HISTÓRICO: LA CIENCIA POR PRIMERA VEZ ACEPTA LA EXISTENCIA OVNI Y ADMITE LOS TESTIMONIOS CREÍBLES, EN EL INFORME DE LA N.A.S.A
Por Carlos Ferguson
“¿Podemos darnos el lujo de no mirar hacia los cielos de los ovnis; ¿Podemos permitirnos pasar por alto un avance potencial de gran importancia?. El público no quiere otros 20 años de confusión OVNI. Quieren saber si realmente hay algo en todo este asunto de los ovnis y puedo decirles definitivamente que no están satisfechos con las respuestas que han estado recibiendo”. (Dr. Joseph Allen Hynek, fines de los 60)
“Hay una razón comprensible por la cual la Fuerza Aérea ha tenido que clasificar esto. Un objeto aéreo no identificado, por presunción, es hostil hasta que se demuestre lo contrario. Así que ha habido esta medición desafortunada, pero completamente comprensible, de estas dos áreas. La misión de defensa nacional de la Fuerza Aérea ha necesitado que tengan una parte del problema OVNI inevitablemente, y lo consiguieron en primera instancia. Hace tiempo que nos dijeron que aquí no hay hostilidad, por lo que las curiosidades científicas quedan desatendidas porque no entra en la misión de defensa, en otras palabras, para ser transferido a la NASA”. (Dr. James Mac Donald, fines de los años 60)
PRÓLOGO
El 14 de septiembre de 2023 es una fecha histórica – a mi entender – en el historial OVNI.
Por primera vez la Ciencia (a través de la NASA), admite la realidad OVNI, entre otras cosas.
Muchos detractores venían sosteniendo y regodeándose, que no habría ratificación de lo “extraterrestre”, y eso en verdad, ya había sino señalado en el informe anterior de la NASA.
Pero lo que estos detractores obvian, es algo que los Ufólogos debemos resaltar. Lo haremos en esta nota.
Hagamos un racconto de como llegamos a este hoy.
Luego del cambio del Pentágono hace 3 años, tuvimos la respuesta desde el punto de vista de Defensa, con una “punta del iceberg”, como señaló el ex jefe de inteligencia de la administración Trump, John Ratcliffe.
Poco después, y en otro giro imprevisto, el titular de la NASA Bill Nelson, habló sobre los pilotos de la Marina, que tuvieron esos encuentros con OVNIS (algunos impactantes).
Y allí se sumó la NASA como ente científico en la cuestión, con un informe preliminar con porcentajes similares a los del Pentágono (3 al 5 % No Identificados, luego de analizar todas las posibilidades y agotarlas). Ello demandó 9 meses.
Hace pocos días, el titular de la NASA de paso por Buenos Aires, señaló que habría un informe en pocos días, lo que se transformó en el estudio ratificado este 14 de septiembre.
EL PENTÁGONO PATEA EL TABLERO
Cuando en Marzo de 2021 el ex director de inteligencia nacional de Estados Unidos John Ratcliffe habló sobre Ovnis, se instaló nuevamente el tema en el tapete, luego de que ya veíamos informaciones del Pentágono hablando de casos Ovnis.
Ratcliffe aseguró por entonces que:
“Hay muchos más avistamientos de los que se han hecho públicos”, y agregó que hay evidencias de que Objetos Voladores No Identificados realizan maniobras que serían imposibles con la tecnología conocida y “difíciles de explicar”.
Agregó también que:
“Por lo general, tenemos varios sensores que detectan estas cosas, y algunos de ellos son fenómenos inexplicables, y en realidad hay bastantes más de los que se han hecho públicos. Siempre buscamos una explicación plausible: si el clima puede causar alteraciones visuales, a veces nos preguntamos si nuestros adversarios tienen tecnologías que están un poco más adelante de lo que pensábamos o de lo que nos dimos cuenta, pero hay casos en los que no tenemos buenas explicaciones para algunas de las cosas que hemos visto”. (fin de la cita)
Incluso se definió a estos casos de una manera muy particular: “Capacidades tecnológicas desconocidas”, lo que implica que luego del estudio completo quedaron bajo esa denominación, un porcentaje del 3 al 5 % del total.
El senador republicano por Florida Marco Rubio, hizo otra declaración a la cadena WFOR-TV:
“Tenemos cosas que sobrevuelan nuestras bases militares y los lugares donde realizamos ejercicios militares, y no sabemos qué son y no son nuestras. Preferiría que fueran extraterrestres en lugar de rusas o chinas, porque ello implicaría que han dado un salto tecnológico”. (fin de la cita)
El representante Adam Schiff (demócrata por California y presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes), también se refirió a la necesidad de estudiar el tema en mayo de 2023:
«Los informes sobre UAP han existido durante décadas, pero no hemos tenido una forma ordenada de informarlos sin estigma y de investigarlos. Eso necesita cambiar» (Fin de la cita).
Por su parte, el representante André Carson (demócrata por Indiana y presidente del Subcomité de Contraterrorismo, Contrainteligencia y Contraproliferación de la Cámara de Representantes), dijo que el Departamento de Defensa (DOD) barrió la cuestión de los fenómenos aéreos no identificados (UAP) “bajo la alfombra”. «
«Durante demasiado tiempo, el estigma asociado con los UAP se ha interpuesto en el camino de un buen análisis de inteligencia». Los pilotos evitaron informar o se rieron de ellos cuando lo hicieron. Los funcionarios del DOD relegaron el tema a un segundo plano o lo ocultaron por completo bajo la alfombra, temerosos de una comunidad de seguridad nacional escéptica. Hoy sabemos que no es así. Son reales, deben ser investigados y las numerosas amenazas que plantean deben ser investigadas» (Fin de la cita).
Sean Kirkpatrick, que dirige la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) del Pentágono, apoyó la idea de recurrir a la Inteligencia Artificial para estudiar a los OVNIS:
«Tenemos un montón de datos científicos calibrados a gran escala procedentes de todos estos instrumentos diferentes en todo el mundo. Sería un estudio interesante ver cómo se pueden aplicar algunas herramientas de Inteligencia artificial para buscar entre esos datos firmas anómalas que puedan correlacionarse con cosas sobre las que tenemos informes». (CITA 1)
LA NASA CONFIRMA OVNIS
Luego del Pentágono, la NASA hizo una primera reunión, examinando durante 9 meses, la información que contaban.
Y llegó el 31 de mayo, donde se presentaron los resultados preliminares de esos 9 meses de trabajo.
En esa conferencia de prensa, ratificaron lo que ya sabemos de los OVNIS hace mucho tiempo: que un gran porcentaje corresponde a confusiones con distintos elementos naturales o convencionales (incluidos los drones).
Pero que de esos 800 casos, un 2 a un 5% del total no tienen explicación.
El titular del grupo de científicos David Spergel, aseguró:
“El origen de los UAP sigue sin ser claro» y «no hay garantía de que cada avistamiento pueda ser explicado. Como científicos, nosotros también queremos conocer la verdad, es nuestra naturaleza. No tenemos ninguna evidencia concluyente sobre el origen extraterrestre de estos fenómenos» (Fin de la cita)
Algunos detractores rumiaron que lo que había declarado la NASA era la confirmación de que el OVNI no es extraterrestre.
Para ellos también – como para algunos creyentes y contactados – una cosa parece estar ligada a la otra.
Pero lo que estos detractores han silenciado (y han tenido que tragarse el sapo), es que el porcentaje de NO IDENTIFICADOS también se da en un estudio científico.
Después de todo, una cantidad de testigos no habían mentido, ni se habían alcoholizado, ni eran delirantes, ni aficionados a los marcianos, ni creyentes en baratijas.
Está más que claro que lo del Pentágono y la NASA, es una rehabilitación de cada hombre de la calle (en casos de confiabilidad), que ha afirmado toparse con lo desconocido.
Guste o no, estos organismos (así como Comisiones oficiales serias del mundo, como las de Francia y Uruguay), ratifican siempre ese porcentaje.
AÑO 1953 Y 2023….¿CONCLUSIONES DISTINTAS?
Aquí es clave volver a hacer una breve mención histórica.
Un año después de que el General Samford diera la conferencia de prensa en el Pentágono en 1952, hablando de “casos increíbles contados por testigos creíbles”, se creó la “Asamblea de Sabios” o “Panel Robertson”.
Así se denominó a este grupo creado a instancia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), para que emitiera un veredicto sobre la realidad Ovni.
Pero ya en 1952, en plena oleada de casos, el subdirector de la CIA por entonces (M.Chadwell), señaló:
«En este momento, los informes de incidentes nos convencen que está sucediendo algo que debe recibir atención inmediata. Los avistamientos de objetos inexplicables a grandes altitudes y viajando a altas velocidades en las proximidades de importantes instalaciones de defensa de EE.UU. son de tal naturaleza, que no son atribuibles a fenómenos naturales o a tipos conocidos de vehículos aéreos». (CITA 2)
Y en otro memorando de la CIA al Director de la Inteligencia Central, señalaba el 11 de septiembre de 1952:
“… el estudio no intenta determinar definitivamente la naturaleza de los diversos fenómenos que están causando estos avistamientos. Nuestro panel de consultores afirmó que estas soluciones probablemente se encontrarían en los márgenes o justo más allá de las fronteras de nuestros fenómenos actuales…».
El 4 de diciembre de 1952 el Comité Asesor de Inteligencia acordó que el Director de la Inteligencia Central debía contratar los servicios de científicos seleccionados para revisar y evaluar la evidencia disponible a la luz de las teorías científicas pertinentes.
La idea era la rápida identificación de posibles agresores soviéticos (armas secretas), y reducir todo informe que no pueda explicarse porque obstruían los canales de comunicación de defensa aérea y creaban un riesgo.
Esta maniobra era harto difícil, pero demostró ser efectiva, en parte.
Entonces comenzó todo en enero de 1953.
El Panel surgió bajo la recomendación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), sobre la investigación que venía realizando la Fuerza Aérea (Libro Azul).
Primero se lo clasificó como informe Secreto, dado que había actividades militares de por medio.
Las conclusiones del Panel (que comenzó las reuniones por unas pocas horas el 14 de enero de 1953), fue que los Ovnis no eran una amenaza directa a la seguridad nacional, pero podrían representar una amenaza indirecta al abrumar las comunicaciones militares, debido al interés público en el tema.
La mayoría de los informes de ovnis podrían explicarse como una identificación errónea de objetos aéreos mundanos (tal cual sabemos pasa hoy día también y es idéntico a lo que la NASA ha planteado), y la minoría restante podría, con toda probabilidad, explicarse de manera similar con más estudios (hay cierta analogía con lo que ha esbozado la NASA hoy).
Han pasado 70 años, y todo parece estar igual, pero hay una salvedad importante: por aquel 1953, no se había confirmado un porcentaje de No Identificados como ahora.
El Panel Robertson recomendó que se llevara a cabo una campaña de educación pública para reducir el interés público en el tema, por el riesgo en la Defensa que antes mencioné.
En plena “Guerra Fría” (CITA 3), y con la impresionante oleada de casos de 1952, era fundamental no cometer el error de interpretar que la presencia de objetos en territorio norteamericano pudiera ser atribuido al bloque comunista.
También los grupos civiles de OVNIs deberían ser monitoreados (principalmente los grupos «Investigadores Civiles de Platillos Voladores» de Los Ángeles y la «Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos” de Wisconsin). Tenían en cuenta que podría existir en ellos la aparente irresponsabilidad y el posible uso de tales grupos con fines “subversivos».
Los científicos que participaron fueron el físico Dr.Howard P. Robertson, Luis Álvarez (físico, experto en radares y más tarde, premio Nobel ); Frederick C. Durant (oficial de la CIA, secretario del panel y experto en misiles); Samuel Abraham Goudsmit (físico nuclear de los Laboratorios Nacionales Brookhaven), Thornton Leigh Page (astrofísico, experto en radares, subdirector de la Oficina de Investigación de Operaciones de Johns Hopkins), Lloyd Berkner (físico), J. Allen Hynek (astrónomo y consultor de Blue Book), que luego sería el Ufólogo más importante del mundo.
En un principio los nombres de este Panel fueron ocultados un tiempo.
Como declaró el astrofísico Thornton Page, las reuniones fueron “informales” y se les informó que “el trabajo era reducir la preocupación del público y mostrar que los informes sobre ovnis podían explicarse mediante el razonamiento convencional».
Fueron cuatro días consecutivos de reuniones (un total de 12 horas) y revisaron 23 casos de un total de 2.331 que la USAF tenía registrados (una cifra insignificante).
En suma: en sólo 4 días, con un análisis mínimo de casos y en reuniones “informales”, el Panel llegó a las conclusiones:
a. Que no hay indicios de que estos fenómenos constituyan una amenaza física directa a la seguridad nacional.
b. Que el énfasis continuo en la información sobre estos fenómenos resulta, en estos tiempos lamentables, en una amenaza al funcionamiento ordenado de los órganos protectores del cuerpo político.
c. Que las agencias de seguridad nacional tomen medidas inmediatas para despojar a los Objetos Voladores No Identificados del estatus especial que se les ha otorgado y del aura de misterio que lamentablemente han adquirido.
CONSECUENCIAS
El historiador Gerald Haines señala:
«Tras las conclusiones del panel de Robertson, los funcionarios de la CIA dijeron que no parecía justificarse una mayor consideración del tema, aunque continuaron monitoreando los avistamientos en interés de la seguridad nacional. Los funcionarios de la CIA querían que se restringiera cuidadosamente el conocimiento de cualquier interés de la Agencia en el tema de los platillos voladores. (CITA 4)
En los años posteriores al Panel Robertson se introdujeron una serie de regulaciones militares especiales para regular la presentación de informes sobre avistamientos de ovnis. Se trataba de la Publicación 147 del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea Conjunta (JANAP 146) de diciembre de 1953 y una revisión de 1954 del Reglamento 200-2 de la Fuerza Aérea (AFR 200-2), que introdujo sanciones importantes para el personal militar y parte del personal civil por actos no autorizados. Divulgación de información relacionada con avistamientos de ovnis. (CITA 5)
“Todo esto se hizo en secreto. La tarea de cara al público de Libro Azul siguió siendo la investigación ufológica oficial, pero la realidad era que se había reducido a una organización tapadera que apenas hacía investigaciones complejas. Se había convertido casi únicamente en un equipo de relaciones públicas con la misión de desacreditarlo todo. (CITA 6)
Cuando Edward Ruppelt abandonó el “Libro Azul”, sólo quedaban con él dos personas.
Y como podemos leer: “Todos los que le sucedieron como directores de Libro Azul manifestaron apatía o incluso hostilidad rotunda al asunto ovni” (cualquier semejanza con algunas situaciones muy conocidas por nuestros lares en Argentina hoy día, no parece ser pura y simple coincidencia). (CITA 7)
SEPTIEMBRE DE 2023: LA NASA CONFIRMA A LOS OVNIS, A LOS TESTIGOS Y NO DESCARTA NINGUNA POSIBILIDAD DE ORIGEN
Esta fecha histórica de hoy, muestra 4 aspectos muy concretos. La NASA (la Ciencia), reconoce:
1 – La existencia OVNI: Hay casos de objetos que no pueden encuadrarse como ninguna confusión natural o artificial.
2 – La NASA reconoce que hay muchos TESTIGOS CREÍBLES. Esto no es poco. Durante años, los detractores no perdieron ocasión de menospreciar o minimizar los testimonios de los observadores, bajo múltiples explicaciones.
Pero hoy, esos testigos están rehabilitados en gran parte. Hay testimonios fiables, y muchos de ellos son pilotos.
3 – «Los fenómenos anómalos no identificados existen y son un evidente peligro para el espacio aéreo de Estados Unidos». Esto ya se viene mencionando a través de las profundas investigaciones del Dr.RICHARD HAINES y otros. En mi libro “Encuentros entre pilotos y Ovnis”, hay decenas de testimonios de nuestro país y el mundo, donde muchos aviones estuvieron en punto de colisión con Ovnis.
A diferencia de lo que el Pentágono declaró en 1952, ahora sí se reconoce cierto riesgo del fenómeno en su interacción aeroespacial, y señala: “Es obligación de esta nación determinar si estos fenómenos plantean algún riesgo potencial para la seguridad del espacio aéreo”
4 – En el informe si bien no se puede ratificar origen sobre los OVNI, tampoco se niega la posibilidad de un origen extra terráqueo.
También podemos leer otros aspectos concretos.
Se reconoce que «existe un número limitado de observaciones de alta calidad, lo que hace imposible sacar conclusiones científicas firmes sobre su naturaleza».
Agrega que la detección suele ser fortuita, capturada por sensores que no estaban diseñados o calibrados para este propósito, y que carecen de metadatos completos.
Por eso se apuntará a reforzar el estudio incluso mediante inteligencia artificial
Nasa confirma que hay 160 radares meteorológicos operados conjuntamente por la FAA, la Fuerza Aérea de EE. UU. y el Servicio Meteorológico Nacional, o los satélites ambientales operativos geoestacionarios. Todos ellos serán esenciales para distinguir objetos interesantes en el espacio aéreo.
Pero hay dos puntos que considero claves en esta declaración.
A – La NASA confirma la necesidad de un estudio INTEGRAL Ovni (esto lo venimos diciendo desde hace tanto tiempo, en especial, sobre la deplorable oficina oficial argentina, que sólo toma en cuenta fotos sin otros elementos).
B – El estigma de creyentes pero también de detractores. Parte del panel de científicos de la NASA recibió ataques de ambos lados. Pero es llamativo el que propios colegas científicos hayan menospreciado a estos científicos. Dice el informe:
“Al menos un científico que formó parte del equipo de estudio informó haber recibido correos electrónicos negativos (de odio) de colegas debido a su membresía. Otros fueron ridiculizados y criticados en las redes sociales. Los miembros del equipo de estudio también observaron el conocimiento de primera mano de colegas a quienes se les advirtió que se mantuvieran alejados de la investigación en áreas como las tecnofirmas extraterrestres, que podrían dañar su credibilidad científica y su potencial de promoción. Estas experiencias confirman aún más el estigma negativo asociado con el estudio de fenómenos inusuales o inexplicables. Tales críticas, ya sea por parte de detractores o defensores de la hipótesis extraterrestre, son un anatema para el método científico, que la NASA siempre ha promovido y seguirá promoviendo de manera objetiva y con una mentalidad abierta”.
EPÍLOGO
Decía el Dr.James Mac Donald a fines de los 60:
“La comunidad científica en su conjunto no tomará en serio este problema porque no tiene datos científicos. Quieren datos instrumentales. ¿Por qué no tienen datos instrumentales? Porque los científicos no se lo toman lo suficientemente en serio para obtener los datos científicos. Es como el joven de 20 años que no consigue trabajo porque le falta experiencia, y le falta experiencia porque no ha tenido trabajo. De la misma manera, encuentra al científico deseando que le dé buenas lecturas de medidores duros y trazas de magnetómetro, y así sucesivamente: pero aún no lo tenemos porque el cuerpo colectivo de científicos, incluyéndome a mí, ha ignorado los ovnis”. (Fin de la cita)
Y Hynek, en el mismo momento, declaraba:
“Muchos científicos, que no están familiarizados con los datos OVNI realmente desafiantes, no aceptarán la necesidad de una investigación científica de alto nivel y un esfuerzo para establecer la validez de los datos y, por lo tanto, aún no se ha llevado a cabo una investigación tan detallada, concienzuda y sistemática”. (Dr.Joseph Allen Hynek, fines de los 60)
Hoy la Ciencia ratifica a través de los 16 miembros de NASA, la existencia de los OVNI como un fenómeno digno de estudio. Han pasado 70 años desde el Panel Robertson, donde se decidió un encubrimiento conveniente.
Desde la Pandemia, en el Pentágono, comenzaron a difundirse casos de No Identificados que han dado un giro total a la cuestión.
Hoy comienza una nueva etapa desde el organismo espacial, y se creará una oficina específica que se abocará a un estudio profundo de la cuestión.
Además de los pasillos del Pentágono, en los de la NASA, nos espera otro encuentro con el destino.
Carlos Ferguson
Prohibida su reproducción sin expresa autorización del autor.
CITAS
CITA 2: Memorando de la CIA para el Director de la Inteligencia Central de H Marshall Chadwell, 2 de diciembre de 1952 – ‘Objetos voladores no identificados’.
CITA 3: La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, económico, social, ideológico, militar e informativo el cual comenzó al término de la Segunda Guerra Mundial entre los bloques Occidental (capitalista) y Oriental (socialista), liderados por los Estados Unidos y la Unión Soviética en 1945. Las principales crisis de esta fase incluyeron el bloqueo de Berlín de 1948-1949, la segunda fase de la guerra civil china (1946-1949), la guerra de Corea (1950-1953), la crisis de Suez de 1956, la crisis de Berlín de 1961 y la crisis de los misiles cubanos de 1962. La fase de estabilidad se derrumbó a finales de la década con la guerra de Afganistán de 1979. La década 1980 fue otro período de tensión elevada. Estados Unidos aumentó las presiones diplomáticas, militares y económicas contra la Unión Soviética, en un momento en que esta ya sufría un estancamiento económico. A mediados de la década de 1980, el nuevo líder soviético Mijaíl Gorbachov introdujo las reformas conocidas como Glásnost (1985) y Perestroika (1987) y puso fin a la participación soviética en Afganistán. El resultado en el 1989 fue una ola de revoluciones que (con excepción de Rumanía) derrocó pacíficamente los gobiernos comunistas de Europa Central y Oriental. (Wikipedia)
CITA 4: Haines, GK, 1997, “El papel de la CIA en el estudio de los ovnis”, Estudios de inteligencia, págs.. 67-84.
CITA 5, 6 y 7: Wikipedia.