EL EX COMODORO QUE NO SABE DISTINGUIR ALGUNAS COSAS (Nuevas desventuras del titular de la oficina personalista oficial en Argentina)
Por CARLOS FERGUSON
«El hombre necio jamás se da cuenta de cuándo o cómo es poco oportuno» (Proverbio chino)
Mi próximo trabajo a publicar iba a ser un área nunca ahondada en profundidad en Argentina (y no muchas veces en el mundo) sobre el fenómeno Ovni (con el aporte estadístico de más de 30 años y que ya lleva 8 meses de tarea con dedicación diaria).
Lo presentaré en breve.
Pero hoy no podía dejar pasar algún aspecto concreto.
Hacía tiempo no decíamos nada de él, pero como cada tanto vuelve a la carga, y nosotros no tenemos “sangre de pato” como la gran mayoría en Ufología, era inevitable contestar.
Hace pocas horas me enviaron un detalle de un Facebook actual de Uruguay, que mencionaba un antiguo y excelente caso Ovni de pilotos en ese país.
En los comentarios hace una acotación el titular de la oficina oficial CIAE (Centro de «identificación» aeroespacial») Rubén Lianza, donde – una vez más – emite conceptos prejuiciosos hacia quienes estamos en la temática.
No abundaré en detalles de cómo ha nacido todo esto.
Los lectores de mi web pueden encontrar varios artículos donde detallamos cómo se ha manejado este personaje dentro de la oficina oficial y con los que estábamos en ella.
Ya es sabido que desplazó a los civiles argentinos que estábamos allí utilizando un artilugio por no ser expertos en imágenes (alegando que la nueva comisión se encarga sólo de eso).
Recordamos que los títulos solicitados se referían a los que tengan que ver con “carreras científicas o técnicas acordes con la identificación y el reconocimiento aeroespacial”.
Sin embargo, esto no parece aplicarse para dos asesores extranjeros que figuran con el mote de “investigador” y que no han acreditado – que sepamos – ninguna especialización en óptica o temas aeroespaciales. Aparentemente su condición allí es la de ser conocidos del titular del ahora en más CIAE (Centro de “Identificación” aeroespacial).

Pero vayamos a lo ocurrido recientemente, en honor a los lectores que nos visitan en más de 2330 oportunidades promedio diario nuestra web.
En el texto en cuestión Lianza se aboca a mencionar al trabajo de Comisión CRIDOVNI del país vecino Uruguay como “creyente”, lo que mostraremos más abajo que es sólo una fantasía gramatical.
Un párrafo más adelante menciona:
“Acá me pasó algo parecido con un auto-proclamado «ufólogo» que pretendía asesorar a la Fuerza Aérea sobre el mal llamado «fenómeno ovni» pero al mismo tiempo no sabía distinguir un avión civil de un avión militar”. (fin de la cita)
Se refiere a un suceso ocurrido en el Aeropuerto Camet en Mar del Plata en agosto de 1995, donde un testigo filmó el video de un avión en la zona y la presencia en ascenso de una esfera de apariencia metálica en pleno día.
Dado que el ex comodoro no se animó a dar mi nombre (fiel a su estilo), le ahorraremos el tiempo.
Aquí está el auto proclamado Ufólogo (a mucha honra) que asesoró a la Fuerza Aérea.
La distinción que hace este sujeto (al que en todo este artículo denominaremos como “ex comodoro”) es sobre ese caso de aeropuerto de Camet (Mar del Plata), que fue publicado en una revista de la época, y allí mencionábamos lo que el testigo nos señaló como un Lear Jet (civil), cuando en realidad se trataba de un avión Aermacchi (militar).
Nunca negamos que pudimos no haber confirmado tal información que todo piloto puede conocer más fehacientemente. Sin embargo, el ex comodoro nada dice sobre lo más importante de esas imágenes: el objeto esférico que asciende cerca del avión.
Así trabaja la información fragmentada.
En tren de detalles, ahora sí vamos a referirnos a quien tampoco sabe distinguir muchas cosas y habla falacias del bien llamado Fenómeno Ovni.

EL EX COMODORO NO SABE DISTINGUIR ALGUNOS ASPECTOS GRAMATICALES…
Cuando Lianza menciona que el N.N (quien esto escribe) “pretendía asesorar a la Fuerza Aérea”, no parece distinguir cuestiones básicas gramaticales en la diferencia de las expresiones “pretender” y/o “ser”.
Debemos recordarle al ex comodoro que la gramática “es el conjunto de reglas del lenguaje que regulan el uso de una lengua determinada, tanto como la composición y organización sintáctica de las oraciones”.
Se lo aclararemos de una buena vez (por esta vía, sin descartar la judicial llegado el caso). Yo no pretendí ser asesor de la Fuerza Aérea en el tema Ovni: Lo fui.
Haber sido asesor externo puede probarse con documentación concreta, así como las crónicas del lanzamiento oficial y las reuniones que manteníamos mes a mes en el edificio Cóndor.
Y en los años que estuvimos interaccionamos perfectamente con el personal militar que nos atendió en todas las áreas.

Por lo tanto, para que el público no se deje engañar por frases que se dicen irresponsablemente y “al boleo”, aclaramos también que cuando fui convocado a Fuerza Aérea (y luego se sumaron más), lo hicimos porque la Ufología era una parte más de lo Aeroespacial (sin que intervenga allí ninguna creencia o postura sobre su origen).
No estábamos allí como asesores expertos en modelos de aviones, pilotaje, radares, imágenes, etc. Ni tampoco como fomentadores de “enanitos verdes”, “marcianos” o “extraterrestres fascinantes”.
En todo caso contábamos con un historial de trabajo en nuestro tema, abarcando áreas estadísticas y bibliográficas de la Ufología, existente en nuestro inmenso archivo documental (material que queríamos sea legado a la Fuerza, pero que seguramente terminará en un destino allende de nuestras fronteras).
El contenido estadístico de más de 70 años en Argentina, con material procesado en análisis con un sistema generado, calificado y exhaustivo, de valor histórico. Tal es así que no hace mucho tiempo, esta cuestión fue encarada directamente por organismos como el Pentágono, y la NASA, buscando en archivos toda la información posible.
Cuando las autoridades de Fuerza Aérea nos dejaron participar en el seno de tal comisión, no lo hicieron desconociendo lo que hacíamos, o para darnos cabida como “creyentes, ilusos o trasnochados”
¿Está insinuando el ex comodoro que fueron laxos o improvisados con nuestro ingreso?
¿Entramos allí por excursión o visita guiada, o por ser amigos de alguien?
Quien sugiera algo así estaría hablando pésimamente de las autoridades de la Fuerza por ese entonces.
No ingresa cualquiera al edificio “Cóndor” porque se le antoje, o porque tenga ganas. Ni tampoco revisa sus archivos como «pancho por su casa».

¿Lo sabe el ex comodoro o hay que recordárselo o explicárselo?
¿Tendrá algo que decir de las autoridades que permitieron nuestro ingreso?
¿O creerá que caímos al Cóndor desde un plato volador por la ventana?
Debiera saber este señor que un trabajo con distintos asesoramientos es una interacción entre múltiples niveles de información, y como ha señalado el científico Donald Johnson:
“Ningún estudio interdisciplinario consiste en adjudicar áreas conforme a líneas de autoridad, sino más bien compartir conocimientos y asistir en la comprensión global mediante el aporte de una perspectiva diferente” (fin de la cita)
En ese compartir nosotros también desde la Ufología, podíamos enriquecernos y aprender aspectos varios. Eso se llama interacción.
La realidad para este sujeto es una sola: le duele que la Ufología haya sido partícipe de una comisión, pero fue así, y no puede extirpar ese estigma y borrar la Historia.
Estábamos allí por nuestros años dedicados a la Ufología, por nuestros inmensos archivos y material, y el tiempo (pocos años después), nos dio la razón cuando el propio Pentágono y Nasa, también comenzaron a incluir esto para estudiarlo.
El “pretendido” asesoramiento es una expresión falaz, que podemos derrumbar de un plumazo (el verbo «pretender» en español significa aspirar a algo, desear algo o tener la intención de conseguir algo, no significa «fingir» como en inglés «to pretend»).
Para los lectores aquí reproducimos la confirmación de nuestra convocatoria, que fue ratificada también por participación en eventos y reuniones oficiales.

EL EX COMODORO NO PARECE DISTINGUIR DECLARACIONES ESPECÍFICAS…
Fiel a las tergiversaciones producto de su nula capacitación en detalles de Ufología, el otro comentario realizado por el titular del CIAE se refirió a la comisión oficial vecina de Uruguay CRIDOVNI (Comisión Receptora e Investigadora de denuncias Ovni), en los siguientes términos:
“Lo que ocurre es que esta gente de CRIDOVNI es, lisa y llanamente: «creyente». Todo su trabajo nunca se basó en la identificación imparcial de cada estímulo visual, en forma desprovista de sesgos sino que ha trabajado precisamente desde el sesgo de la «búsqueda» de lo paranormal, o sea, de evidencias que prueben su teoría favorita (la extraterrestre).
En una entrevista que le hicieron en Canarias mientras estuvo varado por la pandemia, llegó a decir que «pueden ser sondas no tripuladas de otros planetas». En mi humilde opinión, largarse a decir eso sin ninguna evidencia es desconocer totalmente que: «Afirmaciones extraordinarias, requieren pruebas extraordinarias».
Este oficial ni siquiera tenía una «pequeña evidencia» sino «0» (cero) evidencia de lo que afirmó…Pretenden opinar sobre «sondas no tripuladas» y al mismo tiempo desconocen totalmente ciertos comportamientos de las aves de su propio planeta. (fin de la cita)
Le agregaríamos un SIC, pero en honor al lector vamos a aclarar estos disparates recién leídos en forma concreta.

El entrevistado en Canarias era el titular de CRIDOVNI, el Coronel Ariel Sánchez Ríos (tampoco nombrado por Lianza).
La entrevista – que todo lector puede ver completa más abajo en las citas – (CITA 1), no muestra jamás el panorama mencionado por el ex comodoro Lianza, quien parece no sólo no distinguir aspectos gramaticales ni tampoco interpretativos.
La entrevista dura 51 minutos aproximadamente, pero hay dos momentos (a los 6 minutos con 50 segundos y a los 33 minutos con 6 segundos), donde queda claramente expuesto que el Coronel Ariel Sánchez Ríos de Uruguay, se refiere al tema de lo “extraterrestre” y en ningún momento afirma esa procedencia como definitoria.
Más bien, en el reportaje se trasluce claramente que sobre el posible origen de los Ovni en el porcentaje de No Identificados que posee la CRIDOVNI, Sánchez Ríos afirmó: “pueden ser sondas no tripuladas de otros planetas» (como una más de las muchas especulaciones sobre la procedencia del fenómeno), lo que no es lo mismo que decir “SON sondas no tripuladas de otro planeta” (taxativamente).
El “pueden ser” no puede ser interpretado como “son”. Ello podemos leerlo en un material de gramática básica:
“La frase «pueden ser» se usa para expresar posibilidad o probabilidad en español. Significa que algo podría suceder, aunque no hay certeza absoluta. También puede interpretarse como una forma de expresar duda o incertidumbre sobre algo.” (fin de la cita)
Incluso Sánchez Ríos ratificó que no se puede determinar el origen del fenómeno y que la CRIDOVNI no asocia al fenómeno a ningún origen determinado, aún extraterrestre.
Aclaramos además que la entidad uruguaya fue creada hace ya 46 años, y pionera en el abordaje de la investigación de Denuncias Ovni en América y el mundo (luego del GEIPAN de Francia es la más antigua).

Denominar a los colegas de la CRIDOVNI como “creyentes” sólo puede ser tomado a risa, pero también da vergüenza ajena.
CRIDOVNI tiene un sistema de trabajo y calificación metódica. En eso ha sido y es intachable. Está desprovisto de toda connotación que se insinúe por un origen determinado. En todo su historial mantuvieron una línea criteriosa y sin especulaciones.
Sólo un desinformado puede caratularlos de “creyentes”, lo que también es una falta de respeto con una agrupación oficial, y una injerencia llamativa.
Por otro lado, no creemos que el ex comodoro Lianza haya estudiado «todo el trabajo» de la entidad del país vecino, a la vista de sus comentarios.
¿Escuchó parcialmente el reportaje el ex comodoro de argentina? ¿O volvemos a la difusión de información fragmentada?
Parece no saber distinguir y tener memoria frágil, pero vamos a ayudarlo a recordar algunas cosas.
Cuando teníamos con él alguna que otra comunicación (en mi última etapa como asesor en su oficina personalista), me señalaba que no era bueno comparar lo que hacen en otras comisiones (toda esa documentación está en archivo, pero no está mal mostrarla, porque aclaran y arrojan luz sobre muchas cosas).
También me “recomendaba” no hacer aclaraciones en los mails generales (donde estaban los correos de todos los miembros), y que sólo sea entre nosotros, para no hacer lo que él denominó un “pronunciamiento de Urquiza” (es decir, que no salga todo a los 4 vientos).
Algunos párrafos de mi contestación – por entonces – fueron tajantes, y le expresé:
“Mi nota es y apunta a lectores para que no crean a pie y juntillas lo que alguien puede afirmar creyendo es “palabra santa” amparado en el racionalismo dogmático. En definitiva, mi objetivo es hacia el público que le interesa esta cuestión.
Las cosas destacables de la CRIDOVNI de Uruguay son varias y superan el aspecto de la difusión. En el trabajo conjunto con otros entes del país y en la predisposición total de intercambio de información con civiles, la tarea de ellos sigue siendo superadora.
Y ni que hablar de su enfoque abarcativo del fenómeno y no circunscripto a lo “aeroespacial” o solo a fotos y videos.
Lo grave es querer emitir “sentencias” (que quiere serlo y no lo son), sin tener en cuenta factores varios y sin la adecuada revisión de la literatura (condicionamiento que la Ciencia exige pero que no se limita a la Ciencia).
No es posible querer escribir la Historia acomodándola para las creencias particulares de cada uno. Estos motivos son más que valederos para continuar cada vez que intenten deformar realidades.
Cierro con esto: contesté a todos porque tenía entendido que ese correo que has enviado a los “space cadets” es dirigido a varios (“space cadets” es una terminología que Lianza usaba en cada comunicación para referirse a nosotros como “cadetes espaciales”).
Siempre advertí que ese correo es general, no fue contestada así por ninguna animosidad a hacerlo como un “pronunciamiento de Urquiza”, ni mucho menos.
Pero además porque no creo que mi mail haya sido algo que no pudiese ser compartido con otros. ¿O acaso lo expresado puede ofender a alguien?
Si hay algún motivo para ello sería bueno saberlo.
Cordialmente. Carlos” (fin de la cita)

(Foto agencia TÉLAM)
EL EX COMODORO NO SABE DISTINGUIR QUÉ ES LA UFOLOGÍA…
“Los Ufólogos adolecen de una soberbia tremenda de querer tirarse a la pileta en la parte honda sin flotar primero. Tienen mucho que aprender de aeronáutica, astronomía, astronáutica y de óptica, porque la mayor parte de estas supuestas apariciones viene de fotos y videos” (Entrevista a Rubén Lianza en el diario “La Capital”, enero de 2019)
La frase muestra la calamitosa información ufológica que maneja Lianza. Lo que para él es la mayor cantidad de información Ovni, en realidad no sobrepasa el 2 % del total.
Por cierto, trasmite estas ideas falsas a la Prensa desde hace un tiempo.
Pero nosotros también estamos saliendo a la prensa, para contrarrestar informaciones falaces.
Y aun cuando todos tenemos que aprender aspectos astronáuticos, astronómicos y ópticos, no cabe duda que el ex comodoro también debe aprender sobre Ufología (para él, un terreno totalmente desconocido y en el que sí se hunde irremediablemente como en la “Fosa de las Marianas”).

Para hablar de Ufología ante los medios, su único recurso es generalizar y al hacerlo, englobar a todos los ufólogos en “creyentes”, adoradores de “extraterrestres”, charlatanes o comerciantes, improvisados, personas no capacitadas, etc.
Es una forma de análisis muy básica, casi infantil, digna de un novato o bisoño.
¿Con qué conocimiento y autoridad engloba a todos los ufólogos en personas sin conocimientos y atribuyéndonos soberbia?
Su discurso quedó en los años 80.
No en vano sólo se refiere en forma reiterada y cansadora a dos episodios de esa época: 14 de junio del 80 y la huella del Pajarillo.
Del primer caso extrajo las conclusiones que ya se saben hace largo tiempo (gracias a ufólogos como Guillermo Roncoroni en la revista Ufo Press en los 80 y el propio Lic. Ángel Díaz, hace más de 4 décadas).
Del segundo caso, visitó la zona como turista de la famosa huella del Pajarillo y se sacó una foto allí.

Es decir: Ruben Lianza no fue ni es (y nos atrevemos a decir no será) investigador del tema, jamás estudió casos ni estuvo con testigos (como afirmó ante algunos diarios), jamás participó del ambiente ufológico y sólo tiene referencias externas.
Confunde a creyentes con teóricos, científicos con comerciantes y chantas, y todo ello basado en su “experiencia” de haber realizado un cursillo de Ovnilogía (vaya capacitación!).
En su visión perimida y dogmática, sale sin disimulo alguno a manejar imprudentemente datos que desconoce, obnubilado por la lucha contra la Ufología y los platillos (equivalente a tirarse a una pileta pero ya…sin agua!).
Hace poco tiempo cuando el Pentágono y Nasa anunciaron afrontar el estudio del tema, intentó hacer alarde en el Facebook de dotes premonitorias afirmando de antemano que los ufólogos caeríamos de espaldas ante las conclusiones de esos organismos.
Su “predicción” fue ruinosa.
Lamentablemente para él, el Pentágono y la misma NASA ratificaron su estudio y que aún posee casos no resueltos (OVNI), de esos que tanto le molestan y no puede digerir.
Ni que hablar que el propio GEIPAN de Francia también los tiene. Y también la Comisión de Chile y de Uruguay.
Es decir: continúa existiendo un residuo de casos nada despreciable donde los No Identificados están en los catálogos (en todos los países que abordan la temática global y seriamente).

¿Leerá los informes de casos que siguen caratulados como no resueltos del GEIPAN o del AARO o de la propia CRIDOVNI?
¿Le retrucará al GEIPAN de Francia por utilizar el término “No Identificado” o sólo se lo achaca a los ufólogos?
Ni que hablar cuando cree tener “resueltos” casos que el mismo Pentágono no pudo aún resolver (como los episodios de los F -18 de la Marina estadounidense).
Y en vez de achacarle al Pentágono por esa situación, ¿adivine el lector a quién le echa la culpa de todo el ex comodoro?
Sí, a los ufólogos – como no podía ser de otra manera – afirmando que todo es culpa nuestra por aferrarnos a lo que declararon los pilotos de los F-18.
¿Le dirá también a los miembros del Pentágono que están aferrados a testigos que describen “fantasías”? (CITA 2)

EL EX COMODORO MANEJA INFORMACIÓN FRAGMENTADA…
En el “nuevo enfoque” de la oficina oficial donde se dicen estudiar sólo fotos y videos, parece haber alguna excepción extraña.
¿Cuál es el motivo del tal cambio? ¿No era que el CIAE sólo se abocaría a los casos de imágenes?
Esa excepción intentó hacerse con uno de los más importantes casos aeronáuticos argentinos (sino el más importante), el de Jorge Polanco en Bariloche, el 31 de julio de 1995.
La idea fue dar una “explicación novedosa” del hecho (todo ello gastando tiempo y recursos varios del Estado).
En Ufología argentina hemos tenido a alguno que se definía como “ex ufólogo”, que intentaba “derribar” los casos cual Godzilla contra los edificios de cartón. Eso ya lo vivimos y lo conocemos bien.
Ahora, con la aureola oficial, y luego de 30 años, alguien ajeno a la temática, intentó dar una “solución” más al evento, que se suma a las tantas ya esbozadas por detractores y desinformados de turno (la conjunción de la Luna y Marte, la máquina pisa-nieves, la alucinación y espejismo de la nieve, la conspiración y “cortina de humo” de la Gendarmería esbozada por un audaz astrónomo que se creía experto en inteligencia y “recontra espionaje”, etc.)
Y ahora terminamos en la fantasiosa luz de los “reflectores de un boliche”.

La Ufología tiene muchas semejanzas con la criminalística.
Imaginemos un caso de un asesinato, donde tenemos varios testigos. En el suceso de Bariloche lamentablemente algunos ya no están. Pero de los que quedan…
¿Qué haría toda entidad investigadora o un buen investigador policial?
¿Tomaría declaraciones parciales o a todos los testigos?
¿Intentaría comprobar si hubo cambios conductuales y de contenido semántico en las declaraciones?
¿Confrontó versiones entre los propios testigos?
La respuesta la sabe un niño de 10 años y es elemental. Nadie que pretenda efectuar una mínima y básica investigación, obviaría tener la palabra nuevamente (y no por notas televisivas o radiales del pasado), del testigo principal, en especial si hablamos de un supuesto análisis técnico.
Es decir: charlar cara a cara con el principal observador (Polanco), aun cuando la intención fuera descartar el hecho. Y además confrontar con otra posible versión.

Lo erróneo es admitir a un solo testigo secundario (que a diferencia de Polanco, hemos notado que ha cambiado datos sustanciales con el correr del tiempo). (CITA 3)
En cualquier tratado básico de cómo entrevistar a testigos principales, leemos:
“Es un grave error no entrevistar al testigo principal del caso. La información que pueda proporcionar es crucial para la investigación y reconstrucción de los hechos. La omisión de esta entrevista puede llevar a la pérdida de información valiosa, identificar erróneamente al autor del delito, o incluso a la anulación del juicio”. (fin de la cita)
No saber distinguir entre un testigo principal de uno secundario muestra un pobrísimo nivel de análisis. Y querer “cerrar” el caso “con un paquete y moño” es otra ilusión o fantasía explicativa.
Viendo este panorama, le recomendamos al titular de CIAE que es mejor que siga apostando a identificar aves en fotos y videos, porque cuando amplía el campo de su “trabajo”, los resultados son desastrosos.

(Foto archivo C.Ferguson)
EL EX COMODORO NO DISTINGUE LAS DENUNCIAS IMPORTANTES
Hay varios casos ocurridos en estos años en Argentina en los últimos años que deberían haber sido encarados por toda oficina que se precie de tener el título de “Centro de Identificación Aeroespacial”.
No hablamos de denuncias de testigos en tierra, con efectos fisiológicos, de huellas o electromagnéticos, porque ya sabemos que jamás serán encarados con el enfoque actual.
Nos referimos específicamente a sucesos aeronáuticos (esos para los cuales, la oficina personalista tendría incumbencia, lo aeroespacial).
Ya sabemos que el examen de imágenes con confusiones de aves es lo que se intenta justificar como oficina que “da explicaciones a la población” (en realidad, los simples casos de confusiones lo venimos haciendo los ufólogos hace años, y sin presupuesto alguno). Y para tales informes la Fuerza Aérea no necesita ningún recurso y podría obtenerlos de los que podemos publicar.
Volviendo a los sucesos de pilotos, tenemos 2 casos concretos para los cuales la oficina que “identifica” no pudo o no quiso identificar.
Podemos mencionar el episodio del 30 de junio del 2020 en General Roca, donde jamás hubo comunicación con los testigos pilotos. (CITA 4)

(Foto Archivo C.Ferguson)
Ni que hablar del episodio del cual se cumple otro aniversario: 27 y 30 de julio de 2022, donde cinco aeronaves no identificadas fueron captadas ingresando al espacio aéreo nacional por un radar de Vigilancia Aérea de Río Grande, Tierra del Fuego.
Esa violación del espacio aéreo generó una queja hacia el país de Chile, negando este último que hayan sido aeronaves de su país.
Hubo pedido de informes de senadores nacionales por Tierra del Fuego de distintos partidos políticos, e incluso el tema llegó a Senadores y Diputados en Buenos Aires.
Para ver en detalle esos pedidos, los lectores pueden ir a la nota que hicimos por entonces. (CITA 5)
En ese hecho, el “Centro de Identificación Aeroespacial” (que contaba con la ventaja de la captación en radar), nunca emitió palabra alguna.
Esto se contrapone con el propio lineamiento que el titular del CIAE refiere cuando habla de los objetivos de esa oficina personalista como la de: «Investigar eventos, actividades o elementos presentes u originados en el Aeroespacio de interés»

¿No era de interés la incursión de aeronaves violando el espacio aéreo nacional?
¿O es más importante la foto particular del alguien confundiendo un ave?
Ambos casos aeronáuticos tuvieron la trascendencia mediática que los englobaría perfectamente en eventos para investigar. (CITA 6)
¿Será que es más fácil encarar estudios de fotos y simples aves con “Don Zoilo” (como denomina Lianza al perfil del testigo típico argentino), pero no en casos con más testigos y con competencia aérea?
Ninguna comisión oficial de otros país habría dejado pasar casos así para investigarlos, a excepción de la oficina personalista de Argentina. (CITA 7)
En una entrevista realizada por “La Nación” en marzo del 2022, el periodista describía al ex comodoro como alguien que siempre tuvo “olfato para identificar”.
Parece que aquí estamos ante una anosmia total para determinados casos. (CITA 8)

EL EX COMODORO NO DISTINGUE QUE TIPO DE ASESORES EXTRANJEROS POSEE…
Tenemos un caso ocurrido en Uruguay hace años. Se trata del episodio de Isla de Lobos del 28 de octubre de 1972 (isla de 1,2 km de largo y 816 metros de ancho).
El testigo apellidado Fuentes (de la Marina Uruguaya), estaba de vigilancia en el lugar, en una noche de buen tiempo, cuando de repente observó un extraño objeto de aspecto metálico posado, de 2 metros de altura por 3 metros de largo.
En su parte media se perfilaba un anillo de luces de distintos colores que se encendían y apagaban (colores blanco, amarillento y violeta). En la parte superior, una cúpula y una aparente antena rotatoria.
Parecía un cuenco invertido, y tenía patas que al elevarse se retractaron telescópicamente.
Allí el testigo fue a buscar una pistola automática y acercándose con precaución, notando al llegar a 15 metros, una aparente puerta corrediza, de la cual emergieron tres figuras humanoides.

Se movían lentamente (pesadamente), como si tuviesen dificultad por la vestimenta que llevaban.
Al notar la presencia del testigo comenzaron a acercarse a él. Ante la sorpresa y lo inaudito de la situación, Fuentes sólo atinó a quitar el seguro del arma y tuvo la intención de disparar pero algo extraño ocurrió. Quedó con el cuerpo paralizado, aunque consciente y apuntando con su arma a esas figuras.
Estaba atemorizado y deseaba gritarle a sus compañeros (que estaban en una casilla cercana), pero no podía. La acción entonces se aceleró.
Las entidades volvieron a entrar en ese objeto, mientras se producía un zumbido y se alejaba a una velocidad vertiginosa hacia el Océano Atlántico (Este).
Luego de esto, el cabo recuperó su movilidad y se dirigió a la construcción donde estaba el resto de sus compañeros de trabajo.
Este caso lo tratamos en esta misma web y remito a los lectores a leer los detalles completos (CITA 9)

Toda esta introducción viene a cuento porque uno de los asesores externos (que figura como “investigador” y/o “periodista científico”), esbozó hace un tiempo que lo que habría aterrizado no era un OVNI sino probablemente un helicóptero de la Armada Argentina que aterrizó (no se sabe con qué causa) aterrizar en Isla de Lobos.
Para ello Milton Hourcade – de él se trata – se valió de una infantil superposición de imágenes (el helicóptero y el dibujo hecho por Fuentes en 1973), y lo caratuló como “totalmente convincente” (SIC).
También aclaró – para cubrir todos los frentes posibles – que:
“Con esto no queremos significar que el helicóptero que dio lugar al caso, fuera de origen argentino, pero es la referencia geográfica más cercana” (o sea, podía ser de Argentina o Brasil).
Y agregó sin disimulo:
“Desde 1968 la Fuerza Aérea Argentina, por ejemplo, tenía este tipo particular de helicóptero que nos permite explicar el caso debido a sus características…El tipo y modelo es el Hughes 500, un pequeño helicóptero versátil, ligero y adecuado para la observación, reconocimiento, misiones de vigilancia, etc.
Quien suscribe se abstiene de especular acerca de las razones o motivos por los cuales el tal helicóptero hizo un aterrizaje en la fecha, lugar y hora indicados. Tal vez los individuos del helicóptero al verificar la reacción de Fuentes, optaron inmediatamente por irse…” (fin de la cita)

Como vemos, en esta visión altamente fantasiosa, un helicóptero (seguramente de procedencia argentina), habría aterrizado al límite de su capacidad de vuelo.
Bien podrían haber alegado sus pilotos tener una dificultad hablando en el idioma que tenemos en común con Uruguay (el castellano). Sin embargo, en vez de eso, los 3 tripulantes decidieron imprudentemente acercarse a un testigo en completo silencio.
Al ser apuntados por un arma tampoco emitieron sonido alguno, y se volvieron al “helicóptero”, para huir del lugar.
Y dado que quien tiene tal ocurrencia (por circunstancias nada claras) es hoy asesor sin especialización en imágenes del CIAE argentino, creemos oportuno invitarlo a él y al titular de esa oficina a poder dilucidar el caso.
Debemos recordar que este mismo asesor, decía hace un tiempo, antes de integrar el Centro argentino, que:
“No es suficiente ni conveniente que un país destine a una persona o pequeño grupo de personas un organismo militar, para vérselas con el tema. Esa es la triste e ineficiente historia de la mal llamada “investigación oficial” en muchos países”(CITA 10)
Como se ve, él parece haber ingresado a esa triste e ineficiente historia.
Volviendo al caso Isla de Lobos, y dado que este asesor y el CIAE creen tener todo solucionado en materia Ovni, nada les costaría explicarnos algunos de estos 3 datos fundamentales (mundanos y bien convencionales):
A – Número de matrícula del helicóptero…
B – Nombre de los 3 pilotos posibles…
C – Lugar específico de procedencia…
Esto debería ser mucho más fácil que identificar algo “extraño” o “extraordinario”.
Debemos señalar que el hijo del testigo Fuentes fue tajante al leer el seudo informe que hablaba del helicóptero:
“Recuerdo perfectamente todo el calvario que tuvo que pasar mi padre con las investigaciones del caso, pero lo que no dice este informe es que a los pocos días de estar en casa a mi padre le salieron manchas rojas como de quemaduras en todo su perfil derecho en brazos, tórax y piernas…
Otra cosa que no dice el informe (del asesor mencionado) es que los relevos se hacían con helicóptero y perfectamente conocía como suena un helicóptero.
Y la base aérea de Laguna del Sauce en ningún momento detecto movimiento aéreo en la zona puesto que esa zona estaba vigilada, ya que fue la fecha en la que hubo la revuelta en la armada. Simplemente quería aportar algo en memoria de mi padre que en paz descanse”. (Fin de la cita)
¿El Centro de “Identificación” Aeroespacial podrá identificar los datos del “helicóptero y sus tripulantes” alguna vez?….
Después de todo, también se abocó a un caso de hace 30 años. Y tiene “competencia argentina”, según la hipótesis de su asesor en EE.UU.
Aquí las «afirmaciones extraordinarias” no requieren tantas pruebas extraordinarias. ¿O sí?
¿O acaso estaremos ante una nueva parodia interpretativa para dejarla así?

(Foto Archivo C.Ferguson)
CONCLUSIÓN
“El platillo volador es la forma aerodinámica de la serpiente de mar – profetizó un físico francés, ahora de mucha edad, cuya ignorancia total y persistente sobre el tema sólo es igual a su imprudente presentación”. (astrónomo Pierre Guerín / Miembro del Consejo Nacional de Investigación Científica de Francia).
La “relatología” (término utilizado de vez en cuando por Ruben Lianza para hablar de los “creyentes ufólogos”), es un término que no se encuentra reconocido ni utilizado en el ámbito de la lingüística, la literatura o la semiótica.
O sea, es sólo una vulgar palabra que intenta atribuir al ufólogo una creencia fantasiosa.
Pero también podemos incluirla en esta oportunidad, para referirnos a quienes:
“Sostienen una narrativa de que las autoridades tienen una oficina que se encarga de dar respuesta a la población sobre los fenómenos aeroespaciales (lo cual es totalmente parcial y mínimo), que los ufólogos somos todos creyentes en extraterrestres y que somos ilusos (lo que es una falsedad de cabo a rabo) y que los testigos narran todas confusiones (otra generalización).
Que quien maneja ello conoce “todos” los aspectos aeroespaciales (al punto de “explicar” casos no resueltos en organismos de primer nivel), y que aparenta saber sobre Ufología, a la cual considera una creencia, pero para referirse a ella utiliza anacronías y datos anquilosados del pasado y de los años 80…
Que todos sus asesores están especializados en aspectos aeroespaciales (aunque un par de amigos sólo están allí en calidad de eso y nada más)…
También la relatología puede ser intentar defenestrar a otra comisión más antigua y de prestigio de otro país (quizá porque no puede llegarle ni a los talones…)…o por la envidia de ver cómo un organismo oficial puede tomar contacto con civiles de manera ejemplar.
Y podríamos seguir una extensa lista de relatos y narrativa, que siempre terminan en parcialidad, falta de conocimientos y ausencia de revisión de literatura.


EPÍLOGO
Mas allá de toda esta ironía, una cosa es cierta: estamos ante un distorsionador de conceptos sobre Ufología (¿quizá con algún pésimo asesor no declarado en ello?), que malinterpreta algunos aspectos gramaticales y de interpretación en relatos auditivos, que eso le lleva a errores de juicio y conceptuales, y que a ello le suma expresiones insolentes y tergiversadas hacia los que denomina ufólogos en forma peyorativa.
En cierta medida se parece a muchos divulgadores, cuyas críticas siempre son hacia los “ufólogos”, pero que no investigan ni hacen nada para intentarlo. (CITA 11)
Todos en la vida podemos y debemos aprender a distinguir, y como hemos visto aquí, el ex comodoro tampoco sabe distinguir muchas cosas. Y siempre será más grave para quien tiene una responsabilidad oficial.
Pero al conocimiento debe sumarse – indefectiblemente – la calidad humana, en cuanto a ser ecuánimes, la ética, la reflexión para una adecuada interpretación y la actitud de realmente querer alcanzar la objetividad.
En este caso es lamentable que alguien disociado con los nuevos tiempos y enfoques se aferre a una silla y a conceptos anquilosados que bien podrían lograrse armando un club de simpatizantes personal (ya vimos que para determinar muchos de los casos de imágenes no hace falta tener recursos o contactos del Estado para ello).
Analizando alguna que otra foto o video…¿se está dando respuesta a la gran mayoría de la población sobre estas cuestiones o sólo a un reducido grupo, para darnos gustos personales? En suma: no se está acorde a los tiempos que vienen a nivel internacional.
¿Aprenderá el ex oficial a no generalizar a los ufólogos como indocumentados y creyentes? ¿Aprenderá sobre temas que desconoce?
Nos importa nada lo que aprenda o no Lianza al respecto.
Pero cada vez que este señor salga a medios de prensa o medios públicos a decir tonterías sobre la Ufología, estaremos allí para recordarle algunas cosas, y seguramente con material que – de a poco – iremos trasmitiéndole a la población.
El tiempo pondrá las cosas en su lugar, tarde o temprano.
Porque como decía San Marcos:
“No hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz”
CARLOS FERGUSON
Nota: Este artículo será enviado a varios medios y autoridades varias, también del extranjero. Para dejar aclarado y contrarrestar las ideas falsas esgrimidas sobre los Ufólogos (sea quien sea el autor de la misma), le informamos al público en general y a la Prensa que NO todos los ufólogos somos creyentes, que no adoramos “marcianos”, “enanitos”, “platillos”, “ciencia ficción”, que no tenemos mitomanías o deseos insatisfechos por estudiar Ovnis, que no fomentamos como fe la procedencia extraterrena del fenómeno, que no comerciamos con el tema, que no somos sectarios ni ilusos…
Que quien quiera englobarnos en algo de eso (y ahora lo señalo en particular), sólo puede ser catalogado de falsario mentiroso, que deberá asumir las responsabilidades de sus dichos.

El autor Carlos Ferguson se desempeña en área Educativa en la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Es también profesor de Dibujo artístico y se dedica a la investigación del tema Ovni desde hace 48 años, cuando siendo un descreído, tuvo un encuentro cercano a no más de 35 metros de distancia con un OVNI discoidal. Fue el primer asesor civil en Ufología para la Fuerza Aérea Argentina (2011 a 2017). Posee cursos en Tecnología satelital, Teledetección y Sistemas de Información Geográfica. Autor de 7 libros y de la mayor recopilación de casos de aterrizaje en Argentina, con eventos clasificados. También ha realizado estudios sobre casos de pilotos y Ovnis en Argentina, así como objetos subacuáticos y los más recientes, sobre los efectos fisiológicos en testigos, y electromagnéticos. Cientos de charlas y notas durante casi 5 décadas, lo muestran con una línea de trabajo ajustada a los parámetros de estadística. Está abocado al trabajo diario estadístico, pero totalmente ya fuera del ambiente de participantes ufológicos, manteniendo algunos contactos selectivos.
Toda la edición realizada por el autor, con imágenes de Pixabay – Prohibida su reproducción parcial o total sin la expresa autorización del autor.
CITAS
CITA 1: Entrevista completa al Coronel Ariel Sánchez Ríos de la CRIDOVNI (Comisión receptora e investigadora de denuncias Ovni) de Uruguay. Realizada desde Islas Canarias, muestra claramente que lo señalado por Rubén Lianza es un dato falaz:
CITA 2: El grupo AARO (Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios) tiene en su web varios casos de No identificados, entre los cuales están los sucesos de los F-18 que aquí alguien dice tener resueltos. La página del AARO para quienes quieran consultarla:
https://www.aaro.mil/UAP-Cases/Official-UAP-Imagery
CITA 3: “Los errores de omisión se dan cuando en lo que cuentan los testigos de un hecho faltan detalles importantes, por olvido o por ocultación; los errores de comisión son aquellos en los que los testigos introducen información falsa deliberadamente -mentira- o debido a inducción autogenerada o generada por el efecto de información post suceso, fallos en la distinción entre realidad y fantasía, inferencias erróneas…” («Fiabilidad de la prueba testimonial: breve análisis desde la psicología del testimonio y los errores de la memoria» / Fernando Luna Salas – Universidad de Cartagena, Colombia
https://www.redalyc.org/journal/876/87670135005/html/
CITA 4: Los testigos pilotos del caso del 30 de junio de 2020 jamás fueron contactados por la oficina que dice identificar los casos. La investigación del mismo aparece en esta web, con el siguiente enlace:
Asimismo el siguiente enlace también nos muestra las distintas actitudes que genero ese caso, y la no investigación oficial:
CITA 5: Los pormenores de las cinco aeronaves no identificadas que violaron el espacio aéreo Argentino puede verlas en el siguiente enlace:
CITA 6: Detalle de las posturas de la oficina oficial en otros casos no investigados:
CITA 7: Las comisiones oficiales de estudio Ovni en el mundo, en general hacen una investigación integral. El centro de “identificación” de Argentina, sólo se aboca a fotos y videos (que es el 2 % del total de las denuncias), y no ahonda en estos datos:
Estudios de actividad anual, mensual, semanal, horaria, comparativa, de distribución geográfica, de zonas poblacionales, de cantidad, profesión, actividad y edad de testigos, de las características extrañas denunciadas (forma, cantidad, colores, diámetros, distancias, duración de los casos, puntos de aparición y desaparición, maniobras y posibles velocidades estimadas, estudios de Osnis, Huellas (formas, cantidad, diámetros, aspecto), efectos electromagnéticos (EM), estudio de correlación entre diámetros de objetos y diámetros de huellas, efectos fisiológicos en testigos, en animales, denuncias de entidades, las fuentes de información, la calificación de casos, muestras selectas, calificación mayor y menor a la tasa media, relación distancia – extrañeza, etc.
CITA 8: “Anosmia” es la pérdida total del sentido del olfato
CITA 9: El caso “Isla de Lobos” completo:
CITA 10: “Elementos de Ovnilogia” – Milton Hourcade – p.80 – Febrero 1989 – Montevideo, Uruguay.
CITA 11: Una cantidad de youtubers de ocasión, que nada conocen del ambiente ufológico, se la pasan criticándolo sin tener datos ni información (ni de los casos ni del historial ufológico). Son ajenos que no tienen la voluntad, deseo ni capacidad de encarar investigaciones directamente y quieren desalentar a quienes las hagan. A lo sumo los que sí tenemos información de años, podemos efectuar críticas con fundamento. Los otros, son de palo.