El caso Bariloche (3 parte)

Confusión en la Torre de Control
Poco antes de producirse la caída del equipo electrógeno y el escape del ARG-674, el Suboficial Ayudante Alfredo R. Blanco había solicitado por línea interna la presencia de otra persona en la torre para que certifique lo que estaba sucediendo.
Quién respondió al llamado fue el Cabo Principal Julio Cesar Cantero que se desempeña en Plan de Vuelo. Sin embargo, Cantero no se apersonó en la torre hasta después de ocurrido el apagón.
Antes de su llegada, Blanco, notó algo en el instrumental meteorológico que le llamó poderosamente la atención.
Pero veamos primero – en las propias palabras del torrero- que recuerda de toda su experiencia (1):
«Lo que pasó fue así: entró la aerolínea con nosotros a aproximadamente 60 millas de acá viniendo del Noreste. Se le da todos los datos al vuelo y se le da turno de aproximación…
La nubosidad estaba así, quebrada lo llamamos nosotros, no estaba todo el cielo cubierto (recordemos que había dos octavas partes de cielo con nubes).
La aerolínea llega hasta la vertical y comienza el procedimiento de aproximación. Unos dos minutos después de haber abandonado la radioayuda (se refiere al VOR) nos preguntó si teníamos algún tránsito viniendo en sentido contrario.
Los únicos datos que le dimos era que venía otro avión pero que estaba muy lejos, que se aproximaba desde el N/NE. pero que todavía no había entrado en contacto con nosotros.
Desde la aerolínea nos comentan que tienen una luz muy intensa que para ellos era un tránsito.
Ok, recibido le contesté.
Entonces me paré aquí, agarré los binoculares, y miré hacia donde hacía el procedimiento normal pero no vi nada.
A los dos o tres minutos, ya en viraje de aproximación me llama el avión de Gendarmería Nacional…Le doy todos los datos, él me da todos los datos …
…La aerolínea me llama en viraje de procedimiento que la luz se hacía muy intensa y que venía hacia ellos.
Le comunico que no tengo tránsito excepto el que yo le indiqué; no tengo la luz a la vista que ustedes me están señalando…
…En un momento el técnico de turno de la usina me avisa por medio del HT, el equipo a baterías, que mantenga los equipos al mínimo y que no prenda, todavía, las luces de la pista ni de las plataformas porque los equipos no dan más…
…En eso desde el boeing me dicen que tenían un tránsito a la derecha, en formación, y comienzan a describírmelo…
…Otra vez me vuelven a llamar desde la usina y me dicen: mira Alfredo, no prendas las luces todavía que el equipo está a full, está aguantando no sé como…En ese momento agarro el HT y lo llamo al que estaba de Jefe de turno (se refiere al Suboficial Principal García) y le comento que había una aerolínea que tenía un tránsito así, así y asá pero lo único que tengo es …cuando me interrumpe y me dice: ¡No! ¡No! . ¡Yo los estoy escuchando y lo estoy viendo a ese tránsito!. Entonces yo le digo: ¿Vos que estás viendo, la aeronave o el OVNI? -es la primera vez que mencioné ese término -. ¡No!. ¡ Yo estoy viendo el OVNI! .¡Mirá cómo es…!. Ok recibido, le contesto, yo honestamente no veo nada…
…Bueno, se aproxima más la aerolínea y en ese momento le prendo las luces de pista y en eso se produce el apagón total.
Por lo cual, le pido al boeing que efectúe escape por corte de energía…la aerolínea reaccionó y pronto dio motor, metió tren adentro, y se vino a la vertical…»
Evidentemente pueden existir algunas diferencias en el testimonio de Blanco con lo expuesto en la segunda parte de este trabajo, y resulta lógico. Lo que no podemos comprender, honestamente, es que el Suboficial Ayudante no observara el transito que la aerolínea reportara, pues, uno de nosotros estuvo en la torre y ha tenido la oportunidad de mirar con los prismáticos utilizados esa noche y, en verdad, la visión es óptima en 360 grados.(Como debe ser desde una torre de control). Y más extraño aún es que desde otras oficinas, localizadas unos metros más abajo, sí se lograba visualizar una luz muy cerca del boeing, destacándose perfectamente por su luminosidad.
Por lo que nos preguntamos: ¿El Suboficial Ayudante Alfredo R. Blanco nos ha contado toda la verdad?. ¿Oculta algo?. Al menos eso nos dio a entender el Suboficial Principal García en un par de ocasiones luego de nuestra entrevista.
Otra pauta que apoyaría esta sospecha es que desde los aviones en vuelo recuerdan y aseguran que desde la torre de control confirmaron que veían una luz junto al avión. Y si bien no aparece en la transcripción bien podría ser que este dialogo se desarrolló durante los minutos no grabados.
Para esta última inquietud cabe la posibilidad que las tripulaciones hayan escuchado decir a Blanco que desde el aeropuerto estaban viendo una luz junto al boeing pero no precisamente porque él la estuviera observando sino en referencia a lo que el Suboficial Principal García apreciaba. Por otro lado, ¿Por qué el S. A. Alfredo Blanco ocultaría los hechos del procedimiento cuando él mismo afirma haber presenciado, a continuación del escape, lo siguiente?:
«En el pasaje que hizo (20.48 h.) lo que más me extrañó es que estos equipos: el que nos da el QNH, que vendría a ser la presión al nivel de la estación; el equipo que nos da la intensidad y dirección del viento; el que nos indica la altura de las bases de las nubes; es decir, una serie de equipos que no trabajan a batería se apagaron con la caída del grupo pero, cuando la aerolínea estaba prácticamente arriba de la torre, en ascenso, observo extrañado que los equipos vuelven a prenderse y comienzan a comportarse de manera muy extraña: el equipo que indicaba la dirección del viento giraba constantemente, los que indican -en números- la velocidad y la altura de las nubes subían y bajaban, al igual que el barómetro, ¡ y eso que no funcionan a baterías!; solamente el HT, que es el radio comunicador que utilizo para hablar con los aviones, continua funcionando pero a baterías…Y sigo mirando todos los demás equipos y veo que ningún otro se prendió. Entonces, me acerco a la ventana y veo pasar a la aerolínea, y llamo al GN705 que estaba viniendo en dirección al aeropuerto y le digo al comandante: ¿Usted tiene a la vista ahora, tránsito que acaba de efectuar escape…pero Ud. tiene ahora otra luz aparte de éste?. Y Gaitán me contestó: – A ver espere…afirmativo lo acabo de ver-; pero se limitó a eso nada más. Entonces, agarré nuevamente los binoculares y miré a la aerolínea y recién ahí observo (una luz) como si fuese el haz de una linterna apuntando hacia abajo, siguiendo al avión. Y se lo informo a Polanco….»
Si la intención de Blanco era no involucrarse en los incidentes ¿Para qué negar solo una parte?; lo lógico en ese caso era negar todo. En fin, inquietudes que al día de hoy se mantienen abiertas.

La observación del Cabo Principal Julio Cesar Cantero

Cuando se produjo la caída del equipo electrógeno, Cantero se encontraba trabajando en la oficina de plan de vuelo, ubicada en la planta baja del edificio principal. En plena oscuridad se dirigió a la Torre de Control; hacía unos minutos el torrero había solicitado su presencia. Salió de su oficina y cuando procedía a subir las escaleras se encontró con el S. P. García que bajaba de la jefatura presurosamente. Subió los tres pisos por la escalera tipo caracol y se asomó al interior de la torre.
Una vez en ésta, pudo observar hacia el Oeste, al avión de Aerolíneas Argentinas efectuando el escape (20.51 h.) prácticamente ya sobre el Lago Nahuel Huapí y arriba del avión, en la parte de cola, una luz. Tomó los binoculares y confirmó lo que el Suboficial Ayudante había observado. Una luz ámbar que lo alumbraba como si fuese una linterna.
Su observación, estima, duró un minuto aproximadamente porque en cierto momento esa luz dejó de observarse aunque no percibió como desapareció. La aerolínea, mientras tanto, prosiguió su vuelo, perdiéndose de vista -a causa de la nubosidad existente en ese sector- cuando realizaba el viraje sobre el lago.

Testimonio de la tripulación del GN705

Al producirse el segundo corte de energía en el aeropuerto, a causa de la caída del equipo electrógeno, el GN-705 estaba bloqueando el ILS, mientras que el ARG-674 iniciaba el escape. En el preciso momento del apagón, la tripulación del avión sanitario no visualizaba el aeropuerto porque el ala derecha de su aeronave lo impedía, pero el Comandante Principal miró los instrumentos del tablero y observó que los equipos de navegación que reciben la señal de tierra se habían apagado; en cambio, los equipos de control y el instrumental de vuelo de la aeronave funcionaban bien.
El GN-705, que había recibido instrucciones de la torre de cancelar el procedimiento y notificar en la vertical con 11.000 pies (3.000 m.), volaba con rumbo 284 grados para alcanzar el VOR Bariloche, cosa que hicieron, estimamos, a las 20.51 h.. Previo a ello, el copiloto había advertido que el instrumental electrónico de navegación volvió a funcionar, esto indicaba que el aeropuerto había restablecido la energía convencional, tal cual lo había anunciado antes.
Una vez en la vertical, los gendarmes viraron levemente hacia la derecha y pusieron rumbo 330 (Noroeste) en tanto, hacia el Oeste, vieron al Boeing 727-200 con todas sus luces prendidas que comenzaba a iniciar el viraje sobre el lago para regresar a la vertical del aeropuerto, conforme al procedimiento de escape que está establecido…serían las 20.52 h.
A partir de aquí, y dada la claridad del testimonio del Comandante Principal Rubén Adolfo Cipuzak, pasamos a transcribir textualmente lo que nos expresara durante la entrevista mantenida el 8 de Junio de 1996, en Campo de Mayo..
» Nosotros estábamos a 11.000 pies y el avión de Aerolíneas estaba ascendiendo hacia los 10.000 pies, o sea , 300 m más bajo que nosotros, y se lo veía perfectamente porque parecía un árbolito de Navidad con todas las luces prendidas…y se veía a un costado más a la izquierda las luces de la ciudad y el avión de aerolíneas sobre el lago, que se veía todo negro, oscuro ; no se veían las montañas, todo era negro. Y el avión de aerolíneas con su iluminación lo veíamos perfecto.»
«La noche era totalmente oscura y no había nubes, nubes importantes que reduzcan o limiten la visibilidad. Había luna, pero la luna no era tan grande como para que sea una noche clara, yo la veo cuando estábamos haciendo el viraje…para volver al aeropuerto, ahí es donde la veo. La noche era muy fría, totalmente estrellada y oscura».
«Nosotros también habíamos prendido las luces de nuestro avión para que el de aerolíneas nos vea…que estabamos en la vertical del aeropuerto…y yo veo pasar por debajo nuestro – y si nosotros estábamos a 11.000 pies, yo calculo que este objeto pasó a 6.000 pies (1.800 m) abajo nuestro o tal vez un poquito menos, yo calculo entre 1.000 y 1.500 metros por debajo de nosotros y me animo a decir esa distancia porque uno está relativamente entrenado. Esta luz iba muy por debajo, muy cerca del piso, y nos cruzaba por debajo, de atrás hacia adelante, nos pasa. Era una luz ámbar que aumentaba y disminuía de intensidad, aumentaba y disminuía, a medida que iba pasando. Nosotros íbamos a 160 nudos en ese momento, a reducida velocidad, y este objeto nos pasó como poste parado. Yo pensé cuando veo a esa luz: : ahí va lo que la Aerolínea estaba viendo, y pensé para mi – ¡es un Jet!- por la velocidad con que nos pasó, nos pasó como poste parado vuelvo a repetir, si yo estaba a 160 nudos esto iría por lo menos a 300 nudos. Se veía como una luz ámbar, solamente ámbar, del tamaño de una perlita de aro que usan las mujeres, de ese tamaño.»
«… si uno ve cualquier luz en la noche despide como rayitos, cualquier luz, la de un avión, de un auto, una casa, una estrella, tienen rayitos. Esa no, esa era opaca, como que estaba adentro de una opalina ; pero aumentaba y disminuía de intensidad, que a mí me hizo creer que era el beacom de un avión, que se prende y se apaga, se prende y se apaga… la luz pasó hacia el Oeste, con rumbo Oeste, como quien dice hacia donde estaba la aerolínea.
Sé que la aerolínea estaba adelante entre 8 y 9 millas porque el viraje de procedimiento establecido dice que él tiene que estar virando entre 8 y 9 millas aproximadamente.»
«La luz pasó como que iba al encuentro de la aerolínea, ligeramente a un costado. Todavía la aerolínea no había terminado su viraje, cuando digo: – ahí va lo que la aerolínea estaba viendo- pensando que era un Jet, por su velocidad, cuando en ese momento este objeto que se iba desplazando horizontalmente hizo un ascenso vertical, formando un ángulo de 90 grados; pero esa velocidad vertical fue una cosa más que vertiginosa, yo diría instantánea, esos 1.000 a 1.500 metros que calculo que estaba por debajo nuestro, ascendió instantáneamente al nivel de vuelo donde se detuvo, se estacionó, paró de golpe ; pero a esa velocidad que fue una cosa explosiva, instantánea…Se detuvo como esperándolo al avión de línea, se detuvo casi en la trayectoria final del avión de línea, en su viraje, a unos 10.000 pies.»
«Entonces en ese momento tomo el micrófono y le digo a torre, más o menos lo siguiente: Bariloche, GN705, vemos una luz que pasó velozmente debajo nuestro, ascendió en la vertical y está estacionado – así lo dije porque no sabía como decirle – está estacionado al frente o ligeramente a un costado del avión de línea. Más que nada estaba interesado en que el avión de línea viera esa luz porque estaba casi en la trayectoria de él. Entonces el piloto – el Comandante Polanco – contestó rápido, antes de que lo hiciera la torre : -¡ Sí, lo tengo a la vista, está a mi izquierda !…».
«Nosotros seguíamos avanzando hacia el Oeste. El avión de línea se venía para la vertical del aeropuerto, hacia el Este, pasó por debajo, en sentido convergente, nosotros hacia el Oeste y la aerolínea y esta luz que lo acompañaba hacia el Este, hacia la vertical del aeropuerto…En ese momento, nuestro mecánico, cuando ve pasar por debajo esa luz, se va para atrás, hacia a la ventanilla que está detrás mío – yo estaba en el puesto de copiloto – para ver si podía observar algo, cuando la luz nos pasaba por debajo. (La ventanilla en cuestión estás a la derecha de la cabina) Justo cuando nos cruzamos con la luz, el Comandante Gaitán hace una maniobra de inclinar nuestro avión hacia la derecha, como para que, tanto él como yo, pudiéramos ver cuando pasaba la luz pero Gaitán y yo no vemos nada, el avión nos molestó y nos tapó ; pero esa maniobra – de inclinar el avión – que él hizo fue suficiente para que el mecánico sí pudiera ver. Pudo ver que cruzó por debajo y nos dice él textualmente : – «una luz del tamaño aparente de la uña de un dedo pulgar, por ejemplo, color ámbar; y a la par, a un centímetro más o menos de distancia, tenía una luz verde muy pequeña». El mecánico nos dice: «era un objeto con dos luces o eran dos objetos los que nos cruzaban».
No se lo que serían, siempre vimos esa luz, que una vez que nos cruzó, el mecánico ve como esa luz tomó un ángulo de 45 grados en ascenso y se pierde a una velocidad espectacular, nos pasa en altura, y se perdió detrás de nosotros ascendiendo…
El avión de línea iba hacia el Este, hacia el aeropuerto y este objeto cuando nos cruzó a nosotros y como por detrás del avión de Aerolíneas, ascendió con rumbo S. Eso fue lo que vio el mecánico y eso fue lo que nosotros vimos : una luz ; no vimos forma ni nada…que hacía movimientos extraños, como pasarnos velozmente.
Hasta ahí era conocido, como si fuera un avión, pero lo que llamo extraño es el ascenso, un ascenso muy brusco, una cosa tan veloz, explosivo prácticamente ; esa detención así -¡y el cambio de rumbo en sentido contrario! – volvió para atrás acompañando a la aerolínea»(2)
«La luz cuando ascendió en 90 grados, se detuvo unos 3 segundos, hasta que se le juntó el avión de Aerolíneas – y ahí ya empiezan acercarse a nosotros en sentido convergente ; el avión de Aerolíneas – vuelvo a repetir – hacia el aeropuerto y él (en referencia al OVNI) que lo acompañaba, y nos cruzamos. Todo esto duró, desde que nos pasó por debajo, ascendiendo en ángulo recto, se queda estacionado y vuelve en sentido convergente y nos cruzó por debajo, todo nuestro tiempo de visualización, yo calculo entre 10 y 15 segundos. Eso es lo que vimos. ¿Qué era? no se… ojalá me explique alguien alguna vez que fue lo que vimos….
» Ese punto luminoso se veía muy bien, por la oscuridad que había hacia el lago, hacia las montañas, todo muy oscuro, a pesar de la luna …y había una capita de nubes muy ligera, pero tal vez se confunda lo que digo, cuando hablo de capita de nubes, no era una capa de estratos denso, sino era una cosa tan finita que en un determinado momento se la veía sobre el lago porque las luces de la ciudad le daban una tonalidad muy clara ; incluso cuando el avión de aerolíneas estaba girando, sus faros iluminaban esa ligera capita de nube…Esa luz, en su ascenso vertical que yo mencioné, se detiene casi en esa capita de nubes, sobresalía, se veía perfectamente en esa suave nubecita; era un punto muy luminoso que estaba ahí; no era una cosa difusa la luz que estabamos viendo sino era el punto que vimos y que nos pasó, era el punto que vimos estacionado ahí…cuando ellos (Aerolínea y OVNI) se acercan hacia nosotros…salen de esa ligera capita de nubes, como si fuera una gasa, algo muy suave, como un velo. Ellos salen y pasan por debajo de nuestro avión, así que se lo ve con claridad…».
El relato del Comandante Principal Cipuzak, se ve plenamente corroborado -salvo por pequeñas diferencias- por su piloto, el Comandante Juan Domingo Gaitán, que lamentablemente falleciera al poco tiempo en un accidente de aviación.
En un programa televisivo a pocos días del incidente, Gaitán declaraba:
«….mientras Polanco está realizando, ya alcanzado los 10.000 pies, está realizando un giro en aproximadamente sobre la Isla Huemul en esa posición, a 8 millas del aeropuerto de Bariloche, nosotros ya alcanzamos la vertical del aeropuerto con 3300 metros de altitud (11.000 pies), es decir, no sobre el piso sino sobre el mar. Está medido de esa manera.
En ese momento el copiloto, que era el Comandante Principal Cipuzak, empieza a observar una luz que nos sobrepasa por debajo y a la derecha, y cuando él me avisa yo también me inclino para verla. Era una luz ámbar. Un amarillo detrás de una tulipa, algo así; que aumentaba y disminuía de intensidad pero se desplazaba horizontalmente a una altísima velocidad».
«Nosotros íbamos a…entre 150 y 160 nudos en esa maniobra; es decir alrededor de 260-270 km./h y nos pasó, yo estimo, al doble o un poquito más de nuestra velocidad…Y sigue a altísima velocidad sobre el lago pero es una fracción mínima de tiempo y sin siquiera desacelerar o apreciarse una parábola asciende así (señala con sus manos) en 90 grados. Bueno, hasta ahí uno podría decir: -es una aeronave, un caza, o algo por el estilo que puso poscombustión pero no se veía nada, todavía sería cuestionable, a lo mejor, definirlo con un objeto de esa naturaleza (suponemos que se refiere a definirlo como OVNI) pero lo que realmente nos llamó la atención es que cuando alcanza la altitud de la aerolínea, es decir la trayectoria de la aerolínea, había un pequeño reflejo de la ciudad, realmente como anaranjado y se veía bien el agujero negro que era el lago…A esa velocidad que calculamos que si ascendió desde los 600 o 500 metros que estaba sobre la superficie hasta alcanzar el nivel de aerolínea, que estaba a 3.000 metros, en 1 segundo o algo menos que 1 segundo. Estamos hablando de Mach 3, tres veces la velocidad del sonido…»
«…A alta velocidad asciende en 90 grados pero instantáneamente se detiene en la gasita de nube, que eso no lo puede hacer nadie que yo conozca… quedó y nosotros le decimos a la torre…».(3)
El relato fue interrumpido por la anfitriona del programa y no volvieron sobre el asunto.
No obstante, tenemos constancia que en lo referente al alejamiento del objeto, Gaitán coincide también con el testimonio de Cipuzak

¿Hubo dos OVNIs?

La primera referencia a dos objetos junto al ARG-674 la brindó, en 1995, el Comandante Principal Rubén Cipuzak, en una entrevista realizada a la salida de un canal de televisión.
En ese momento estaba presente uno de quién esto escribe e, incluso, otros colegas investigadores. Era un detalle que, como él confesó, no acostumbraba a mencionar en todas las entrevistas que le realizaban. ¿Por qué?. Probablemente por los mismos motivos que lo llevaron a dar una respuesta negativa a la Torre cuando desde ésta le consultan si desde su posición podía ver algo junto al boeing de Aerolíneas Argentinas: lo fugaz de su observación, de escasos dos segundos (Ver segunda parte de este trabajo).
También nosotros, en ese entonces, lo dejamos en la duda y prácticamente lo habíamos excluido de nuestras mentes. Tal es así que, al año siguiente, en nuestra entrevista en Campo de Mayo tanto él como nosotros olvidamos comentarlo.
Pero este detalle resurgió a posteriori de nuestra investigación en el Aeropuerto de San Carlos de Bariloche.
Reconstruyendo la secuencia de los hechos -que precisamente en este mismo capítulo presentamos- nos llamó poderosamente la atención que la observación de los gendarmes se iniciara inmediatamente después de la visión del personal en la torre de control. Fue instantáneo.
Los testigos de torre dejan de observar la luz detrás del ARG-674 (en el Oeste) y Gaitán y Cipuzak ven que una luz los sobrepasa en sentido Este-Oeste. ¿Podía, la misma luz, trasladarse instantáneamente de un lugar a otro? ¿O acaso eran dos las luces?.
En el testimonio del observador meteorológico Nicolás Enoe Araya es, quizás, donde se encuentre la respuesta a esta inquietud. Pero su experiencia no sucedió en esta instancia. Para ubicarnos mejor debemos retroceder al momento que el ARG-674 se encontraba en la etapa final, con el OVNI en formación. Es decir, a las 20.45 h. aproximadamente.
Según Araya, cuando regresaba del campo meteorológico pisando con mucho cuidado porque la plataforma de aeronaves menores estaba con una capa importante de hielo y nieve producto de la limpieza de la pista de aterrizaje observó en el hielo un reflejo.
Intrigado levantó la vista y fue «enceguecido por una fuerte luz amarilla», lo primero que pensó fue que desde la torre de control le estaban gastando una broma con uno de los reflectores allí existentes, «comprobando que no era así, observando que dicha luz se desplazaba a gran altura en dirección Oeste-Este por detrás de la torre».
En ese momento (y esto no lo indica en su informe, pero sí en la entrevista personal que mantenemos grabada) observó en dicha dirección al ARG674 en final y, más atrás, otra luz que en ese momento no sabía que tráfico era (se refiere al GN 705).
Pero dado que estaba demasiado apurado prosiguió su camino sin prestar atención el destino de esa luz. Cuando ingresó a su oficina, y se disponía a realizar el parte se produjo la caída del equipo electrógeno.
El Suboficial Principal Daniel García, que se encontraba en la Jefatura, bajó rápidamente las escaleras y entró a la oficina de meteorología para comunicarse, por intermedio del equipo de radio a baterías, con la torre de control por la luz observada anteriormente.
Fue recién en ese instante que Araya sospechó que la luz que había observado desde la plataforma, no pertenecía a un «tránsito» común y corriente.
En ese mismo momento se habría percatado que el barómetro de su oficina (que es una repetidora del equipo de Torre de Control), daba números sin sentido, subiendo y bajando de manera inusual. (4)
Muchas son las preguntas que surgen de la experiencia de Araya. (ver recuadro) ¿Fue literalmente iluminado por un haz de luz?
Pues para ser «enceguecido» como él dice, la intensidad de esa luz debió ser importante, amén de haber iluminado el lugar. ¿Y por qué desde la torre no se percataron de esto?. ¿Qué pasó con la luz?. ¿Cuál fue el destino final, si lo tuvo?.
Para ésta última cuestión, planteamos una hipótesis: que la luz podría haber tenido como objetivo el ARG-674, y nos explicamos:
En una maniobra no percibida por los ocasionales testigos, que tenían la atención puesta en el OVNI que acompañaba al 727, la luz «de Araya» se ubicó detrás del avión, en la parte de cola. ¿Y en qué basamos nuestra suposición?. En lo que hacíamos mención antes:
-1° En la observación del GN-705 de dos luces junto a la aerolínea, segundos antes del escape.
-2° En la posible secuencia de los hechos que siguieron a la caída del grupo electrógeno. A saber:
a)El ARG-674 efectúa el escape.
b)Asciende mientras avanza hacia el aeropuerto.
El OVNI -de luces verdes en los extremos y ámbar en el centro- se mantiene junto al avión hasta que este último vira hacia la izquierda buscando la ciudad de Bariloche y el objeto, rompiendo la formación, se aleja hacia la derecha. (Observación de Ezquerra).
c)La luz «de Araya», en cambio, continuaría detrás, en la parte de cola del avión hasta el viraje sobre el lago, cuando se pierde de vista. (Observación del personal de torre).
d)Y nuevamente el primer objeto, el mismo que había formado a la aerolínea, es el que pasaría por debajo del GN-705.
Somos conscientes que esta ultima secuencia es hipotética.
Así como lo haría un fiscal ante un tribunal al intentar, tomando como base las declaraciones de los ocasionales testigos, reconstruir las últimas piezas de un asesinato.
De esa manera, lo planteamos nosotros.
Ahora será el jurado quien deba dar su veredicto. Puede que no acertemos del todo al reconstruir los hechos. Lo intentamos. Pero de lo que estamos convencidos, es que el «asesino» no actuó solo

El alejamiento

Lo que narró el Comandante Principal Cipuzak, es lo que ocurrió efectivamente después.
El OVNI por ellos observado se aleja luego de acompañar por unos segundos al ARG-674 cuando volvía hacia el aeropuerto para iniciar el segundo intento de aterrizaje.
Según deducimos, luego de una conversación telefónica con el Sargento Joaquín Gómez, el objeto se habría alejado hacia el Sur-Sudoeste.
Si consultamos las conversaciones de la torre con los aviones, notamos que estas se reiniciaron minutos después de restablecerse la energía eléctrica pues el reporte que dicen haber hecho desde el GN-705 cuando observan el OVNI que lo sobrepasa por debajo, no aparece en la transcripción, como así tampoco la presunta respuesta del comandante Polanco confirmando ver nuevamente el OVNI «esperándolo» a los 10.000 pies.
Si, en cambio, aparece el comentario que hace la torre al ARG-674 cuando este ya estaba en aproximación al aeropuerto:
….
-BAR TWR: SEIS SIETE CUATRO CONFIRMA INICIA PROCEDIMIENTO, ENTIENDO ESTA ACERCAMIENTO SEIS SIETE CUATRO, ABANDONA CARTA UNO PARA PISTA DOS OCHO, REESTABLECIDA LA LUZ.-
-ARG 674 : COPIADO, ABANDONAMOS PARA CARTA UNO DOS OCHO EL SEIS SIETE CUATRO.-
-BAR TWR : INFORMA LIBERANDO CIEN, ACABAMOS DE VER LA LUZ OTRA VEZ.-
-ARG 674 : NOSOTROS ES ESTE MOMENTO ESTAMOS VIENDO EL TRANSITO QUE ESTA CON CIENTO DIEZ, PERO LA LUZ NO LA TENEMOS A LA VISTA.-
-BAR TWR : BUENO, LISTO. ESTABA DETRÁS SUYO.-
….
Luego de este comentario, no se observó nada más. Las conversaciones, lógicamente, continuaron hasta que los aviones tocaron tierra. El ARG-674 aterrizó a las 21.09 h. mientras que el GN-705 lo hizo a las 21.18 h.
Una vez que el avión de Aerolíneas Argentinas estaba en plataforma, se acercó a la cabina el Suboficial Principal García -bastante excitado, según declaró Polanco- con la intención de confirmar lo que él había observado desde tierra.
A continuación, todos se dirigieron a la oficina de Operaciones para realizar una reunión, en la cual cada uno explicaría lo que vio. De la cual surge el escueto informe que realiza la tripulación del ARG-674 que brindamos en el anexo.
Posteriormente, García dialoga con el gendarme Juan Domingo Gaitán. En la charla participa el Sr. Gustavo Bianchi (despachante de vuelo de Aerolíneas Argentinas) y el Sr. Jorge Ezquerra.
Más tarde, lo hace con el personal de la usina (Enrique Bressa), quien le explica que el equipo no resistió, aparentemente, debido a una fuerte sobrecarga, sin embargo, resultaba curioso que el mismo no sufriera consecuencias, ya que una hora después, volvió a funcionar con absoluta normalidad. Esto, para el suboficial principal, fue sumamente extraño.

Escribe, al respecto, García en su informe:

«Posteriormente cuando se producen los despegues del ARG y de la aeronave de Gendarmería, el personal de usina / técnica me relatan lo sucedido con el grupo electrógeno, que inicialmente la causa del apagado del mismo se debía a una falla mecánica en el grupo, pero que habían efectuado un chequeo del mencionado grupo, procediendo a ponerlo en marcha nuevamente cosa que ocurre sin inconveniente.»
De esta manera damos por terminado la narración de los sucesos que hemos reconstruido sobre la base de nuestras investigaciones.
Sabemos muy bien que quedan algunos cabos por atar. Algunas piezas de este enorme y difícil puzzle, como decíamos al comienzo, por encajar.
No obstante ello, creemos que esta reconstrucción se aproxima bastante a los acontecimientos de esa noche.
En la próxima emisión de Gaceta OVNI efectuaremos el análisis, en el cual abordaremos algunas cuestiones que no se trataron en estas tres entregas o bien se mencionaron muy someramente.
Y, por último, brindaremos nuestras conclusiones que, por cierto, siempre son provisorias ante hechos de esta naturaleza

NOTAS DE LA TERCERA PARTE

(1) De la entrevista personal, obtenida en la Torre de Control del aeropuerto, el 6 de Septiembre de 1996.
(2) Es decir que el objeto realizó un movimiento en U: fue-ascendió-regresó.
(3) Transcripción textual del relato en el programa «Almorzando con Mirtha Legrand» del 4/08/95. Canal 9.
(4) El informe que realizó el observador meteorológico presenta evidentes errores. Confunde, principalmente, con los horarios que asienta en el mismo. El que lo lee tiende a pensar que algo extraño aconteció mucho antes de la llegada de los aviones y no es así. En su escrito dice, con respecto a los horarios: que un apagón ocurrió a las 19.30 h., cuando en verdad se refiere al apagón general de las 20.15 horas. Que a los 20 minutos, es decir a las 19.50 h., salió a tomar la temperatura al campo meteorológico y vio la luz que cruzó por detrás de la torre cuando en la entrevista manifestó que esto ocurrió mientras el ARG-674 estaba en final ( 20.45) y, por último, que «a las 20.30 h. se produjo el descalibre del barómetro» que perduró durante 15 minutos. Cuando el inusual funcionamiento del mismo se registró a las 20.48 aproximadamente aunque no tenemos un registro por cuanto tiempo falló.
Luego de nuestra entrevista personal, en el aeropuerto, descubrimos que Araya no confundió las horas, sino, las modificó a su antojo para ajustarlos a los horarios que debía haber cumplido esa noche en busca de los datos meteorológicos. Lo que debía haber hecho a las 19.50 h. lo realizó a las 20.40 h

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