el fenómeno provoca efectos mínimos no controlables como algunos esperan. Muchos casos de efectos en la visión de los testigos son producto de una acción deliberada también por el propio fenómeno. Esto abre interrogantes no sólo por nuestras acciones sino por la respuesta que puede originarse de manera imprevista en cada caso. De todas maneras, debe tenerse en cuenta la hipótesis del Lic. Ángel Díaz, sobre uno de los aspectos claves, donde habla que el fenómeno maneja operaciones tácticas previsibles, teniendo en cuenta realizar «el menor daño posible».

F – Una vez más, no existe una respuesta o ayuda oficial para este tipo de casos. Está claro que para denuncias de objetos aeroespaciales afectando el entorno y a humanos, hacen falta mucho más que simples estudios fotográficos en una oficina o encargados de las mismas que tengan posturas obsoletas de los años 50.

27 de agosto de 1956, cerca de McCleod, Alberta, Canadá. Los testigos fueron dos pilotos de la Real Fuerza Aérea Canadiense que volaban en una formación de cuatro aviones a reacción F86 Sabre. La fotografía tomada en ese lugar fue analizada por el Dr. Bruce Maccabee en 1996. Maccabee desestimó las especulaciones de que el fenómeno se debe a un reflejo de luz o rayo de bola. A partir de los datos disponibles, estimó que la luminosidad del objeto podría haber llegado a 2.5 gigawatss (un rayo puede alcanzar la potencia de 1 gigawatss).
Ampliación del OVNI de Alberta.

EPÍLOGO

Los testigos de efectos de visión que he podido encuestar en casi 50 años, reflejan un desasosiego que mueve a la reflexión.   

La abrumadora mayoría de ellos no creía en “platos voladores” ni “extraterrestres”. Incluso una gran parte tenía ideas contrarias.

De repente, en algún momento del día o la noche, se toparon con lo que hasta hoy nadie ha podido descifrar. Comprobaron en “carne propia” la realidad lumínica y sufrieron las consecuencias.

Lo que hoy ya comienza a ser encarado a nivel mundial en forma seria, no tiene aún cabida en las oficinas oficiales argentinas.

Nadie visitará al testigo (ni siquiera como un interés en un tema aeroespacial), ni lo asistirá en tal cuestión, ni física ni psicológicamente.

Es irónico señalar que, en eventos donde muchos testigos tienen problemas para la visión; los que se hacen los distraídos y parecen ciegos, son los que nada hacen desde una oficina que gasta sus recursos en resolver lo elemental y ampararse en la cobardía investigativa.

Estos ámbitos inoperantes deben dar lugar a un estudio integral dinámico, si no se quiere perder otra vez el tren de la historia.

Los pocos investigadores que quedamos en Argentina (no los divulgadores, declamadores, habladores en las redes, youtubers de ocasión, removedores de cucharitas, teorizadores eternos, “Expertos” que nunca investigaron, iletrados de turno, etc); somos los que debemos apoyar a estos testigos y exigir a las autoridades responsables del cuidado del aeroespacio nacional. Y a ello pueden sumarse todos los participantes de buena voluntad.

Debe existir un cambio total en la situación de apatía en que nos encontramos.

De esa manera habremos hecho algo más trascendente para la Ufología. Al menos, un puñado lo estamos intentando.

Carlos Ferguson

Prohibida su reproducción parcial o total sin expresa autorización del autor.

El autor: Fue el primer asesor de la Fuerza Aérea Argentina (2011 a 2017) en Ufología. Carlos Ferguson se desempeña en àres de Educación (Provincia de Buenos Aires – Argentina), y tareas administrativas. También es profesor de dibujo artístico y se dedica a investigar el tema OVNI desde hace 48 años, cuando, siendo no creyente, tuvo un encuentro cercano a no más de 35 metros de distancia con un OVNI en forma de disco. Tiene cursos en Tecnología Satelital, Teledetección y Sistemas de Información Geográfica. Autor de 7 libros y la mayor recopilación de casos de desembarco en Argentina, con hechos clasificados. También ha realizado estudios sobre casos de pilotos y ovnis en Argentina, así como sobre objetos submarinos y los más recientes, sobre los efectos fisiológicos y electromagnéticos en los testigos. Cientos de charlas y notas a lo largo de casi 5 décadas lo muestran con una línea de trabajo ajustada a los parámetros de la estadística.

CITAS

CITA 1

https://www.carlosferguson.com.ar/archivos/6855

CITA 2

https://www.carlosferguson.com.ar/archivos/7145

CITA 3 https://www.generaloptica.es/es/ojo?gclid=EAIaIQobChMIo8Gu7qjhgAMV1DrUAR1DXgtgEAAYASAAEgI8x_D_BwE

CITA 4: “Unconventional Flying Objects: A Scientific Analysis” – Paul Hill

CITA 5: Caso Barrancas, Oscar Alemanno, Cuarta Dimensión nro. 84, s/f

CITA 6: http://data0.eklablog.com/scienceetovnis/perso/brucemaccabeechilderhose.pdf

CITA 7: https://www.worldenergytrade.com/energias-alternativas/energia-eolica/estados-unidos-anadio-2-5-gw-de-energia-eolica-en-el-segundo-trimestre-del-2020