LOS EFECTOS CUTÁNEOS DE TESTIGOS OVNI EN ARGENTINA EN RELACIÓN A LA DISTANCIA – Por Carlos Ferguson

PRÓLOGO

He decidido realizar 4 trabajos sobre los efectos fisiológicos a testigos Ovni.

Ya he publicado el primero titulado “Parálisis de testigos Ovni en relación a la distancia en Argentina” (CITA 1), y hoy me aboco a los efectos cutáneos. Los dos siguientes serán sobre efectos visuales y los sonidos.

Dada la magnitud de casos de aterrizajes que he reunido (la mayor de Argentina a la fecha), me permito realizar este aspecto encarado por primera vez en forma global en nuestro país.

EFECTOS CUTÁNEOS OVNI

El pionero ufológico argentino Profesor Oscar Uriondo, en su trabajo “Los efectos fisiológicos asociados” (CITA 2), señala:

“Muy a menudo, los testigos experimentan sensaciones de calor e incluso sufren lesiones dérmicas con variados grados de severidad, desde la simple irritación semejante a la causada por leves quemaduras solares, hasta daños cutáneos de mayor gravedad (que ocurren en pocos casos). Tales efectos calóricos se localizan especialmente en rostros y manos.

Hay que subrayar que en gran número de incidentes los testigos informan haber experimentado más de un efecto fisiológico a la vez (v.g. shock eléctrico y calor; calor y parálisis; calor y desmayo; etc.).

Sin duda que el fenómeno ejerce acciones de naturaleza física sobre los testigos, algún tipo de radiación, una cierta clase de energía, con resultados a veces muy graves y trágicos, según hemos visto.

Son escasos los investigadores que han profundizado el estudio de tales efectos, porque la comunidad médica –que sería la más idónea para evaluar las lesiones y sintomatologías que experimentan los testigos- no manifiesta interés por el tema OVNI o no desea aparecer vinculado a él, y porque, como en el caso de las interferencias electromagnéticas, se requiere un bagaje importante de conocimientos científicos y técnicos que pocos ufólogos poseen”. (Fin de la cita)

Estos casos fisiológicos tienen más importancia que cualquier otro.

Así lo cree también el máximo exponente ufológico actual, el Dr.Jacques Vallée, cuando dice:

“De la gran variedad de observaciones y manifestaciones que conforman el fenómeno Ovni, creo que aquellos casos donde se han documentado secuelas médicas son los que pueden proporcionarnos más avances, mucho más que las espectaculares abducciones que adolecen de cierto sesgo sensacionalista. Documentar los efectos fisiológicos, lesiones y heridas asociados al fenómeno OVNI ha sido mi objetivo principal” (Fin de la cita)

El recordado Físico Dr.James Mac Donald, también se encargó de hablar de estos eventos ante el Comité de Ciencia y Astronáutica en los 60.

Allí mencionó:

“Me he encontrado con casos en los que se produjeron graves daños corporales, o en los que hubo un peligro evidente de daño, pero el testigo y su familia encontraron que el ridículo aumentaba mucho más rápido que la simpatía, por lo que se consideró más prudente olvidar todo el asunto en silencio.

Sería muy deseable realizar investigaciones mucho más exhaustivas de algunos casos extranjeros de este tipo, para verificar el peso de las pruebas involucradas.

Uno puede patear accidentalmente un hormiguero, matando muchas hormigas y destruyendo la entrada de las hormigas, sin ninguna «hostilidad» previa hacia las hormigas. Caminar accidentalmente hacia la hélice de un avión que gira es fatal, pero el avión no tenía «hostilidad» hacia la desafortunada víctima.

En el fenómeno OVNI, parece que nos enfrentamos a una gama muy amplia de fenómenos no convencionales e inexplicables, y si entre ellos discernimos instancias ocasionales de peligro, sería prematuro declarar hostilidad. Sin embargo, mientras sigamos siendo tan abismalmente ignorantes de la naturaleza general del problema OVNI, parece prudente hacer todos esos juicios provisionales.

Si los Ovnis son de origen extraterrestre, necesitaremos saber mucho más de lo que sabemos ahora antes de poder llegar a conclusiones sólidas en cuanto a cuestiones de peligro y hostilidad” (Fin de la cita)

También es importante señalar lo acotado por el Lic.Angel Díaz:

“El encuadre de estos fenómenos en el amplio campo de los fenómenos OVNI, se apoya en la distribución anual observada, en la ley horaria, en las características de los objetos asociados a los eventos, en las Entidades Humanoides y en las lesiones producidas, que los especialistas médicos tienen generalmente serias dificultades para explicar, al igual que otros síntomás en estos testigos-pacientes.” (CITA 3)

Es de notar que en un programa extinto en el Pentágono, ya se han acumulado efectos fisiológicos en testigos, como quemaduras por radiación, parálisis, etc (informe del año 2012). En tal recopilación existen 42 casos de efectos adversos de archivos médicos y 300 de casos ‘no publicados’. (CITA 4)

No podemos dejar de mencionar los recordados episodios de Brasil en 1977. El médico que examinó los testigos en isla de Colares, Dr. Wellaide Cecim Carvalho de Oliveira, señaló que «había visto no menos de treinta y cinco pacientes que reclamaban lesiones relacionadas con Ovnis. Todos ellos habían sufrido lesiones en la cara o el zona torácica».

Estas lesiones – que se asemejaban a lesiones por radiación – «comenzaban con un intenso enrojecimiento de la piel en el área afectada. Posteriormente se caía el cabello y la piel se volvía negra. No había dolor, solo un ligero calor. Uno También notó pequeñas marcas de pinchazos en la piel. Las víctimas eran hombres y mujeres de diferentes edades, sin ningún patrón».

El Dr.Jacques Vallée detalla ello en su libro “Confrontaciones”.

Los sucesos de la isla de Colares (BRASIL) de 1977, son desconcertantes. La conmoción de sus habitantes llevó a la Fuerza Aérea Brasileña a crear un equipo de investigación denominado OPERACION PRATO (Operación Platillo). Tras meses de estudio, los documentos recolectados fueron clasificados como alto secreto. El Dr. Jacques Vallée se abocó a una investigación personal, que relata en su libro «Confrontaciones».

EL EFECTO CUTÁNEO EN ARGENTINA

Como señale anteriormente, el poseer la muestra argentina más importante en cantidad y calidad, me da el privilegio de poder realizar trabajos por vez primera sobre algunas variables.

A los más de 2.000 casos de aterrizajes en Argentina (desde 1947 a la fecha), encontramos 87 casos concretos.

La distribución por década, nos muestra el siguiente cuadro.

Teniendo en cuenta que la década de 2020 aún no ha culminado, y que la del 50 fue de limitados datos, las más consistentes parecen ser las décadas del 60 en adelante. Esto puede deberse a dos factores: 1 – O bien por el propio fenómeno o 2 – Por la presencia de más investigadores. Yo me inclino por ésta última. Y ello coincide también con el decrecimiento de información que estamos teniendo últimamente, lo que muestra que actualmente estamos cada vez con menos investigadores y con más divulgadores y teorizadores.

Los casos por provincia (desde 1950 a la fecha), nos muestra el siguiente resultado:

Casos cutáneos en provincias argentinas desde 1950 a la fecha

Volviendo a los 87 casos de efectos cutáneos, los he dividido primariamente en:

A – Quemaduras, erupciones, hematomas = 29 eventos

B – Punciones, Biopsias = 58 eventos 

Vamos a especificar más estos efectos.

En la siguiente gráfica vemos los porcentajes de zonas del cuerpo humano donde se han dado efectos de Quemaduras y Biopsias, en todo el historial Argentino.

Las constantes fisiológicas de testigos Ovni argentinos cumplen con las que se dan a nivel internacional (Imagen de C.Ferguson)

En las BIOPSIAS tenemos un lógico porcentaje en brazos (en un 95 % el izquierdo), y dedos o en cabeza, preferentemente.

En QUEMADURAS éstas se dan mayoritariamente en la cabeza y brazos del testigo.

Un dato llamativo, es que así como ocurrió en el famoso caso del Doctor X (estudiado por Aimé Michel y Jacques Vallée), tenemos en todo el historial argentino, 6 eventos donde los testigos confirmaron haber tenido mejoramientos de salud física.

Esto resulta de relatos donde se confirma 4 mejoramientos en general (sin especificar), y 2 concretos (1 de soriasis y el otro de cáncer).

La atención médica a testigos fue en 37 casos.

Los casos de internación fueron 8 eventos.

Aún en la casuística argentina de efectos fisiológicos, tenemos algunos eventos similares a los del Dr.X (señalado por J.Vallée y Aimé MIchel en reiteradas oportunidades)
El evento de Trancas (21 de octubre de 1963), es un caso típico de efecto de quemadura en testigos. Dora Guzmán (la empleada doméstica de la familia Moreno), lo vivió en primera persona, cuando desde un OVNI a corta distancia, un haz de luz compacto impactó sobre ella, generando quemaduras y necesitando atención médica.

LOS EFECTOS CUTÁNEOS EN RELACIÓN A LA DISTANCIA

Al igual que en otros eventos fisiológicos, mi objetivo era determinar aquellos casos donde contamos con distancias lo más certeras posibles al fenómeno.

De los 87 casos, tenemos 55 donde encontramos referencias de distancias aproximadas y certeras.

En tal sentido, tenemos el siguiente gráfico, que diferencia 3 aspectos cutáneos: quemaduras, punciones y erupciones.

(C.Ferguson)

Lo primero que salta a la vista es que a pesar de lo que se suele creer, muchos efectos cutáneos se producen aún a distancias considerables (tenemos casos de quemaduras en la piel a 500 metros de distancia del Ovni).

Para ejemplificar mejor el tema de los efectos cutáneos y la distancia, he realizado este segundo gráfico, que muestra un criterio de 5 rangos de distancias.

Cinco rangos de distancias sobre 55 casos de Argentina (C.Ferguson)

En cuanto a las quemaduras, no existen diferencias entre casos internacionales con los de Argentina: hablamos de testigos que han experimentado un calor ante la presencia Ovni, muchos recibiendo un haz de luz compacto sobre la piel. 

Bien señala el Dr.James McCampbell:

“En casi todos los casos de observaciones de corto alcance de ovnis, los testigos han experimentado una sensación de calor. La intensidad puede variar desde un calor leve hasta una quemadura aterradora y dolorosa. Con frecuencia, el testigo conserva un registro semipermanente de tales encuentros en forma de quemadura solar o incluso ampollas. Las quemaduras generalmente se limitan a áreas que están directamente expuestas al OVNI.”

Y agrega:

“Si un OVNI está encerrado en un plasma brillante, irradiará energía en una amplia banda de frecuencias o longitudes de onda, extendiéndose mucho más allá del espectro visible, el flujo de energía incluirá longitudes de onda más largas y más cortas en el regiones infrarroja y ultravioleta.” (CITA 5)

Sin embargo, su hipótesis es que estamos ante la presencia de calor generado por microondas.

Las quemaduras superficiales pueden deberse a la radiación ultravioleta, pero las quemaduras más profundas pueden deberse a microondas (como suele ocurrir también en algunas huellas).

Sin dudas, podemos tener casos donde tengamos una conjunción de amplio espectro (Rayos X, microondas, infrarrojos y ultravioleta).

James McCampbell es uno de los científicos que se ha abocado a los efectos fisiológicos generados por Ovnis

Uno de los mejores trabajos sobre efectos fisiológicos a testigos Ovni fue el realizado por John Schuessler en 1996, con más de 350 casos detallados a nivel mundial. (CITA 6)

El detalle de los efectos es similar a lo que sucede en Argentina: irritacion ocular, sabor ácido, pérdida de consciencia; biopsias, quemaduras; sordera temporal; chamuscado del cabello; náuseas, etc.

Schuessler también señaló algo que seguramente ocurre en Argentina, y que fue reseñado en el «Informe Sturrock» (CITA 7):

“Desafortunadamente, los casos que involucran lesiones a animales y personas generalmente no están bien documentados, y carecen de una descripción adecuada de las lesiones y de las investigaciones de seguimiento (si las hay). La investigación también se ve dificultada por la hecho ya mencionado de que las víctimas normalmente no dan información al médico tratante y que, cuando lo hacen, los médicos tienden a no creer a ellos. Esto no ayuda en el diagnóstico y tratamiento médico. Algunos casos llaman la atención de los investigadores de Ovnis solo años después del evento. Sin embargo, parece que los casos reportados involucran lesiones muy poco comunes, que probablemente han sido provocados por fuentes de radiación intensa que normalmente no son accesibles al público”.

En un estudio realizado por el Dr. Donald Johnson (psicólogo y estadístico estadounidense), un análisis de 200 casos de encuentros entre Ovnis y vehículos entre 1949 y 1978, mostró que en casi un 60 % de ellos, hay efectos fisiológicos como parálisis, descarga eléctrica, hormigueo o calor. (CITA 8)

En Argentina el porcentaje es casi similar. Ya me abocaré a ello en un próximo artículo.

DATOS ADICIONALES

Como datos adicionales a estos eventos tenemos:

Sobre GÉNERO de testigos (sobre 115 datos)

Masculinos =  56 %

Femeninos = 44 %

Sobre ACTIVIDAD:

En su vivienda = 42 casos

Viajando = 19 casos

Esparcimiento = 17 casos

Trabajando = 7 casos

Sobre CANTIDAD de testigos:

1 testigo = 67 datos

2 testigos = 12 datos

3 testigos = 1 dato

Más de 3 testigos = 7 datos

Sobre PROFESIONES de testigos:

Empleados en general = 18 datos

Amas de casa = 17 datos

Estudiantes = 14 datos

Empleados rurales = 13 datos

Camioneros = 6 datos

Comerciantes = 4 datos

Jubilados = 2 datos

Enfermera, Policía, Ingeniero, profesora universitaria = 1 dato cada uno.

Sobre EDADES:

0 a 10 años = 7

11 a 20 años = 17

21 a 30 años = 7

31 a 40 años = 10

41 a 50 años = 20

51 a 60 años = 6

61 a 70 años = 4

En estos datos adicionales encontramos información aplicable a las circunstancias declaradas.

En la cantidad de testigos (con mayoría para 1 sólo), es evidente que influyen los casos de biopsias, que suelen ser en un solo observador.

Lo mismo es esperable en la actividad donde se manifiesta la experiencia.    

Participantes en el panel de revisión de Ovnis en Pocantioco, Nueva York, octubre de 1997. Este Panel se abocó también al análisis de los casos de efectos fisiológicos, como un aspecto de suma trascendencia. De izquierda a derecha: Thomas Holzer, Von Eshleman, Mark Rodeghier, John Schuessler, Jay Melosh, Randy (J.R.) Jokipii, Harold Puthoff, David Pritchard, Peter, Charles Tolbert, Francois Louange, Laurance Rockefeller, Jean-Jacques Velasco, Illobrand von Ludwiger, Henry Diamond, Marsha Sims, Jacques Vallee, Bernard Haisch, Bernard Veyret, Richard Haines, Michael Swords, James Papike, Guenther Reitz y Erling Strand.

CONCLUSIONES DE EFECTOS CUTÁNEOS EN TESTIGOS ARGENTINOS

A – En los casos argentinos encontramos similitudes con los de otras latitudes en los efectos cutáneos.

B – Esos efectos pueden ser temporales a corto o largo plazo. Pero a diferencia de las parálisis (que suelen culminar cuando se produce el alejamiento del Ovni), los cutáneos de quemaduras y biopsias, pueden permanecer más tiempo, o incluso para siempre.

C – En relación a la distancia, es lógico inferir que a menor distancia, se producen la mayoría de ellos. Aunque escasos, tenemos algunos eventos llamativos de quemaduras de testigos a más de 100 metros.

D – Los efectos cutáneos sufridos por muchos testigos se dan no sólo ante el acercamiento del Ovni, sino por acción propia de los observadores, a saber: 

1 – Acercamientos imprudentes a los Ovnis.

2 –  Luces enfocadas hacia objetos (deliberadamente o no)

En muchos eventos, el propio fenómeno los origina. Los haces de luz compactos suelen ser los generadores de tal situación.

Mucho más en testigos que realizan alguna acción violenta, que suele ser repelida en forma inmediata. Pero también tenemos casos donde los observadores asistían pasivamente a la observación, y sufrieron igualmente una acción negativa de los objetos y/o figuras que acompañan a éstos.

E – El mayor impacto para los testigos – sin embargo – no es sólo el físico. La impresión ante estos efectos, suelen generar consecuencias de desasosiego, frustración, temor. Aún desapareciendo los efectos físicos, los testigos jamás olvidarán la experiencia.

Muchos de ellos – lo he comprobado directamente – no quieren volver a hablar del asunto.  El factor desconcertante de estos casos es que no todo parece ser «color de rosa» en los eventos Ovni, como algunos manifiestan.

Los haces de luz compactos son en una gran cantidad de casos, los que generan efectos fisiológicos en los testigos. Estos pueden partir del OVNI o bien de entidades cercanas al mismo.
Un análisis correlativo de eventos de Argentina y 35 casos del catálogo «Magonia» del Dr. Jacques Vallée. (C.Ferguson)

EPÍLOGO

¿Pueden decirme porqué me pasó esto a mi?

Es la pregunta que nos hacen muchos testigos, y nuestra no respuesta es frustrante.

Ya que no podemos responder preguntas cruciales a un testigo sobre porqué tuvo esa experiencia, al menos deberíamos ser algo más que simples difusores comentadores de noticias o teorizadores.

Esto debería llamarnos a reflexionar de qué manera podemos hacer algo más que recabar datos de un caso.

A diferencia de los que algunos ignorantes detractores propugnan, la gran mayoría de los testigos no creen en “platillos extraterrestres”, y no esperan ningún contacto. Incluso, algunos hubiesen deseado no tener esas experiencias.

Sucedido esto, el vacío oficial es lamentable. En especial en un país como Argentina, donde la última Comisión oficial que pretendía un estudio más integral del Ovni (dentro de los fenómenos aeroespaciales), desapareció en 2016, dando lugar a un estudio fotográfico parcializado.

Nos preguntamos que grado de responsabilidad le cabe a alguien encaramado desde una silla oficial, que no atiende estos casos, especulando que hablamos de fantasías.

Increíblemente esto ya era plantreado en la desaparecida revista 2001, número 10 (Mayo de 1969), cuando en un artículo relacionado con los efectos Ovni de quemaduras a testigos, el redactor se planteaba:

“Quienes tienen la misión específica de guardar las fronteras y el espacio aéreo del país, no padecen de miopía incurable. ¿Cómo explicar entonces que en la voluminosa estructura de defensa, no exista una humilde comisión investigadora con cierto grado de movilidad y asesoramiento y no un mero archivo de papeles? (Fin de la cita)  

Increíble que estemos igual o peor que hace 54 años.

Una recomendación más concreta fue la efectuada desde el Panel “Sturrock” (1997), cuando los científicos allí reunidos señalaban en uno de los puntos:

“Si de hecho existe un peligro para la salud asociado con algunos eventos relacionados con el problema OVNI, alguna oficina gubernamental debería ofrecer una respuesta a este peligro” (Fin de la cita)

Tampoco podemos evadir lo que nos toca a los participantes ufológicos.

Aquí el punto es de gran indiferencia ante la situación antedicha, de parte de la gran mayoría de participantes. Como si no nos atañera exigir a las autoridades responsables, dejando librada la situación al propio testigo.

Estamos ante una avalancha de difusores por un lado, y otro grupo de teorizadores eternos, que intentan generar posturas “revolucionarias” donde ya todo está descubierto.

No hay nada nuevo bajo el sol, desde Jacques Vallée y otros grandes de la Ufología. El resto son sólo pinceladas con cambios de color. 

Mientras tanto, en cualquier latitud de Argentina, un suceso extraordinario puede estar dándose ahora mismo.

Un testigo ocasional puede estar viviendo algunos de los efectos mencionados.  

Para él será un antes y un después.  

Pero no podrá recibir ningún apoyo por parte de las autoridades, ni la atención debida, porque hoy tal evento no está contemplado en quienes desde una oficina en Argentina, teorizan cómodamente amparados en la supuesta “eficiencia” del pragmatismo, sentados en una butaca.   

De continuar así, nos daremos cuenta – el tiempo por testigo – que habremos perdido nuevamente el tren de la Historia.

Nuestra responsabilidad como Ufólogos, es no ser cómplices de tal situación, ni de la tibieza y el oportunismo. Al menos un puñado, lo estamos haciendo.

Sólo así, podremos cumplir con lo que decía el gran Aime Michel:

“Descubrí que para estudiar este problema, primero se necesita coraje”.

Carlos Ferguson

Reproducción parcial o total con previa autorización del autor.

El autor: Fue el primer asesor de la Fuerza Aérea Argentina (2011 a 2017) en Ufología. Carlos Ferguson se desempeña en àres de Educación (Provincia de Buenos Aires – Argentina), y tareas administrativas. También es profesor de dibujo artístico y se dedica a investigar el tema OVNI desde hace 48 años, cuando, siendo no creyente, tuvo un encuentro cercano a no más de 35 metros de distancia con un OVNI en forma de disco. Tiene cursos en Tecnología Satelital, Teledetección y Sistemas de Información Geográfica. Autor de 7 libros y la mayor recopilación de casos de desembarco en Argentina, con hechos clasificados. También ha realizado estudios sobre casos de pilotos y ovnis en Argentina, así como sobre objetos submarinos y los más recientes, sobre los efectos fisiológicos y electromagnéticos en los testigos. Cientos de charlas y notas a lo largo de casi 5 décadas lo muestran con una línea de trabajo ajustada a los parámetros de la estadística.

CITAS

CITA 1: “La parálisis de testigos Ovni en Argentina en relación a la distancia” – Carlos Ferguson

CITA 2: “Los efectos fisiológicos asociados” – Prof.Oscar Uriondo

CITA 3: “Efectos fisiológicos en los encuentros cercano” – Lic.Angel Díaz, marzo de 1983 – Río Ceballos, Córdoba, Argentina.

CITA 4: El documento es parte de 1.500 páginas del ahora extinto Programa de Identificación de Amenazas de Aviación Avanzada (AATIP) que fueron entregados a  The Sun  por la Agencia de Inteligencia de Defensa. Entre los efectos se encuentran: abducciones aparentes (129 casos informados), efectos electromagnéticos en vehículos (77), pérdida de tiempo percibida (75), quemaduras (41), descargas eléctricas (23), impactos de campos de fuerza (18), entre otros.

CITA 5: “Efectos de los ovnis sobre las personas” / James McCampbell

https://www.ufocasebook.com/pdf/ufoeffects.pdf

Cita 6: “Catálogo de casos fisiológicos a testigos Ovni” – J.Schuessler

https://clavesiete.org/wp-content/uploads/2022/04/schuessler-1996a-catalog-of-ufo-related-human-physiological-effects.pdf

Cita 7: “Evidencia física relacionada con los informes de ovnis: Actas de un taller realizado en el Pocantico” / Centro de conferencias, Tarrytown, Nueva York, 29 de septiembre – 4 de octubre de 1997

CITA 8: “Alien Identities: Ancient Insights into Modern UFO Phenomena” – Richard L. Thompson