La maldición OVNI

Hace un tiempo atrás pudimos conocer la noticia del fallecimiento de Philip Klass, conocido detractor del fenómeno Ovni.

También saber – según lo atestigua el ufólogo amigo Virgilio Sánchez Ocejo – que en los últimos tiempos, Klass se quejaba de que los únicos que lo llamaban para conocer de su salud fuesen sólo los ufólogos, ya que ningún escéptico lo llamaba para interesarse sobre él.

Coincidimos también con Sánchez Ocejo en sus acertadas palabras: Klass era un balance necesario y formó parte de la Ufología, aún como participante escéptico.

Es cierto que Klass realizó la famosa «Maldición Ufo», que transcribimos a continuación:

«No importa cuanto tiempo vivas, nunca conocerás más sobre los UFOs que lo que conoces hoy. Nunca conocerás lo que realmente son los UFOs o de donde vienen. Nunca conocerás mas, de lo que sabes hoy, que el gobierno de los Estados Unidos realmente sabe sobre los UFOs. Cuando te encuentres en tu lecho de muerte, estarás desconcertado sobre los UFOs igual como lo estas hoy y entonces recordaras esta maldición UFO.» (fin de la cita)

Quizás advertimos en estas palabras cierto encono.

En realidad nunca uno puede arrepentirse de investigar algo, aún cuando no encuentre la respuesta.

De no ser así, cientos de hombres de ciencia o aficionados habrían dejado de hacer muchas cosas, si se hubiesen puesto a pensar que nunca llegarían a hacerlo.

Desde este punto de vista podríamos cambiar algunas palabras de la maldición de Klass y transformarlas en bendición, por ejemplo:

«No importa cuanto tiempo vivas, siempre será saludable investigar y tratar de develar el enigma Ufo aún cuando no sepas más de lo que hoy conoces… aún cuando nunca sepas de dónde provienen… y aún cuando, encontrándote en tu lecho de muerte, estés desconcertado por no haber podido resolver las cosas. Cuanto menos sabrás que has aportado algo en pro de hacerlo…»

No vaya a pensar algún racionalista dogmático de opereta que nos alegramos sobre la desaparición de Klass. En realidad – como antes se ha señalado – es preferible el intercambio de ideas y opiniones a los discursos baratos y de ocasión. Su figura forma parte de la Ufología (aún cuando él no lo quisiera así), y en algún modo él mismo se vio involucrado en la «maldición Ufo», de la que no pudo sustraerse.

Pero es interesante también hacer una lectura de la errónea idea que los escépticos y racionalistas dogmáticos tienen sobre los ufólogos en varios casos.-

Alguien ha llamado a Klass la «bestia negra de la Ufología», y es llamativo que quien ha generado tal imagen (por cierto sólo aceptada por algunos), haya expresado también que sus mejores amigos han sido ufólogos.

Pero Klass también expresó algo como lo siguiente: «SI QUIERES GANAR FAMA Y DINERO, NO TE ACONSEJO INVESTIGAR SERIAMENTE A LOS OVNIS».

Quizás Klass y algunos de sus colegas escépticos no hayan sabido – o lo sabían y no lo dijeron – que existe una gran cantidad de Ufólogos que se han decidido por una investigación seria del fenómeno, aún cuando no posean fama ni dinero por ello.

No siempre las cosas se hacen por dinero o fama, aún cuando no vendría nada mal en los alicaídos bolsillos de los ufólogos argentinos (y de otras latitudes similares a las nuestras) poder contar con los fondos necesarios para una investigación.

Pero tanto en nuestro caso como el de la gran mayoría de investigadores argentinos, la investigación se ha efectuado por las nuestras.

Por cierto que existe un saludable debate sobre la necesidad de una profesionalización futura de la Ovnilogía, que permita contar con los medios y fondos necesarios para realizar investigaciones.

Ello en nuestro país siempre es dificultoso, no sólo por la desastrosa situación económica desde siempre, sino también por la amplia extensión del territorio nacional y otros motivos que no viene al caso enumerar.-

Afortunadamente los ufólogos citados no hemos buscado fama ni dinero a expensas de caer en algo extraño, incluso hay ex ufólogos devenidos ahora en escépticos que han obtenido más ganancias que los propios ufólogos, aún cuando en sus notas no reflejaban una idea clara sobre su posición ante el fenómeno.

Particularmente he conocido a uno de ellos (que por cierto no podría llevar jamás el mote de «bestia negra de la ufología argentina», aún cuando lo ha intentado).

Tal personaje – citado varias veces en nuestros editoriales – visitaba frecuentemente allá por los 80 la oficina del más conocido y popular divulgador ovni de argentina, con el fin de encontrar algún punto flaco para destruirlo.-

Recuerdo que una de sus frecuentes críticas sobre el personaje conocido en el ambiente artístico era «no se puede ser un comerciante sobre este tema».

Más allá de la acertada afirmación (que era y es compartida desde siempre por la gran mayoría de ufólogos argentinos), resulta extraño ahora advertir que quien dijo tales cosas haya también obtenido jugosas ganancias a costa de notas sobre ovnis del más variado tenor (su absurda interpretación de esto que estamos señalando es que se lo «envidia», lo que indica el nivel cultural y pobrísima aspiración del personaje en cuestión).

Pero pasando a cosas más importantes, en realidad nuestra posición tiene por objeto señalar, informar y expresar algo muy concreto y exacto: es indudable que a los fines de los escépticos y racionalistas dogmáticos, la postura que mas molesta es la del Ufólogo serio y objetivo, honesto y desinteresado.

NECESIDAD DE CLASIFICAR

El escéptico y racionalista dogmático desde siempre ha efectuado sus discursos de «barricada» apuntando los dardos más enfervorizados hacia el ufólogo anónimo, honesto y objetivo. Incluso hacia aquellos que ya son profesionales.

Ello tiene un porqué: el charlatán, el sensacionalista, el comerciante, el sectario, son participantes ufológicos que cuajan perfectamente en el estereotipo que el negador quiere implantar en su discurso ante la sociedad = que los ufólogos son todos crédulos, creyentes en extraterrestres, delirantes, deshonestos, etc.-

Es impensado para el negador, difundir abiertamente que existen ufólogos que no encuadran en ninguna de las nefastas generalizaciones citadas antes. Menos aún que existan profesionales que se dediquen a investigar el tema sin buscar fama ni dinero.

De tal suerte que con esto se genera un falseamiento de la verdad en los escépticos. Por ejemplo, suelen esgrimir que «todos los ufólogos son creyentes en naves extraterrestres».

Tal mentira ha quedado aclarada – por ejemplo – en la encuesta efectuada sobre los Congresos de la Rao (los más importantes cuali y cuantitativamente de los últimos años de la ufología argentina).

Cuando tales mentiras se repiten una y otra vez, parecen – a los ojos de muchos – grandes verdades, pero hacemos muy bien en señalar tal cuestión.

Estos mismos escépticos en Argentina, siempre fueron partidarios de la mezcla de tendencias. Por ejemplo, en Congresos de Ovnilogía de las décadas del 70 y 80, era común advertir la presencia de profesionales al lado de charlatanes, comerciantes, místicos, sectarios, delirantes, etc.-

Cuando en 1991 nació la Rao y comenzaron a realizarse los congresos de la entidad con limitación a tendencias nefastas, la primer acusación partió de los escépticos de turno: hablaron de discriminación y de la necesidad de efectuar reuniones donde estén representadas todas las vertientes.

El porqué de ello es muy claro: en un estado así (todas las tendencias juntas), la confusión es generalizada, se retrasan proyectos en común, no hay defensa de una comunidad (que se da en todos los ordenes e instituciones de la vida), y además – lo más importante para los escépticos – con tal situación de mezcolanza, se puede encuadrar más fácilmente al estereotipo del ufólogo, como algo mediocre, dudoso en su honestidad, etc.-

El orden, el tratamiento adecuado de cada comunidad, la separación de las aguas, es algo poco conveniente a los ojos de los racionalistas dogmáticos.-

Es a partir de esa fecha – y hasta hoy – que insisten en mensajes como los citados. Incluso han emitido discursos que han intentado cierta conciliación, como ser: «estamos todos en lo mismo», «debemos estar todos en el mismo barco», «nadie tiene la verdad», etc.-

Otras veces, tal discurso ha pretendido otros fines, como cuando se expresa: «la ovnilogía seria no te llevará a nada», «no existe la ufología científica», «la ufología con estudio científico está desfasada o pasada de moda», etc.

ALENTADORES DEL DESALIENTO

El fin buscado por algunos racionalistas dogmáticos en Argentina – me consta y no sólo a mí sino a otros colegas – es un fin muy claro = PROVOCAR EN LOS UFÓLOGOS OBJETIVOS Y SERIOS UN DESALIENTO TAL QUE SEA UNA ESPECIA DE INVITACIÓN A LA RETIRADA.

Conciente o inconcientemente, los negadores han buscado la «caída de brazos» de los ufólogos más comprometidos.

No es poco común encontrar que algunos de estos negadores buscan cierto consenso de amiguismo en los ufólogos menos contestatarios, o bien esperando fervientemente que tal o cual persona «se deje de embromar de una buena vez».

Cuando hay cierto encono o posturas más duras, el escéptico utilizará cualquier tipo de recurso para desprestigiar o falsear la verdad de las cosas.

Calumnias varias, intentar la ironía o incluso hacer «amenazas verbales» (sic) son algunas de las cosas utilizadas para buscar el desaliento.

Para algunos de ellos no cabe la postura de alguien que al no lograr fama y dinero continúe en esto.

Otros buscan más sutilmente apuntar directamente al fenómeno: «Esto no tiene resolución» – dicen, o bien = «Esto seguirá igual, nunca sabremos nada más de lo que sabemos hoy sobre los ovnis»…¿»para qué seguir»?….»todo es pérdida de tiempo».

UNA SANA ACTIVIDAD

La verdad que no quieren ver la podemos trasmitir para las futuras generaciones que deben saber esto: aún como un hobby realizado «a los ponchazos», LA UFOLOGÍA ES UNA SANA ACTIVIDAD QUE MERECE SER VIVIDA.

Muchos de nosotros hemos logrado muchísimas otras cosas en vez de fama y dinero con la Ufología.

Gracias a ella pudimos conocer a infinidad de personas (testigos, profesionales, etc).

También pudimos conocer lugares que jamás imaginamos conocer, pudimos examinar datos e información de tópicos que nos interesaban o no tanto, en varios hechos pudimos aportar un grano de arena más al conocimiento, y por sobre todas las cosas, también pudimos hacer grandes amistades.

Entonces, desde tal punto de vista: ¿será útil participar de la ufología?.

La respuesta es un contundente SI. Vale la pena hacerlo, aún cuando la respuesta no esté en nosotros para develarla.-

Ya lo dice un viejo proverbio chino: «Aunque hayas de morir mañana, no reniegues el aprender hoy».

La Ufología es un vastísimo campo de conocimiento (en cualquier tendencia, a no ser las deshonestas).-

Por ello nadie tiene derecho a determinar que lo que hacemos debamos terminarlo, y mucho menos de juzgar las buenas intenciones.

T. Moreaux afirmó que «estamos rodeados por fenómenos que no tomamos en serio, debido a que la ciencia los rechaza como burdas supersticiones. Ellos no han sido lo suficientemente estudiados, catalogados y comprobados como para poderlos incorporar a la ciencia oficial. Pero existen. Y las futuras generaciones los sabrán valorar y sistematizar, encontrando las leyes que los gobiernan, incorporándolos a la ciencia.»

Quizás – haciendo honor a estas palabras – nos encontremos en el momento de comenzar tal sistematización, le guste o no a ciertos detractores y promotores del desaliento.

Para finalizar: quiero citar palabras del colega y profesional Angel Díaz (Lic. en Geología), que enmarcan también la introducción de nuestro trabajo «BIBLIOGRAFÍA DE OVNILOGÍA 2002″ que elaboramos desde la UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA (Biblioteca Central):

La Ovnilogía es una rama del conocimiento que nos permite el concurso de otras disciplinas.

La Filosofía y la Epistemología , darán el marco dentro del cual actuar y las principales líneas y métodos a seguir. La Antropología permitirá tener una visión de la Humanidad y de su Evolución. De las Ciencias Jurídicas deberemos tomar conocimiento de extremos básicos en los campos de los Derechos del Ciudadano y de las instancias del Derecho Civil y Penal; para ubicar en el contexto, al propio Fenómeno y para eventuales colisiones de intereses de nuestro accionar social, como profesionales. Las Relaciones Humanas , una aplicación de otras Ciencias Humanísticas, nos serán muy útiles en los vínculos con los Testigos, los Colegas y la Sociedad. En el campo de las Ciencias Médicas , deberemos familiarizarnos con aspectos anatómicos y fisiológicos, para cuando estudiemos a Testigos que han estado próximos al Fenómeno. La Psicología y la Psiquiatría son valiosísimas herramientas para la indagación del Testigo, toda vez que accederemos al Fenómeno a través de su testimonio, fruto de sus sentidos, su siquismo y sus complejas interrelaciones con el mismo fenómeno y con el medio. La Matemática nos dará las herramientas para medir, procesar y cuantificar los parámetros del fenómeno; un lenguaje universal, común a las Ciencias. La Física y la Química , otras de las Ciencias Básicas; que nos permitirán conocer algo de las fases materiales del fenómeno y de sus interacciones con el medio material. La Geología , en particular el conocimiento de la Atmósfera y de la Corteza (Hidrósfera y Litósfera) terrestres, nos proveerá de un esquema de la estructura, composición y relaciones, del medio material en donde usualmente vemos actuar al Fenómeno. Como extensión del tema Atmósfera, podemos incluir el Cielo (en rigor, de la Astronomía) para conocer los astros más luminosos y sus movimientos, para diferenciarlos eventualmente, del Fenómeno. Las Tecnologías , en particular, la Aeronáutica y la Astronáutica, la Electrónica (entre ellas la Digital), nos brindan informaciones y conocimientos útiles a la hora de diferenciar al Fenómeno Ovni, de ingenios atmosféricos y espaciales con los que podamos confundirlo. Evidentemente, el abanico es muy amplio y el estudio del fenómeno es eminentemente interdisciplinario y forzosamente se debe recurrir a asesores especialistas.

Como toda Neodisciplina , no tiene aún su campo de acción totalmente insertado en la estructura social, sin embargo, es notoria su creciente necesidad social. »

(FIN DE LA CITA)

Si convenimos en esta importante característica de formación y de información que la Ufología posee y nos permite… ¿alguien acaso se atrevería a afirmar que debemos abandonar la investigación?.

La respuesta se desprende sola: la Ovnilogía o Ufología es un camino para todo interesado y bien haremos en transitarlo, porque a través de ella hemos podido acrecentar una porción de conocimiento de nosotros mismos.

Y podríamos concluir: Buen Viaje, Dr. Klass, quizás Ud. ya tenga las respuestas que no tenemos, pero nosotros seguiremos tratando de encontrarlas antes del último y definitivo viaje final, porque el desentrañar es parte de la naturaleza humana.-

Carlos D. Ferguson