EL PARADIGMA SOBRE LOS OVNI CAMBIA A NIVEL MUNDIAL Y LOS DETRACTORES NO TIENEN CONSUELO
Por Carlos Ferguson
“Se existe de dos maneras: real y legalmente. No se puede decretar la no existencia de lo que existe, ni por odio, ni por ironía, ni por ignorancia” (Américo Barrios)
He regresado de un viaje a Uruguay, junto al amigo Manuel Vetrone, para establecer el primer paso a un convenio con los miembros de CRIFAT (Centro Regional de Investigación de Fenómenos Aeroespaciales y terrestres), y también con la entidad CRIDOVNI (Comisión Receptora de Investigadora de Denuncias Ovni de Uruguay), de la Fuerza aérea Uruguaya (FAU) de ese país.
Ya hace 10 años tuve el honor de participar en la Comisión Cefaa de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) hasta el 2017.
Culminada esa etapa pionera, una década después, “cruzamos el charco” para avanzar en proyectos concretos de intercambio de material estadístico y otros operativos de campo, que oportunamente informaremos.
Este paso es clave ya que, al no poder encontrar en Argentina el espacio con las autoridades respectivas, podemos hacerlo con entidades de prestigio y que abren sus puertas en otros países.
Recordemos que la CRIDOVNI es la más antigua comisión oficial, y que ha sostenido – más allá de gobiernos y autoridades – una política sistemática de trabajo sobre el tema.
Y a esa inmensa alegría, regresar para advertir – a las pocas horas y en noticias que dieron la vuelta al mundo – que la NASA se pliega a lo planteado por el Pentágono y sumará una Comisión de análisis de los datos.
Desde 2020 en adelante el Pentágono pateó el tablero al confirmar la existencia de los OVNI como una realidad.
Y no sólo eso, sino definiéndolos de una manera muy concreta: “Capacidades tecnológicas desconocidas”.
Como vengo sosteniendo en distintas notas en esta web, desde 1952 en que se ofreció una conferencia de prensa sobre el tema, han pasado 70 años. En ese período nuestra tecnología ha avanzado muchísimo, pero estamos – en teoría – como “en pañales”, para explicar el sistema operativo OVNI.
Más allá de todas las especulaciones y comentarios de simpatías o antipatías, una cosa es clara: esto lo estamos pudiendo vivir en carne propia, y pensamos que nunca ocurriría.
Muchos sostienen su molestia por el retraso, otros afirman que están enojados ante él.
Debemos señalar que muchas voces se quejaron durante años que todo viene “ocultándose”, y ahora que comienza a liberarse alguna información de casos, parece molestarles también.
Quienes se van a quedar sólo con la noticia, no deben olvidar que este cambio de paradigma lo es también para la actitud de cada uno de nosotros. También Canadá se pliega a intercambio de información. Y aún Rusia también dedicará su atención al tema por su cuenta.
Pero más debería molestarnos lo que pasa en nuestra propia casa.
Y también, de lo que haremos nosotros mismos, como parte de esta historia (sea mucha o poca nuestra cuota de responsabilidad).
OVNIS O UAPS…LLEGARON PARA QUEDARSE
Estamos viendo debates que nada aportan sobre cuestiones terminológicas. Al margen de ellas, una cosa es clara: esta aceptación del Pentágono y la NASA ratifican la realidad de lo que seguimos llamando OVNI.
Los detractores de turno estuvieron años declamando lo que denominaban sigla “errónea”, y amparándose en las confusiones y fraudes.
También ratificaban esto atribuyendo a los testigos ignorancia, desinformación, alcoholismo, mitomanías, etc.
Con ello limitaban el mundo OVNI sólo a la fantasía, y señalando que el porcentaje de NO IDENTIFICADOS era tan exiguo, que no merecía la pena estudiarse.
Añadían que seguramente con estudios bien concretos y más afinados, ese porcentaje quedaría en la nada.
Pero se equivocaron, y hoy no pueden admitirlo.
El primer golpe lo dio el Pentágono, al reconocer que esos objetos se acercaron a aviones militares con interacción inteligente y capacidad tecnológica.
Aparecieron algunas fotos y videos, y fue patético ver cómo desde una oficina personalista en Argentina, se intentaba frenar el embate sin éxito.
Por ello buscaron minimizar más la cuestión: después de todo, ni el Pentágono ni la NASA están admitiendo que los OVNI (o UAP), sean extraterrestres.
Pero los detractores obvian algo clave: tuvieron su primer y catastrófica derrota en el punto donde los desconcertantes objetos son ya declarados como una realidad
Más allá de planetas, satélites, meteoros, fuegos de San Telmo, bandadas de aves, insectos, luces de las carreteras, excremento de aves, pelotas arrojadas al aire, paracaídas, globos sonda, drones, luces de autos con neblina, bioluminiscencias, barriletes, aviones, cohetes, y etc, etc…..también hay OVNIS.
Y en este último punto, los perceptores fueron claros: con la mejor tecnología del mundo, y con una instrucción de potencia militar, no pueden explicarlos, los confirman, y están atentos ante ellos.
El vocero de la NASA confirmó que este grupo estará en contacto con el de Defensa, pero que nada tiene que ver con él. Por lo cual, tenemos dos nuevas vías de trabajo.
Ahora se abocarán a recopilar datos e información, y es de esperar que sumen a ello las estadísticas y trabajos de países que trabajan seriamente en esto desde hace años.
PENTAGONO EN 1952 Y 2022…UNA SUTIL DIFERENCIA
En 1952, cuando el General Samford realizó la famosa conferencia de prensa donde se refirió a los OVNIS como “Relatos increíbles contados por testigos creíbles”, se definieron conclusiones muy claras:
1 – Ningún OVNI ha dado ninguna señal de amenaza a la seguridad nacional.
2 – No hay ninguna evidencia de que los OVNI sean vehículos extraterrestres
70 años después estas dos siguen siendo sostenidas bajo los mismos términos por el Pentágono.
Pero había una tercera conclusión en 1952 que algunos detractores hoy quieren meter “bajo la alfombra”, y era la siguiente:
3 – No hay ninguna evidencia de que los OVNIS representen desarrollos tecnológicos o principios superiores a los conocimientos científicos de hoy.
Hoy en 2022, el Pentágono ha variado este punto y admite que podemos estar ante “capacidades tecnológicas desconocidas”. Es un cambio fundamental.
DECLARACIONES INAUDITAS DESDE ARGENTINA…
Hace pocas horas, se conoció un texto emitido por el actual titular del Ciae (Centro de “identificación” de Fenómenos Aeroespaciales) de Argentina, a través de un comentario en Facebook.
En la misma, (y una vez más), aparecen párrafos plagados de inexactitudes e interpretaciones muy particulares.
La principal es referir que la NASA adoptó “el mismo camino y política de difusión” por el Ciae – y peor aún – sugerir que lo que se comenzó en Argentina fue “unos años antes que la propia Task Force de la US NAVY”. (Sigue el comentario planteando la necesidad de más personal, equipamiento y presupuesto).
Esta declaración es un disparate temerario, pero conviene refutarla debidamente, para que el público y algunos medios de prensa, sepan la verdad.
Suponer que lo de Ciae puede ser comparable a lo que está haciendo el Pentágono es un ejercicio puramente irreal e imaginativo.
La razón es simple.
El titular de Ciae ha sostenido en infinidad de notas que, aunque pueda existir un exiguo porcentaje de casos definidos como no identificados, ello se debe a que los análisis no han sido concienzudos. Que de afinarse la investigación, no quedaría ningún caso en pie.
El Pentágono – por el contrario – señala que aun habiendo efectuado todo el descarte de posibles confusiones con fenómenos artificiales y naturales, existe un residuo de casos que son no identificados y permanecen bajo esa órbita. (CITA 1)
Y más aún: desde los definieron como capacidades tecnológicas desconocidas.
Eso el Ciae no lo ha esbozado nunca, por una razón muy simple: sólo se aboca a un puñado insignificante de casos (simples confusiones que los ufólogos venimos descubriendo hace años, en fotos y videos).
Es decir: no existe una investigación integral
La segunda diferencia sustancial es que el Pentágono está tomando como base no sólo casos documentados por imágenes, sino testimonios sin imágenes
Ciae no estudia esos casos, ni aún los de pilotos en territorio argentino (como ocurrió en recientes hechos), por lo que jamás alguien sensato puede afirmar que los estudios son similares. (CITA 2)
La honestidad intelectual es clave en esto, pero evidentemente hay personas que pueden creer cosas por su propia cuenta, o interpretar hechos que no se ajustan a la realidad.
El Pentágono – como organismo militar de Primer orden – han ido directamente al escalón 100, mientras el Ciae y su titular, no han subido aún al segundo.
En realidad, la postura del Pentágono tiene más analogías con comisiones ajenas a nuestro país.
Podríamos citar que el informe más aventurado es el COMETA (Francia, 1999), pero hay otros ejemplos más cercanos.
Por tal motivo, es importante aclararle a neófitos, público en general y medios de prensa, que bajo ningún modo, lo que ocurre en Argentina fue un adelanto de otras experiencias.
La verdad es muy otra: lo que comenzó auspiciosamente en 2011, culminó en 2016, cuando se extirpó a la parte Ufológica, que podía nutrir de casos dignos de ser estudiados.
DETRACTORES FROTÁNDOSE LOS OJOS….
Se cuenta que algunos detractores no salen de su asombro ante estas noticias.
Es entendible.
Estaban acostumbrados a la muletilla de la “no existencia” y de repente, el organismo militar más importante del mundo aparece ratificando casos, y no sólo eso: avalados por importante documentación.
Y tras cartón, y si faltaba algo para sorprendernos, la NASA misma creará otra Comisión, ratificando en parte, lo que el titular de la misma ha sostenido en 2021.
Los cultores de la “navaja de Ockham” intentaron lastimosamente, frenar las expectativas, efectuando notas paupérrimas, y confesando que escribieron a esos organismos para ver si era cierto lo que sostenían los medios. La respuesta fue lacónica: “Eso es lo que dijimos”.
No repuestos en absoluto con estas noticias, hemos visto alguna declaración hilarante sosteniendo que esperan que la NASA llegue a una conclusión contraria de antemano, mostrando la desastrosa forma de operar en esta cuestión que tienen (poniendo el carro delante de los caballos).
Independientemente de la NASA y sus conclusiones, lo señalado por el ex Jefe de Inteligencia del gobierno de Trump, es algo totalmente contundente: “los OVNI muestran una tecnología que Estados Unidos no tiene y no puede defenderse”.
John Ratcliffe (quien supervisó 18 agencias de espionaje del país), señaló que un puñado de casos parece mostrar una tecnología avanzada, alcanzando vuelos inusuales y maniobras anómalas.
También señaló que sólo un pequeño porcentaje se estaba haciendo público, y que de a poco se liberará más información.
Pero lo mas importante expresado por el ex Jefe de Inteligencia es que el porcentaje de no identificados lo es en base a ya haber descartado todo tipo de confusiones.
A diferencia de seudo comisiones o centros personalistas que afirman que “aún hay OVNIS porque no se ha hecho una investigación profunda”, desde Norteamérica señalan todo lo contrario: los casos OVNI lo son luego de haber estudiado y descartado todos los casos OVIS.
Hace pocos días, en mayo de 2022, Scott Bray, subdirector de inteligencia naval, dijo en una audiencia pública sobre el tema en el Congreso de EE.UU, que hubo avistamientos que «no puede explicar» debido a las «características de vuelo» o las lecturas de radar de los objetos.
Estas cosas muestran y ratifican que una gran parte de los testigos OVNI desde 1947 en adelante, no mintieron.
Es una forma de reivindicación a las burlas y desprestigio al cual durante años se vieron expuestos, por parte de los personeros de la cobardía investigativa.
ALINEARSE CON LOS TIEMPOS
“El hombre necio jamás se da cuenta de cuándo o cómo es poco oportuno” (Proverbio Chino)
En este presente y en esta situación, diez años después de haber participado como asesor en Fuerza Aérea Argentina, hoy se abre otra gran posibilidad de trabajo y de intercambio con una Comisión de real prestigio como la de Uruguay. No será desaprovechada.
Desde 2016 Argentina no cuenta con ningún organismo que contemple el aspecto Ufológico y dados los acontecimientos actuales, es clave volver a accionar, y encontrar alternativas viables de trabajo mancomunado y proyectos de escala reducida pero concreta.
Para ello iremos paso a paso sin adelantar nada, pero interpretando totalmente la realidad actual y esta encrucijada única de cambio de paradigma.
Tenemos la experiencia de más de 45 años, y lo más importante: tenemos el acopio de miles de casos sistematizados estadísticamente, con algunas conclusiones importantes en más de 60 variables.
No es poco. Ha sido una tarea de décadas, y ese material, puede ser hoy valorado y reconocido en el exterior, incluso por investigadores de renombre como Vallée, Sturrock y Haines.
Es por ello que se ha iniciado este camino.
Estar “alineado con los tiempos” es fundamental.
Manteniendo el equilibrio clave, es prioritario no estar disonante. Todo especulador que apueste de antemano a “explicaciones” sigue cometiendo fallos metodológicos, y es fruto de su impotencia.
Pero más allá de mirar al Norte, desde aquí tenemos también una responsabilidad que no podemos eludir.
Sólo los cobardes o dogmáticos anquilosados, pueden seguir sosteniendo que esta catarata de documentación que está llegando, es producto de una monumental confusión natural.
Por cierto, no esperaremos sentados y es hora de compartir y abrir información con los organismos que realmente lo valoren.
Argentina tuvo esa posibilidad del 2011 al 2016, y hoy se encuentra enmarañada en un pantano dialéctico oficial, donde la excusa es una forma de ejercer la inutilidad.
El “explicar” un grupúsculo de casos convenientes, e ignorar y no analizar decenas que ocurren en nuestro extenso territorio, es una falla imperdonable que un día la Historia juzgará.
Que un pequeño grupo de acólitos del estancamiento celebren el tecleo como “investigación de avanzada”, es una burla al raciocinio.
A no dudar que están a contraviento – y es de esperar que no salgan ahora a decir lo contrario, a no ser que nos estemos manejando con cínicos oportunistas.
Es hora de desenmascarar la no investigación que pretende vestirse de “ciencia”.
Es hora de mostrar que quien desde lo oficial promueva el haber “investigado casos ufológicos”, está alardeando de una fantasía digna de un contactado mesiánico.
No vamos a quedarnos en eso quienes realmente deseamos avanzar.
Si alguien pensó que sacando de escena a la Ufología lograron una victoria y se reían de ello, hoy están atragantados. Y nosotros lo estamos celebrando.
Pero no basta con ello.
La complicidad de silencio de muchos participantes Ovni también muestra un grado de responsabilidad.
Los nuevos tiempos con paradigmas acordes han llegado para quedarse.
Que hoy alguien señale que si la NASA da un veredicto contrario al tema será motivo que los Ufólogos hablemos de “conspiración”, debería primero ver cómo fue abofeteado en su propia cara con lo que el Pentágono ha ratificado: Hay un porcentaje de OVNIS, que existen, son reales, y no pueden explicarse como nada convencional.
Y más aún: si la NASA se alinea a la explicación del Pentágono, vamos a ver qué dicen los que ahora siguen frotándose los ojos con desazón.
EPÍLOGO
“- Tráigame pruebas o deje de calentarme las orejas con estas absurdidades….
– Pero señor profesor, si usted ve pasar un plato volador delante de su ventana que haría?
– Miraría la pared”
(Esta respuesta auténtica, dada hace varios años por el más célebre de los físicos franceses, resume toda una moral) – (Aimé Michel)
Ya todo ha cambiado. Aunque haya hombres sin moral, los “cambiadores de la Historia” no tendrán éxito. Ya no podrán desalentarnos al estilo de Edward Condon.
Quien queda atrapado en el tiempo y creencias es alguien desafortunado. No puede salir de esa telaraña y sigue dando tumbos alocados, queriendo convencer a todos sin resultado.
Ante eso, sólo le queda tratar de “justificar” la ineficiencia de una oficina personalista, cuyos informes están viciados de parcialidad.
Esto no es cuestión de presupuestos sino de una menta abierta y examinar todas las evidencias. Mientras ello no ocurra (y con la actual autoridad oficial en Argentina no ocurrirá), todos los esfuerzos de alinearse con lo que esta ocurriendo en el mundo, son en vano.
Y así también le irá a la oficina o laboratorio fotográfico personalista.
Como bien dice otro proverbio chino: “La resolución es independiente de los años, pero sin ella vivirás cien años en vano”.
Por cierto, al cierre de esta nota, llega también la noticia de que desde Rusia, donde Dmitry Rogozin (jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos), ha dicho que los funcionarios rusos están realizando estudios sobre los informes de ovnis. El jefe de la agencia espacial dijo que estaba al tanto de las cuentas de objetos voladores no identificados (OVNI) proporcionadas por los pilotos y que estos informes a menudo regresaban después de los vuelos de prueba.
Esta situación – como contraparte del Pentágono y la NASA – muestra a las claras que el mundo está estudiando los OVNI considerándolos más allá de toda confusión posible, lo que es totalmente distinto a lo que la oficina argentina plantea.
La pandemia trajo también este cambio.
Se ha abierto una puerta y los soplidos de los detractores del fracaso no pueden ya cerrarla.
Bienvenidos los nuevos tiempos..!!!
Y que los fervientes defensores del pasado queden atrás.
Carlos Ferguson
Imagen de encabezamiento: Cool Cat Game Studio from Pixabay
CITA 1: Las conclusiones del Pentágono sobre el residuo de NO IDENTIFICADOS, es algo ya comprobado por estudios de Comisiones Oficiales serias, como la pionera de Uruguay y la de Chile.
CITA 2: En cuanto a casos antiguos, el titular del Ciae intentó (sin éxito), desmoronar al más importante caso argentino: el incidente Polanco (31 de julio de 1995), entrevistando a un testigo que se contradijo en algunas declaraciones, sin hablar con el testigo principal, y apoyándose sólo en subjetividades o prejuicios sobre el hecho..