LA ZONA DEL CASTILLO
Redacción Gaceta OVNI
Uno de los fenómenos más insólitos y contradictorios se manifiesta entre las poblaciones de Algarrobo del Aguila y La Humada, específicamente sobre un segmento de la ruta N° 10. Se trata de la aparición de un objeto que suele ser visto en las horas de la madrugada con la apariencia de un » un pueblito » o » una casilla como las de Vialidad «, pero para otros tiene semejanza a un ¨castillo¨ que se mueve por el campo silenciosamente y que ha sido visto por multitud de pobladores desde la década de los ´80.
Un misterio apasionante que expone evidencias contradictorias y que ha llevado a una apasionante investigación en una región inhóspita, de climas rigurosos y de acceso difícil que debimos recorrer en la silenciosa y profunda noche del desierto. La Zona del Castillo es una acabada muestra de los innumerables desafíos que propone el oeste de la Provincia de La Pampa para la investigación Ovni.
El pueblo de La Humada se ubica en el extremo oeste de la provincia de La Pampa a escasos kilómetros de la frontera con Mendoza.
Con una población no superior a los 500 habitantes es cabecera de Departamento y se convierte en el centro administrativo de muchas familias que viven en desolados puestos donde se crían ganado bovino y vacuno.
Visto desde cualesquiera de las rutas y picadas que llegan allí puede considerarse un verdadero oasis en medio de la inmensidad y el vacío de la estepa.
Desde la región es posible contemplar los picos de los imponentes Payunes, volcanes mendocinos que se enclavan en la misteriosa y espléndida zona de la Payunia, atestada de volcanes y convertida en reserva natural.
Sobre montículos de lava de antiguas erupciones, cercanos a la Humada, es posible contemplar la inmensidad del infinito, vastas regiones desoladas, interminables kilómetros de arena y espinillos que se extienden hasta el horizonte bajo el silencio de siglos de soledad.
Saliendo desde la población de Algarrobo del Águila la ruta 10 se convierte en senda arenosa y sube abruptamente sobre la meseta que llega a las primeras estribaciones montañosas de Mendoza. Ese camino de 70km. conduce a la población de la Humada y a su hospitalaria gente.
El sol del mediodía suele ser impiadoso y las noches del invierno se tiñen de la blancura de la nieve cuando las condiciones del tiempo lo permiten, pero invariablemente las madrugadas son extremadamente frías, aun en época estival.
Hay varios puestos y estancias a los que se accede desde la ruta 10 ingresando por los senderos arenosos que a veces son penosos para el tránsito de vehículos inapropiados, por eso las » chatas » ( camionetas) son herramienta imprescindible para el traslado de un punto a otro.
Pero transitando por la misma 10 camino al oeste podemos observar dos de esos puestos, el de La Blanca, y el más cercano a la Humada, el puesto El Porvenir.
Son dos referencias importantes para nosotros, un segmento de unos 60km. en el cual ha tenido lugar uno de los eventos mas extraños y contradictorios que es posible hallar en la investigación de campo. Se trata de la aparición esporádica de un objeto con forma de » casilla de vialidad » o » castillo » bautizado así por los mismos pobladores. Nos referimos a una forma a veces rectangular y otras alargada que posee surte de ventanillas, y que aparece en el desierto generalmente después de las 12 de la noche hasta altas horas de la madrugada y es visto, en la mayoría de los casos, desde la ruta 10.
Un testimonio confiable
Una noche de invierno del año 1983, el policía apostado en La Humada, Carlos Piermattei, en momentos en que transitaba la ruta 10 a unos km. de Los Molles, comienza a ver como » un vagón de tren «.
El extraño objeto estaba a su izquierda, aparentaba moverse a la par de su vehículo, y de allí podía divisar una extensión, como un reflejo en el medio de su estructura.
El objeto estaba a una distancia media que no superaba los treinta metros, flotando sobre el monte. En un momento dado el objeto cambia de posición y se pone en medio del camino, avanzando, sin detenerse. Piermattei calcula que manejaba a unos 80km/h. mientras hacía juego de luces sobre el cuerpo que semejaba ahora un » cabildo «.
Pasando el puesto La Blanca el objeto se corre hacia la derecha, cruzando la ruta hacia el monte y luego desaparece.
El policía recuerda que tenía colores anaranjados y amarillos, pero no » chillones «sino más bien opacos. Su extraño acompañante lo habría seguido aproximadamente unos 15 km.
«… me habían comentado sobre este tipo de cosas, pero no creo lo que no veo, hasta que lo ví» » Es como ver pasar un vagón de tren en la noche »
Piermattei estuvo 7 años sirviendo en la comisaría de La Humada y hasta hoy esta totalmente convencido que lo que vio era algo verdaderamente extraño.
Pero el policía no es el único testigo.
Desde hace muchos años testimonios similares se suman en toda la región, y hacen referencia a un cuerpo mas o menos rectangular, de unos 10 metros de longitud que posee ventanillas y recurre a las altas horas de la madrugada, generalmente entre las 00:00 y las 04:00hs., para realizar sus enigmáticos paseos por el campo bajo el refugio de la noche.
En 1998, Luciano Lucero y 5 personas más, pasando el puesto que identifican con las de un camión jaula o de hacienda.
Las luces de varios colores nunca se cruzan con ellos, lo que les llama poderosamente la atención. Paran, descienden del móvil y ven a lo lejos una formación de tres luces, como » una casita » que al principio creen se trata de la casa de un puestero, pero por la dirección y la posición descubren que allí solo hay monte, aquello no puede estar ahí. Al principio venía desde La Esperanza en dirección a la Humada, pero no supieron de nadie que viniera de allí.
También conocido como » casilla de vialidad » por su forma alargada, o como » casita » ya que en varias oportunidades da la impresión de tratarse del típico frente de una casa, el objeto ha rondado la zona en estos últimos años de forma intermitente y con mayor incidencia durante el invierno.
En el año 90, el Sr. Luque, enfermero de la ciudad de Santa Isabel, volvía desde la Humada a las 23:00hs , cuando a unos 5 km. de recorrido, se percata de una luz por detrás de él, viniendo desde La Humada.
Conforme avanza, esa luz que él cree es un auto, se agranda. Tal eran sus focos que inmediatamente pensó que se trataba de un camión, pero grande es su sorpresa cuando se da cuenta que la luz se ubica al costado del camino, y al momento las luces de su propia camioneta pierden intensidad. A su lateral, y ahora a unos 200mts., puede ver varios focos iluminando desde un costado de un cuerpo extraño.
El objeto era de un color gris oscuro; desde adelante salían dos focos amarillos muy claros, y desde el lateral que el testigo podía ver, había una serie de luces en fila, también amarillas, que percibía claramente. Luque calcula que el objeto tenia unos 3mts. de alto por unos cinco de largo. Asustado, se desvió para el puesto El Porvenir pues no quería seguir avanzando.
Objeto aún más complejo es el que vio el Sargento 1° García, para la Navidad del 96, cuando moviéndose en la misma dirección de luces que según su descripción, parecía una » calesita repleta de luces «.
Los extraños relatos asombran por su reiteración y descripción.
La primera vez que tuvimos referencias del » castillo » o » casilla » fue durante el relevamiento del caso de «los cazadores» ocurrido en el 96 y revelado durante el 97. El testimonio del policía Piermattei es el que nos llevó a La Humadad de la mano de importantes referencias, sobre todo la palabra del policía por quien la gente sentía gran respeto e inspiraba credibilidad.
Sin previo aviso, como es nuestra costumbre, llegamos en Septiembre del 97 a esta desértica zona para realizar un primer relevamiento.
Fue sorprendente como gente distinta, que no sabía de nuestra presencia, comenzó a darnos datos tan numerosos y coincidentes sobre el enigma del desierto, ese famoso castillo que había logrado convertirse en una especie de símbolo de la región y por el cual pocos, o casi nadie, mostraba entusiasmo ya que » siempre se veía «.
Las referencias iban desde las personas más destacadas del pueblo hasta de las más humildes en puestos internados entre el monte.
Tuvimos que pasar varias noches de intenso frío en observaciones y búsqueda de referencias visuales que pudieran darnos pistas firmes sobre el extraño visitante nocturno. Afortunadamente la intendencia, en la figura del Sr. Pagano y todos los vecinos de la zona nos acogieron con hospitalidad y deferencia.
En el hogar escuela pudimos entrevistar a varias personas, incluso a chicos que habían tenido sus propias experiencias, gracias, también, a la colaboración de su directora «Pinina » que nos ayudó a transportarnos por los impiadosos caminos del oeste con su vehículo en tanto realizaban, con el intendente y los maestros, labores sanitarias y de relevamiento.
En esas sendas de arena tuvimos que ayudar a paisanos que se habían clavado con sus vehículos en la arena; visitamos casas y puestos donde ningún hombre de ciudad se atrevería a poner su pié más de unos instantes, y, por supuesto, obtuvímos referencias invalorables sobre el movimiento de los no identificados en la región.
Las vigilias no arrojaron observaciones de importancia respecto del objeto, pero sí nos dieron pautas sobre posibles respuestas que, resumidamente, volcamos como » pro » y «contr » a la existencia de este cuerpo.
Argumentos contrarios
Algunos pobladores habían comentado que el asunto de la casilla podría tratarse de una confusión con «Cogasco» una planta de gas sobre la ruta 143, a unos 54km. en línea recta hacia el este, desde El Porvenir, que esta fuertemente iluminada por la noche. Alertados por el argumento inmediatamente acudimos al estudio minucioso de la zona y sus hitos.
La Humada esta situada a un diferente nivel de suelo que las ciudades de Victoríca y Santa Isabel, la más cercana.
Mientras que el pueblo de Algarrobo del Águila y la cercana planta de Cogasco que se encuentran a similar nivel de altura están a unos 310mts. Sobre el nivel del mar, la Humada esta algo más de 800mts.
La primer elevación abrupta ocurre a unos 10km. de Algarrobo… cuando en la zona de las bardas el suelo sube de golpe casi 570mts. y a 39km. de Cogasco; el puesto Los Molles está a 649mts, y a 53km. del punto referenciado, y El porvenir a unos 64km. de distancia por 705mts. de altura.
Con estos datos es imposible que se pudiera dar una observación directa desde la » zonza castillo » a Cogasco, una instalación que prende sus dos hileras de torres luminosas no bien entra la noche, porque está a unos 400mts. por debajo de la línea del horizonte.
Ahora bien, no es posible una observación directa, salvo algún fenómeno de reflexión nocturno producido por humedad, capas de nubes muy bajas, etc. De hecho, una capa de nubes podría llegar a reflejar la luminosidad sin detalles, una copa o zona de claridad de diversa intensidad que puede verse claramente; pero el detalle de luces individuales solo puede producirse en condiciones relativamente especiales.
Ya que la mayor parte de los testimonios referencian el invierno, y dado que la temperatura nocturna desciende por debajo de cero con facilidad, se han producido nevadas en la región, las gotas de humedad, el efecto de la cristalización, bien pueden reflejar claramente las luces de Cogasco en el horizonte, sobre todo cuando la humedad, constatada, suele ser mayor y permite un efecto similar al del prisma.
Efectivamente, en nuestro segundo relevamiento de la zona durante este año, y aún siendo verano, permitió ver el reflejo de Cogasco en el horizonte, a muy baja altura.
El 90% de los testimonios no superan la barrera de los principios de la década de los 80′, fecha en que la obra de la planta fue concluida.
Si bien lo que pudimos observar no era muy sobresaliente, en condiciones de mayor humedad o frío el efecto visual podría aumentar, aunque no pudimos constatarlo, todavía.
En referencia al posible cambio de posiciones del objeto, comentadas por los diferentes testigos, comprobamos que, siguiendo el camino, con varias curvas y algunas variaciones de dirección, el punto cardinal de Cogasco se cruza según la ruta en algunas oportunidades, o sea que si viéramos un reflejo estático en el horizonte, este se movería de un costado a otro por lo menos en dos oportunidades durante el tránsito.
Si algún efecto atmosférico, mayor al que hemos evaluado, se diera en la zona, sería muy probable que las confusiones tuvieran un origen claro…
Los pro
Sin embargo hay datos que no pueden ser obviados a la ligera y que favorecen la posible existencia de un fenómeno distinto, sin relación a las cuestiones ambientales.
Cuando observamos las luces de Cogasco, a simple vista, esto en verano, eran solo algo más que un punto luminoso. Los detalles más específicos surgieron solo gracias a la observación con prismáticos, y bien sobre la línea del horizonte.
La ruta 10, que desde Algarrobo del Águila no es más que una ancha picada de arena hasta llegar a La Humada, está algo menos de un metro por debajo del monte sobre la que transíta.
En algunos lugares desciende y en otros laterales se levantan aún más.
Con esto queremos decir que el horizonte es bastante dificultoso de ser percibido en tránsito vehicular por ese camino, sobre todo hablando de reflejos mínimos, distantes, que son absorbidos por la presencia de las propias luces de nuestro vehículo.
En la época del invierno la vegetación que crece en forma de monte, se hace menos espesa y es posible que de mayor campo visual, pero ello no mejora notablemente las condiciones del eventual observador.
No hay que olvidar que camionetas y camiones son más altos que un coche, da mayor visibilidad, pero sus luces potentes inhiben hasta la extinción a las luces del horizonte.
Si bien el efecto de reflexión puede causar algunas confusiones, tenemos casos candidatos a esta respuesta, no es posible que esto explique el cúmulo de detalles brindados al respecto de un objeto rectangular, con focos, aveces muy luminosos y otras más opacos. El caso Piermattei es un ejemplo claro cuando lo ve a no más de 30mts. y nota en esa corta distancia un abrupto cambio de posición. De hecho el efecto » reflejo» puede servir para un objeto que viene desde el Este, pero no puede solventar la existencia de cuerpos que vienen desde el oeste o sudoeste, menos cuando se dice que esa luz es posible verla reflejada en el espejo retrovisor, opuestamente a la posición de Cogasco.
Algunas de las observaciones más tajantes son las que refieren a un objeto a no mas de 10mts. de distancia del testigo, situación que hace difícil tan abrumadora confusión.
Sigue la investigación
Objetos similares han sido vistos en todo el mundo. Iguales a lo relatado en La Humada, fue visto en la ciudad de Rosario en 1969 y en Australia. Los trenes luminosos no son infrecuentes en los relatos Ovni, y específicamente en la zona del Oeste se han descripto cosas como » cohete con ventanillas «, » un barco en el desierto » o » plataforma que volaba tapando la luz de la luna».
No podemos afirmar taxativamente su existencia, pero hay suficientes indicios en favor de una más profunda investigación que se desarrollará en los meses venideros.
Más allá de posibles confusiones, el relato de la gente es creíble. Nadie busca trascendencia ni notoriedad. A algunos de ellos tuvimos que » arrancarles las palabras » para que se animaran a contar experiencias que ellos consideran muy personales.
Pero como en todo tema Ovni, todavía no está dada l última palabra. Tal vez encontremos una respuesta » terrestre » a todo este asunto, o, tal vez, seamos nosotros mismos los testigos de una de las tantas observaciones en la » zona del castillo «.
Hace tan solo unos dos meses volvimos a tener referencias de la zona mediante el testimonio de un grupo de tres camioneros que lograron observar un extraño cuerpo a mitad de camino entre Algarrobo y La Humada, aproximadamente a las dos de la mañana durante el año 1979, antes de la construcción de Cogasco.
La observación habría durado nada menos que 45 minutos, tiempo en el cual el objeto se deplazó desde el horizonte a distancia más cercana de la ruta para hacer visible una forma de ¨casita¨con ventanas a sus laterales intensamente iluminadas.
Como vemos los datos siguen sumándose aunque sea difícil estimar por cuanto tiempo seguirá apareciendo este fenómeno, o en que momento tendremos la oportunidad de ¨pescarlo¨ en la zona.
El desafío sigue abierto.
Datos que refuerzan su validez
En 1988, desde el puesto Las Calandrias, la Sra. Infante, que hoy vive en Santa Isabel, observa un objeto que describe como un » colectivo «. El cuerpo era largo y tenía en los costados unas especies de » focos » muy claros.
Lo saliente de esta observación es que ocurrió… a las¡5 de la tarde! Según la mujer el » colectivo » reflejaba perfectamente la luz del sol.
El tío de Infante, ya años antes dijo haber visto formaciones de luces extrañas en zonas sin caminos ni casas, flotando sobre el monte.
Infante recuerda cuando Luque, seguido por ese cuerpo, buscó refugio en el Porvenir, ya que ella vivía allí, pudiendo constatar las fallas de energía de su camioneta.
Objetos parecidos o similares han sido vistos bien al norte de La Humada, también e Chos Malal y en regiones bien distantes donde no es bajo ninguna circunstancia posible un efecto visual de Cogasco.
Infante también recuerda la vez que su hijo lo vio a las 6 de la mañana, cuando ya era de día, y el joven quiso salir a su encuentro de a caballo, a lo que su madre se opuso terminantemente por miedo a lo que pudiera suceder