LA ACTUAL CONFUSIÓN UFOLÓGICA, ACLARANDO CONCEPTOS PARA QUIENES RECIÉN COMIENZAN – Por Carlos Ferguson

“El progreso futuro (en Ufología) vendrá de la mano de unos pocos individuos con el suficiente valor para adentrarse de nuevo en el terreno, y plantarle cara a lo desconocido” (Dr.Jacques Vallée)

PROLOGO

La frase del más importante analista mundial, se contrapone con lo que muchos difunden en sentido contrario: que sólo ingentes esfuerzos económicos y humanos podrá avanzar algo en Ufología.

En realidad se trata de volver a repensar y clarificar algunos aspectos que hoy están enturbiados por otras cuestiones.

Este artículo va dirigido exclusivamente a quienes aún tengan deseos de investigar Ufos o al público que quiere profundizar en algo más que noticias.

No es un artículo sobre casos ni información de eventos ufológicos sino sobre el aspecto humano y profesional de los que estamos en Ufología.

Los que se vanaglorian de no ser parte de ella (sean ex ufólogos o intentos de serlo), los que divagan en ideas y conceptos falsos, los que promueven discursos alejados de los datos, pueden obviar estos conceptos y seguir de largo.

Esta lectura no es para ellos.

EL PROBLEMA DE LA NO RESOLUCION

El tema OVNI no puede resolverse. No se pudo allá por 1952 con la conferencia de prensa del General Samford en el Pentágono, y hoy, 70 años después, estamos haciéndonos las mismas preguntas. La única diferencia es que nuestra tecnología creció muchísimo en 70 años, pero estamos con los Ufos, igual que antes.

Hay una frase que leí hace poco tiempo del docente de Humanidades David Hufford que me parece adecuada para comenzar con esta cuestión: “La situación en la que nos encontramos ahora es que la observación popular va por delante de la observación científica”.

Esta situación de NO RESOLUCIÓN del tema, ha generado – con el correr de los años – la incursión de distintas personas en Ufología.

Todos estamos llamados a participar en Ufología, pero NO TODO es INVESTIGACION TEÓRICA Y PRACTICA UFOLOGICA.

Al menos, los que tenemos algunos años en esto, tenemos el DEBER y la RESPONSABILIDAD de aclararlo, le pese a quien le pese.

Por otra parte, la NO RESOLUCIÓN no implica que no haya infinidad de variantes aún no abordadas plenamente.

11 de Mayo de 1950 – Una de las impresionantes fotografías logradas por Paul Trent en McMinnville, Oregón (EE.UU). Se calculó un diámetro al OVNI de unos 10 metros. El Pentágono ratifica hoy la realidad OVNI y rehabilita a los miles de testigos de años anteriores.

CONCEPTOS UFOLÓGICOS

“La inteligencia es un proceso de adaptación que se construye en su contacto con la realidad”…

Este concepto de REALIDAD es clave para entender que es lo que pasa en Ufología, porque lo que para unos puede ser una “realidad”, puede no serlo para otros.

¿Cómo definir esta cuestión?

En el conocimiento, tenemos algunas verdades básicas.

Un error inicial es PENSAR QUE ALGO ES LO QUE NO ES…

Este es un gran problema en Ufología, porque existen infinidad de informaciones que se difunden, y que no se sostienen por la calificación de los datos.

Por el lado de las HIPOTESIS de procedencia, tenemos infinidad, y algunas dadas por VERDADES ABSOLUTAS. Y como aún nada tenemos, cualquiera se siente en el derecho de decir cualquier cosa.

Pero el campo de la INVESTIGACIÓN es totalmente distinto. Allí hay elementos, tanto de la recolección de información (de campo), como la elaboración de trabajos estadísticos (de escritorio).

Las técnicas y las formas de abordar a un testigo tienen conceptos básicos que no pueden soslayarse.

En Argentina se malinterpreta que la investigación Ufológica es sólo “DE CAMPO”, cuando en realidad todo trabajo con mínima elaboración de pasos metodológicos requiere un concurso de ambas.

Por cierto, luego del campo hay que convalidar la información con otra anterior (histórica regional o general).

Pero mayoritariamente, la idea de algunos como “investigadores” es recabar la información de un testigo y difundirla como un logro único.

Ese paso no es tan fácil. En experiencias históricas ha quedado demostrado que hubo grandes omisiones y errores a la hora de recabar la información en distintos lugares por parte de algunos investigadores.

Adicionalmente, una gran parte fue reacio a aplicar sistemas aprobados de investigación, arguyendo “intromisiones”, egoísmos, conspiraciones, etc.

Ni que hablar que los trabajos teóricos son mucho más complejos, porque requieren un estudio criterioso y más exacto de toda la información, y un gran esfuerzo intelectual para interaccionar las variables.

De hecho, no es el más elegido en Argentina, y sólo fue realizado por un puñado de analistas que no pasan los dedos de la mano, entre los cuales me incluyo.

Pero a pesar que somos muy pocos quienes enfocamos lo teórico, infinidad de difusores del tema y algunos investigadores de campo, elaboran interpretaciones que no se ajustan a la realidad.

De la mala interpretación y creencia personal sobre lo teórico, surgen y aparecen las IDEAS FALSAS UFOLOGICAS, de las cuales estamos invadidos. Ya lo decía el filósofo español Jaime Balmes en su libro «EL CRITERIO»:

“Los falsos axiomas, las ideas muy generales, las definiciones inexactas, las palabras sin definir, las suposiciones gratuitas, la preocupación en defender una doctrina, son abundantes manantiales de percepciones equivocadas y juicios errados” (Jaime Balmes – «El Criterio»)

Récords inexistentes, frases sin fundamento, conclusiones o juicios apresurados, falsas constantes sin peso estadístico, especulaciones personales sin sustento, son sólo algunas de las cosas que encontramos en Ufología.

Estas pueden provenir tanto de neófitos como de personas que hace tiempo están en esto, pero siempre fueron reacios a la aplicación de metodologías en la encuesta.

La confusión que surge de todo esto ante el público es total. Y de allí que éste nos pregunta en forma reiterada si tal o cual noticia es real y si tal o cual personaje es «confiable».

Es evidente que la certificación de la fuente informativa es clave, pero no siempre se logra. Tenemos una avalancha de informaciones no comprobadas, fotos falsas y relatos fantasiosos en Ufología.

Y se da la paradoja de que muchos descrean totalmente de informaciones fidedignas y crean a pie y juntillas rumores inconsistentes y mentiras.

Las afirmaciones incomprobables van acompañadas de la prioridad fotográfica o fílmica y los testimonios que parecen importar más son aquellos donde tenemos preeminencia de lo «sensacional».

Si a este panorama nefasto le faltaba algo, tenemos a la prensa y su papel lamentable en el tema, en la mayoría de la Historia Ufológica Argentina.

Y la frutilla del postre: una seudo oficina oficial en Argentina que sólo se aboca a un puñado de casos con imágenes, manejada en forma unipersonal.

Ante tal cuadro de situación, es clave ir generando la formación de nuevos valores, que realmente deseen investigar con técnicas y formas posibles, y no rehúyan cobardemente ese desafío.   

En realidad, en Argentina AUN NO HEMOS COMENZADO NI POR EL 10 % DEL TOTAL DE VARIABLES A ESTUDIAR.

Esto es una realidad insoslayable.

Ello implica que muchos hablan de UFOS, pero con visiones personales, viendo “el árbol y no el bosque”.

¿Podemos entonces hablar de tema “agotado” o “cerrado?

Rotundamente: NO (a no ser quien desea hacerlo porque no quiere meterse de lleno en la cuestión).

El discurso Ufológico está plagado de datos erróneos, inexactitudes, creencias personales y récords incomprobables.
(Imagen: Pixabay – Mario Schulz)

LA IRRUPCIÓN DEL FANGO MEDIATICO Y LOS IDIOTAS

Si bien la Ufología nacional ya viene desde hace años, mostrando una crisis de trabajo colectivo, ahora tenemos el agregado de algunos cultores del discurso agresivo, digno de lo que Umberto Ecco denomina “fango mediático”.

En este breve escrito – que nada tiene que ver con casos ufológicos pero sí sobre Ufología – creo importante señalar algunos ejemplos del actual “ambiente Ovni” en Argentina, tanto para neófitos como para ya entendidos (a estos últimos no les diré nada nuevo).

Ya el colega Alberto Brunetti desarrolló una excelente nota hace unos días. (CITA 1)

Resumo un breve párrafo de la misma:

La «mentira emotiva», la posverdad ha ganado el ambiente ufológico argentino. No importa si quien habla del tema conoce del mismo, importa que tiene un creciente número de seguidores. No importa si los seguidores entienden el mensaje. Por ello, no importa el mensaje. El método ha sido reemplazado por la emoción. No es ya verdad lo que surge del procesamiento de los datos, sino la verdad hoy es patrimonio transitorio de quien sepa captar las emociones de su auditorio y proporcionarle sus satisfactores ideales.

Por eso hoy el tema OVNI ha caído en manos del variopinto universo de «influencers», alejándose cada vez más de la posibilidad de convertirse en un hecho científico.

Por un lado, estos personajes se viven justificando diciéndose “no investigadores” pero por otra parte se creen jueces de quienes sí lo son. (fin de la cita)

El Blog del investigador Alberto Brunetti

DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE “AMBIENTE UFOLÓGICO”

Se suele englobar a “UFOLOGO” como toda persona que “habla de ovnis” o “está en el tema”.

Esta situación – percibida fundamentalmente por quienes recién se adentran en la temática – tiene aristas y dimensiones muy dispares.

La primera división básica la tenemos entre los denominados UFOLOGOS INVESTIGADORES y los DIFUSORES.

Muchas veces las posturas se contraponen, por lo cual estamos ante un tema insalvable – más allá de amiguismos.

Y aunque todos tienen derecho de incursionar en la Ufología, es llamativo que hoy se levanta una corriente de constante crítica al Ufólogo investigador, acusándolo de yerros, falencias, y situaciones varias.

Vamos a analizar esto de la manera más concreta.

Para llegar a un estadio de conocimientos tenemos los años volcados en la actividad, pero además el buen uso de las prácticas de investigación y análisis.

Esto comprende la llamada investigación de campo, y también la teórica, como ya he señalado.

Hoy por hoy – como señala Brunetti – estamos asistiendo a personas que, sin realizar el esfuerzo mínimo de la metodología científica, no parten de una LITERATURA BÁSICA inicial.

Sin cumplir las 2 normas (el tiempo y el material), esta nueva camada (y alguna no tan nueva), arremete con el discurso contra los Ufólogos, desde todos los ángulos.

Tenemos allí a improvisados, estudiantes de periodismo o psicología, amas de casa, y una variada gama social, que desconociendo muchos pormenores, señala con el dedo lo que está bien o mal, al estilo de jueces o expertos. 

Esto está íntimamente ligado a una cuestión muy actual: las redes y la irrupción de opinadores.

Cuando los Ufólogos respondemos a algunas de esas críticas, aparecen personas que en rango intermedio, quieren poner “paños fríos”, alegando que la Ufología debe estar unida. Sin embargo, estas personas no reparan que muchos de esos críticos “de oído”, jamás han investigado un caso ni han elaborado tampoco un estudio o aporte teórico, y constantemente machacan contra investigadores.

Esto no es nuevo ni es exclusividad de Argentina. Ya el investigador Manuel Carballal (España), reseña algunos pormenores en su excelente publicación “El ojo crítico”.

De uno de ellos he extraído una frase de Carballal, donde se refiere a la desagradable confusión de términos entre divulgadores e investigadores:

«Según la Real Academia Española, investigar es “Realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia”. Si a esta aséptica definición académica unimos que hasta los divulgadores más crédulos coinciden en que la mayoría de los supuestos casos paranormales publicados en la red, tienen una explicación convencional, es fácil diferenciar a un investigador de un divulgador. Un divulgador puede recoger testimonios, compilar relatos, etc, y puede escudarse en una justificación periodística para no asumir la responsabilidad de si tales relatos son veraces, erróneos o falsos». (fin de la cita)

Más que claro, que los caminos entre el simple divulgador periodístico y el investigador, son totalmente distintos. 

El gran filósofo argentino Esteban Ierardo (al cual pudimos entrevistar en el último programa de Reporte Ovni del 2021 – ver enlace al final de esta nota), expone claramente los pormenores de lo que denomina “La Sociedad de la excitación”, en el libro del mismo título, priorizando las imágenes y el hiperconsumo. Recomiendo ese libro vivamente.

Señala:

“En la sociedad de la excitación se compite por la mejor oferta excitante para cancelar el aburrimiento y desalentar reales experiencias transformadoras”….

Y añade:

“Nos interesa estimular la percepción de lo que ya no vemos ni podemos ver: la realidad abierta y extendida que rebasa lo que solo es en el modo de las multipantallas” (CITA 2) 

En Ufología, las “reales experiencias transformadoras” están más allá de una pantalla. Las encontramos en las investigaciones, más allá de imágenes de fotos y videos, más allá de efectos emocionales y de la catarata sin cesar de lo anecdótico.      

      

«Esta invasión y conquista de nuestro tiempo como objetivo fundamental en el proceso de entretenernos continuamente, para mejor convertirnos en pasivos consumidores, necesita excitar nuestros sentidos y anestesiar el pensamiento crítico…» (Lic.Esteban Ierardo – «La sociedad de la excitación»

LA EXCUSA DE NO SER “INVESTIGADOR”

Otra de las modas del nuevo discurso Ufológico, se refiere al atributo machacado una y otra vez de “NO SOY INVESTIGADOR”.

Esto también puede provenir de alguna que otra persona que hace años incursionó en Ufología.

Analicemos brevemente ambas.

Primero, los que YA estuvieron: generalmente aducen distintos motivos por los cuales ya no están en Ufología, como estos ejemplos:

A – Es un tema ya superado (vieja afición / “etapa superada”, etc) 

B – No se avanza porque el tema está agotado

Si bien el primero es un tema estrictamente personal, la segunda – a mi entender – es una argumentación falsa. Porque si bien el tema OVNI no puede ser resuelto a la fecha, hay preguntas claves a responderse antes de sostener eso:

¿Examiné todas las variables disponibles (más de 50) para llegar a sostener que el tema está agotado?

¿ Hice la debida comparación de variables de las constantes Ovni?

¿ He recolectado la casuística abundante y global nacional, regional o local para establecer o ratificar constantes Ovni?

Sólo si estas preguntas (y muchas otras) están contestadas podemos decir que el tema “está agotado”.

De lo contrario todo indica que, lo que están agotadas son las ganas de quien habla de tal «agotamiento». Principalmente por dos causas muy concretas:

A – Tenemos infinidad de variables aún no examinadas en profundidad en Ufología Argentina y …

B – La casuística Argentina es muy profusa.

Estas dos razones bastan para demostrar la falacia del tema “agotado”.

De todas maneras, quien ya se coloca en la postura de “tema agotado”, evidentemente se ha ido de la Ufología “antes del combate”, o lo ha realizado muy parcialmente.

Para ellos la Ufología investigativa es una especie de “lastre”, que los pone en una situación más cómoda desde “fuera”.

Luego tenemos los que NUNCA estuvieron dentro de la investigación, y remarcan en forma constante:

A – “Nunca fui Ufólogo”

B – “No me considero investigador”

Etc.

A la par, solemos ver a muchos de ellos con algunas particularidades llamativas:

A – Hablan de los “viejos Ufólogos” criticándolos o censurando su “falta de colaboración”.

B – Justifican que – al no ser investigadores – no tienen la responsabilidad de que el estudio del caso sea realizado.

C – Buscan yerros en los “ufólogos” sin tener datos e información fidedigna o exhaustiva de un caso o suceso histórico.

D – Señalan que nadie está en condiciones de decir quien es o no investigador.

En verdad, la Ufología no está profesionalizada. Lo que llamamos INVESTIGACIÓN son una serie de normas y técnicas en consenso, para ser aplicadas al estudio de un caso.

Que la Ufología necesita mejorar infinidad de situaciones no es nada nuevo. Y que se han cometido errores y falencias (aunque también aciertos), es como todo en la vida.

Pero llama la atención que quienes esgrimen lo recién expuesto, sean personas que jamás investigaron un solo caso (o sea, nunca aplicaron las mínimas técnicas) , y que nunca han ahondado en los trabajos teóricos.

Y además, si tienen tan claro cuáles son esas fallas, no decidir afrontarlas metiéndose de lleno en la investigación, es otra muestra de comodidad diletante.

El nivel de análisis de algunos de ellos sorprende. Baste sólo mencionar que llegan a afirmar que en las publicaciones o estudios estadísticos de cientos o miles de casos, el autor de los mismos debería haber investigado todos los casos, lo cual es un disparate. (CITA 3)

Desde un pedestal sin haber investigado nada, esta gente se cree en el derecho de enjuiciar, señalar con el dedo, querer dar lecciones de moral, y aun calumniar basados principalmente en material de las redes. (CITA 4)

Lo Teórico no existe, no sólo porque no la tienen en cuenta nunca, sino porque algunos de ellos la consideran “aburrida” o «poco útil» (Sic).

La excusa de “no ser investigador”, es la cobardía de afrontar lo intelectual, en su máxima expresión. Por ello sólo pueden expresar anecdotarios ocasionales. (CITA 5)

Por cierto, sería interesante algún día verlos subir al ring de lo investigativo. Seguramente comprobaremos que cometen 100 veces más yerros que los que critican.

Algunos son “periodistas” u hombres de medios. Sin haber realizado jamás una autocrítica del penoso y lamentable historial del periodismo y el tema Ovni en Argentina, hoy se erigen como expertos para criticar al accionar de algunos ufólogos, a los cuales les suelen solicitar material para efectuar refritos.

La improvisación es una constante en ellos, justamente porque la labor periodística no tiene nada que ver con la investigación más profunda.

Quieren circunscribir a la Ufología al campo de las leyendas urbanas (como hacen con otros temas como “Hitler viviendo en Argentina”, y otras fantasías), y su único fin es valerse de material de investigadores para elaborar notas (en lo posible sin gastar un centavo en la compra del mismo). Estamos ante incapaces de generar análisis mínimo y en generadores de efectos emotivos o «impactantes». La publicación de notas sin profundidad también genera dividendos $$$, aún cuando los mismos autores sean los primeros en criticar y señalar a los que consideran «ufólogos comerciantes».

El “no ser investigador” es una mecedora en la cual se sienten muy a gusto, y sólo mirando al pasado y criticando lo que otros hicieron moviendo el traste y la cabeza.

La mecedora de los Youtubers Ufológicoss y su falta de metodología, a la que consideran «aburrida» o que no satisface las necesidades de los «likes». La mejor forma de no quedar expuestos nunca.

CONCLUSIÓN

EL “FACTOR DE UNIÓN”

Las causas del estancamiento Ufológico en Argentina tienen muchas causas concretas:

A – Falta de nuevos valores (realmente interesados en la Investigación de campo y teórica)

B – Una cantidad de investigadores de campo que poseen falencias investigativas, y que jamás se amoldaron a un trabajo colectivo.

C – La prensa que – en general – ha manejado el tema de manera deplorable.

D – Los difusores “influencers”, que con la excusa de no ser investigadores, difunden datos no siempre fiables o no chequeados históricamente.

E – La no resolución propia del tema, hace que también aparezcan algunos personajes que afirman supuestas “verdades”, “leyes”, “teorías” y “credos”,  todos ellos vaciados de fundamentos teóricos mínimos. Estos últimos suelen argumentar (para justificarse), que “nadie tiene la verdad”. Con ello creen tener el don de decir cualquier cosa.

Más allá del “Fango Mediatico” que habla Umberto Ecco, con la legión de IDIOTAS de Internet, hoy la Ufología presenta desafíos de los cuales los que si investigamos y nos interesa la cuestión, podemos y debemos sacar nuestras conclusiones.

Parece claro que el principal nexo o factor aglutinante de los “no ufólogos” es el FRACASO investigativo.

No animarse, no profundizar, no utilizar tiempo y dinero para investigar, no valerse de material metodológico ni utilizar herramientas teóricas sustentables, son algunas de las muestras claras de FRACASO metodológico.

La excusa del “No soy investigador”, nos seguirá mostrando que les es más fácil y cómodo estar sentados en la postura de la crítica, que dar el paso para subirse al ring.

Ya en 1993 en un Congreso Rao hablábamos de una Ufología decadente Argentina…y han pasado muchos años (aún con todo, aquel panorama era muy superior al actual).

Likes y calumnia, parece ser el camino de una parte de los participantes Ufológicos en Argentina.

Al menos, una pequeña porción de personas interesadas, no está en estos pormenores. Será importante centrar la atención allí y estimularlos, para que la Ufología tenga un camino más promisorio.

Los que recorrimos un arduo camino en el tema tuvimos y buscamos las mejores fuentes para nutrirnos de información. Verdaderos pioneros ufológicos nos dejaron una senda y nos enseñaron.

Los noveles que hoy improvisan, tienen hoy esa misma posibilidad. Aunque el material en papel no sea fácil conseguirlo, hay excelentes libros de los grandes de la Ufología al cual todavía se puede acceder.

Hoy hay reediciones de trabajos de personalidades como Vallée y Mack, así como aún se puede encontrar publicaciones de pioneros mundiales y aun locales.

Por lo tanto, no hay excusa para la cuestión de “no investigar” o comenzar a interiorizarse en el arduo camino de todo ello.

A no ser que – lisa y llanamente – no se quiera, y se desee encubrir ello mediante “excusas”.

El LIKE se contrapone con los tiempos investigativos.

Y algunos quieren recorrer lo que a otros les llevó años, en 5 minutos y sin gastar esfuerzo de ningún tipo.

Los Difusores Ufológicos que no ahondan ni les interesan los aspectos investigativos, se han convertido en funcionales a las noticias falsas y al sensacionalismo ocasional, aún con buenas intenciones. (Imagen: Pixabay)

ALTERNATIVAS VIABLES

Los noveles y quienes recién comienzan, seguirán asistiendo al parloteo de los representantes del fracaso. La confusión reinante de dichos y contradichos en Ufología continuará.

¿Cómo reconocer a estos personajes?…¿cómo identificarlos claramente sin que lo tomen como una cuestión personalista?…

Si se falsea la información, no es fácil advertirlo.

Cualquiera en las redes puede decir la frase “HE INVESTIGADO CASOS” sin haberlo hecho nunca. Hemos conocido varios casos donde no pueden confirmar nada de lo que sostienen.

Y cuando se les pide detalles de dónde y cuándo, rápidamente agreden o salen por la tangente, para no mostrar la realidad de su fracaso.

Pero más allá de la mentira en acción, está más que claro que los unen algunos denominadores comunes.

1 – La mayoría de ellos NO tienen ningún estudio de campo.

2 – La mayoría de ellos NO tienen ningún aporte teórico.

3 – Gozan de una PROFUNDA DESINFORMACIÓN, por lo que deben recurrir necesariamente al material de otros en forma apresurada para difundir en tiempo récord.

4 – Su revisionismo histórico es INEXISTENTE o PLAGADO DE ERRORES, por su total falta de información.

5 – La mayoría defenestran lo que hacen los que no estén dentro de su círculo o aún con denominaciones asqueantes como “viejos ufólogos”.

Sobre este último término (“viejos Ufólogos”), queda claro que ninguno de estos “jueces de la lengua”, han tenido en cuenta los factores que algunos investigadores de hace años tuvimos que sortear. (CITA 6)

Al no existir el bagaje ni los elementos para discutir aspectos técnicos o investigativos con solvencia, sólo les queda escudarse en la NO INVESTIGACION para hacer simples notas de refritos periodísticos o apelando a lo emocional por sí sólo. O aún para agredir o pedir resultados en otros.

Hoy podemos ver a algunos intentando «invalidar» un caso simplemente porque alguien contrario lo proponga o porque un testigo ha decidido hablar con otro «colega». Esto muestra – además – una bajeza personal y falta total de ética que los define perfectamente.

Apelan a lo emocional, porque no les da el cuero para lo teórico o practico con sistemas y métodos que – según esgrimen – son «aburridos» o «no rápidos».

Sus intereses SON DIAMETRALMENTE OPUESTOS a la investigación. Es más fácil improvisar, porque el público en general, no chequea datos.

EPÍLOGO

La difusión del Pentágono ha sido un cambio de paradigma crucial.

Debemos imitar los trabajos serios como el que está realizando Uruguay y otros países en el enfoque temático.

Como bien dice la frase inicial del artículo, del Dr.Vallée:

“El progreso futuro (en Ufología) vendrá de la mano de unos pocos individuos con el suficiente valor para adentrarse de nuevo en el terreno, y plantarle cara a lo desconocido”…

Creo que ha llegado la hora de ello y con un grupo de colegas estamos tras ese armado, que no tiene ribetes estridentes ni promociones alocadas.

Con un reducido núcleo, vamos a aspirar para dar pasos concretos, para alejarnos cada vez más, de toda esta basura dialéctica que a nada conduce.

La clave para todo investigador es continuar sus trabajos, alejándose de disputas y de inoperantes que no tienen ni idea de algunos de los temas que esgrimen.

A ese llamado también podrán sumarse noveles investigadores. Y es nuestra responsabilidad y deber como investigadores, apoyarlos y asesorarlos.

Y por cierto: aún si la gran parte del público no investiga, debemos igual realizar esta tarea y misión doblemente, porque la gente merece estar informada con lo fidedigno, que se contrapone a la rapidez sensacionalista o improvisada.

Bienvenidos los investigadores y el público que desea ahondar profundamente en la cuestión Ufológica, alejada de charlatanería, fraude, sensacionalismo, y el impacto emocional en sí mismo.

La legión de idiotas útiles de Internet también ha llegado para quedarse en la Ufología.

Conscientemente o no, son funcionales al fracaso, al desánimo, a la anécdota sin profundidad y a intereses contrarios a nuestra temática.

Pero la alternativa será avanzar y dejarlos chapoteando en el fango mediático. 

Carlos Ferguson

ANEXO = CUATRO EJEMPLOS BIZARROS

Los ejemplos pueden venir bien para ejemplificar la cuestión.

Y esto – que conste para quien se apresura a hablar de problemas personales o chismerío – no tiene nada que ver con eso. Es simplemente pura historia Ufológica.

Para saber “quién es quién” en Ufología Argentina, nada mejor que repasar archivos.

EL “ENFANT” MALCRIADO

Allá por 1980, cuando yo me encontraba trabajando en la oficina de la revista “Cuarta Dimensión” de F.Zerpa, llegaba por las noches, luego que Fabio se retirara del lugar.

Su idea era fisgonear y saber que saldría en el próximo número, porque era claro su celo ante el más popular divulgador del tema.

Diversos fines nefastos lo alentaban desde entonces, lo cual he señalado durante años.

Calumniador nato, es conocido en el Viejo Mundo de las peores formas, y también dentro de círculos escépticos locales.

Estamos ante un burgués devenido a progresista “periodista”, que nunca movió el trasero ni la cabeza para hacer nada digno.

Recorrió pasillos de la Ufología y del escepticismo, y en todos dejó cosas improductivas. Aun declarándose “ex ufólogo”, como “Ufólogo” nadie le conoció nada digno de mención (ni investigación de campo y mucho menos teórica).

Siempre a las sombras, no figura nunca en ningún ámbito donde deba asumir responsabilidades o quede expuesto.

Este “arte” de mirar y querer “sentenciar” lo que hacen los demás, fue derribado cuando una vez pudimos verlo en acción.

En una oportunidad pudimos ver sus “dotes” investigativas en Mar del Plata.

Provisto de su ceño fruncido, una birome y un anotador, determinó en 8 minutos por reloj, la “falsedad” de un caso, sin siquiera haber hablado con el dueño de la finca donde aparecieron unas marcas. Independientemente del hecho en sí, lo que quedó al descubierto es que la “metodología científica” que decía utilizar era todo un fiasco.

Es uno de los que alienta la des-tarea de la actual “comisión oficial” (una oficina personalista que sostiene “estudiar” e “identificar” sucesos “aeroespaciales”, pero que no toma contacto con testigos). 

Esto tiene lógica, en especial con la forma en la cual lo vimos “investigar”.

El “enfant” es un fracasado de hace 4 décadas. Si no investigó nada en 14.600 días, es imposible pedirle hoy que mueva el traste en el campo.

En cuanto a trabajos teóricos, su resultado es idéntico. No se le conoce ninguno.

Durante años soportamos las máximas de los últimos cruzados, que pretendían dar «lecciones» de «cómo investigar y como teorizar».

EL PATÉTICO DEL “RECORD”

A la suma del anterior, tenemos a este personaje al cual ya me he referido ampliamente en otro artículo (CITA 7)

De él podemos decir que comenzó en la investigación de campo aceptablemente. Pero luego mostró otra faceta.

Es que el supuesto “recordman” (ha inventado varios que sólo él reconoce), puede llegar a atribuirse el “descubrimiento” de hipótesis delirantes que la estadística jamás refleja o que sólo él imagina.

Mas allá de esto, también en su contacto con sus colegas, tenemos hechos lapidarios. Por suerte, los buenos archivos resisten al tiempo. En especial cuando este personaje – en forma reiterada – habla de la “confraternización de los Ufólogos”, la “necesidad de un trabajo unido”, etc.

Durante los primeros 16 años que “participó” como “co fundador” de la RAO (Red Argentina de Ovnilogía), en 1991 en Mar del Plata tenemos el ejemplo.

Brevemente mencionar que en 13 años de la primera etapa de la Rao, los grupos e investigadores cumplían con el estatuto de la red y se comunicaban obligatoriamente una vez al trimestre a través del correo tradicional.

Este sujeto envió únicamente 8 cartas (en 13 años…!!!!!), y de su propia mano 3 (el resto la escribieron otros de su agrupación). (CITA 8)

Tenemos alguna misiva donde decía:

“Creemos que la labor del investigador no se limita solamente a andar por los campos entrevistando a testigos Ovni, sino que es mucho más amplia en cuanto a toda una serie de tareas que se pueden realizar…”

Por cierto, esperamos por esas tareas 16 años sin éxito.

También agregaba:

“Yo me llevo bien con todos, a diferencia de vos Carlos, que tenes algunos roces con algunos colegas”.

Claro, el caradura miraba todo de soslayo, desde una cómoda reposera a la distancia, sin figurar en las decisiones y resoluciones de control y operativas. Así es lógico llevarse bien con todos.

Independientemente de que el llevarse bien con todos no es sinónimo de estar haciendo las cosas bien, es lógico que el peso, la crítica, el desgaste, estaba ocurriendo sólo hacia un lado. El nuestro.

Ese fue el aporte de la Ufología “civil” de este personaje. 

Dada su nula comunicación con la red (y como era requisito obligatorio), demás está decir que quedó auto-excluído del propio ámbito varias veces.

A fines de 1999 (cuando en Rao se publicaban los listados económicos y de saldos a favor y en contra de cada participante), el susodicho se encontraba en un rojo absoluto y en el último puesto de colaboración.

Su actitud mostró CLARAMENTE un oportunismo y “viveza criolla” que permite advertir que su compromiso y lealtad con sus otros colegas era sólo una frase de ocasión.

En definitiva: es un tipo que hace laburar a otros por él (de haberse dedicado a la política le habría ido muy bien).

Cuatro años después del primer cese Rao, en 2011, cuando fui el primer civil convocado a participar en una Comisión oficial de F.Aérea, y sumar 4 civiles, el patético recordman reapareció para criticar.

Habló de una especie de engaño del cual fuimos parte, que había generado un “cisma en la Ufología Argentina”.

Su mente (olvidadiza para lo que le conviene), no le hizo recordar que durante 16 años, y antes de toda comisión oficial, él fue un FRACASO VIVIENTE (a pesar de que estaban todas las condiciones dadas, ya que RAO albergaba al 90 % del total de interesados en Ufología civil).

¿Qué hizo entonces el ahora abnegado luchador de la “Ufología Unida” platense?
Lo que ya hemos señalado: huir cobardemente y dejarnos en la estocada.

No colaboró, no se esforzó, no se comunicó: su aporte fue un NO permanente.

Varios colegas en la etapa 1991-2003 de RAO dieron un ejemplo importante, aportando más de lo que debían y recuerdan todo esto, por lo cual podemos atestiguar cada cosa.

Es meritorio señalar que fueron estos colegas los que sostuvieron el peso para que zánganos como el citado, pudieran ser parte de una organización para la cual no gastaban 1 segundo de esfuerzo ni estaban a la altura. 

Dado este fracaso personal en amoldarse a lo colectivo, sólo le quedó con el tiempo, efectuar ocasionales pactos y uniones a conveniencia, siempre con la idea de generar espacios que les convenga a sus propios fines.

Los actuales discursos de barricada sólo intentan buscar consenso en alguien incauto novel o en sus segundones.

Pero a los que estamos en el tema hace tiempo, ya no nos engaña. Posee un lamentable récord real: largar en la estocada a sus colegas.

EL ZANGANO

Un personaje aglutinante del rejunte citado, es que denomino como “Zángano Ufológico”. No podemos decir mucho de él, pues no se le conoce ninguna otra cosa que no sea escribir en las redes difamando y atacando.

Simplemente el “fango mediático” le da la posibilidad de generar agresiones como una marioneta alocada o una araña borracha (lo que Ecco señalaría como alguien que forma parte de la “legión de idiotas” de la internet).

Incitado o no, sólo puede hablar de otros (a favor o en contra), porque no tiene vida propia ni nada donde sustentar una línea personal.

Pero explicarle esto a un zángano es demasiado. Estamos ante otro ejemplar del fracaso investigativo (de campo y teórico), cuyo único camino es seguir chapoteando en el fango.

LA OFICINA PERSONALISTA OFICIAL Y SU DEPLORABLE “INVESTIGACIÓN”

Me he referido muchas veces a esta cuestión, por lo cual no abundare en detalles.

En mi web hay varios artículos mostrando la ineficacia y prejuicio del titular de la oficina personalista.

Algún idiota del fango mediático sostiene que mi critica a la oficina personalista oficial CIAE es producto de revanchismo. No entiende que sea cual fuere la situación anterior, mi crítica sería igual realizada, porque no se puede ser tan inoperante como su titular, que contando con todo el apoyo oficial, sólo recibe mails y estudia fotos.

Lo reseño aquí porque esto también es parte del ambiente Ufológico, y estamos ante otro personaje que jamás ha investigado casos en el campo ni ha elaborado esbozos teóricos aceptables y que sólo encajaría bien en el fiasco del proyecto Condon.

Y – por cierto –  goza del beneplácito y silencio de varios participantes ufológicos “ovejas”, que se hacían los «valientes» enviando mails cuando estábamos nosotros, y ahora son los cómplices del silencio cobarde.

Estos cuatro ejemplos muestran algunos de los casos a los cuales me he referido.

Los noveles investigadores ya pueden tener algunos elementos para – con criterio propio – detectar a quienes hablan de la Ufología sintiéndose orgullosos de NO ser parte de ella.

Y la idea será avanzar, en pro de otra Ufología, con enfoques valientes y decididos…dejando todo este lastre de chantada y oportunismo.

CITAS

CITA 1 = https://catraka.blogspot.com/2022/01/editorial-2021-argentina-en-la.html

CITA 2 = “La Sociedad de la excitación” – Esteban Ierardo – Ediciones Continente – 2019

CITA 3 = El nivel de algunos de los críticos ufólogos “no investigadores” es llamativo. Porque imaginar una muestra de 2.000 casos donde todos deban estar investigados por el autor, es algo bizarro y ridículo, que muestra una ignorancia e incapacidad intelectual completa.  

CITA 4 = Ante mis criticas aparecieron agresiones e intentos de señalar actitudes dictatoriales por suprimir los comentarios en el canal youtube donde emitimos REPORTE OVNI. Efectivamente, al igual que Cristian Martin (periodista y ex deportista residente en Londres), en situaciones de presencia de “Bobys” sólo queda banearlos sin contemplación. 

CITA 5 = Hay infinidad de variables a analizar en Ufología. Pero la forma de abordarlas es estudiar los casos in situ o bien en forma teórica. Sobre este último punto hay aspectos dignos de ser abordados: como la relación diámetro lunar – la relación extrañeza distancia – sobre los puntos de aparición y desaparición Ovni – estudios comparativos temporales y geográficos, etc, etc.

CITA 6 = Los que participábamos en Ufología desde hace años, tuvimos distintas situaciones a las actuales para salir a investigar. Algunos ejemplos de lo que ocurría por entonces:

A – Había una comunicación muy distinta a la actual (lenta y sólo por correo, y con mucha suerte, telefónica)

B – El traslado a lugares en un país extensísimo como Argentina, recorriendo cientos de kilómetros sólo para llegar ante un testigo, con el consiguiente gasto que siempre corría por cuenta del investigador.

C – Dificultades para el desplazamiento con organismos de seguridad en momentos de una guerra interna y cercana a la externa (la subversión y el conflicto con Chile)

D – Medios de prensa que ridiculizaban al tema cuando aún no estaba tan instaurado.

E – Los investigadores debían hacer la difusión por su propia cuenta: solventar sus propios boletines o algún libro (prácticamente todos los grupos y ufólogos de los 70 y 80 publicaron sus propios boletines).

Muchos de los que apresuradamente hablan de la “mala investigación” de los “viejos ufólogos”, no se animarían a cumplir uno sólo de los pasos que dimos hace años.

CITA 7 =https://www.carlosferguson.com.ar/archivos/242

CITA 8 = Uno de los colaboradores del patético platense llegó a enviarme una notificación que decía: “Tuve que obligarlo a escribirte una carta” (se refiere al patético “recordman”). Inservible hasta para eso.

ENLACE DE LA ENTREVISTA AL NOTABLE FILOSOFO ARGENTINO ESTEBAN IERARDO