EL EXTRAÑO OVNI DE KIRTLAND DE 1957 (Por el Dr.James Mac Donald)
En este artículo – como en tantos otros -, Mac Donald abrió el fuego contra los escépticos y negadores, aniquilando las conclusiones del fraude Condon (el famoso proyecto de la Universidad del Colorado que fue un fiasco monumental). Nunca viene mal refrescar la memoria y recuperar un excelente material como el presente, en especial en un caso donde las autoridades oficiales no tomaron contacto con los testigos (así como ocurrió con los pilotos del caso Neuquen y la Ciae del comodoro retirado Lianza en Argentina en 2020). (C.Ferguson)
El 4 de noviembre de 1957; en Albuquerque, Nuevo México (EE.UU), dos operadores de la torre de control de la Base de Kirtland (con 23 años de experiencia), vieron un objeto volador que descendió abruptamente en el extremo este de una pista, salió de la línea de vuelo, cruzó pistas, calles de rodaje y áreas sin pavimentar en un ángulo de aproximadamente 30 grados y avanzó hacia el suroeste hacia la torre de control a una altitud de menos de 100 pies. Observado a través de binoculares 7x, el objeto parecía tener forma de huevo, no tener alas, cola ni fuselaje, y estaba alargado verticalmente. Parecía tener de cuatro a seis metros de altura, aproximadamente del tamaño de un automóvil apoyado sobre su morro, y tenía una única luz blanca en su base. Después de que el OVNI abandonó el área, fue rastreado en un radar de vigilancia CPN-18 y exhibió algunas características de vuelo sorprendentes. El objeto también regresó hacia Kirtland hasta que tomó una posición detrás de un Air Force C-46 que acababa de despegar. Permaneció en posición detrás del C-46 hasta que ambos se movieron fuera del alcance del radar.
El mejor modo de aportar alguna noción sobre lo inadecuado del Informe Condon (CITA 1) es citar ejemplos concretos.
Tengo estudiados una vasta gama; sólo mencionaré lo necesariamente específico, a fin de no abusar del espacio.
En la página 141 de la Edición Bantam del Informe, hay dos párrafos que discuten un caso ocurrido en el aeródromo de la Base Kirtland (Albuquerque, Nuevo México), en noviembre 4 de 1957. (CITA 2)
Este es un ejemplo de un informe OVNI no conocido previamente fuera de los canales del Libro Azul de la Fuerza Aérea, de las cuales el Informe Condon contiene una docena de casos sobre un total de 90 analizados.
Inmediatamente después de leerlos, sentí curiosidad primero, y sospecha después. Pues, como verán ustedes al leer la cita, intenta explicar un incidente en términos de una hipótesis fundada en algunas presunciones notoriamente improbables, y hace la afirmación de que es difícil sopesar el hecho.
OVNI EN LA PENUMBRA
“Observadores de la torre de control vieron un objeto no identificado, oscuro con una luz blanca debajo, con la forma de un automóvil que cruzó el campo a unos 400 metros y lo circundó, como para aterrizar en la pista.
A baja altura, este objeto no identificado pareció invertir su dirección mientras estaba tras un edificio fuera de la vista de los observadores, y trepó súbitamente a unos 90 metros alejándose del terreno en ángulo de 120 grados. Luego se orientó, hacia una pendiente y desapareció en la penumbra.”
A continuación el Informe Condon comenta:
“La Fuerza Aérea considera que este OVNI era un poderoso y pequeño aeroplano privado que volaba sin plan de vuelo determinado y que se confundió e intentó aterrizar en el aeropuerto errado. El piloto advirtió la equivocación cuando vio las brillantes luces del área restricta y fue en este punto donde invirtió su dirección…”
El Informe sigue y menciona que el operador del radar percibió en la pantalla al objeto, como “perfectamente normal en su operación” y que las señales del radar “no evidenciaban capacidades que fuesen más allá que las de los aviones privados existentes en la fecha”.
La conclusión del Informe, sin otro comentario, fue:
“NO PARECE HABER RAZÓN PARA DUDAR DE LA CORRECCIÓN DE ESTE ANÁLISIS”
Por el contrario, a mí me pareció que había varias razones “para dudar de la corrección de este análisis”.
Primero, quiero señalar que al comienzo del análisis en el Informe Condon se hace referencia a que el incidente tuvo lugar “con leve lluvia sobre el aeropuerto” a hora avanzada (22:45 a 23:05).
Así se nos pide que aceptemos el cuadro de un piloto que llega a un aeropuerto desconocido de noche en condiciones lluviosas, hace un giro de 180 grados a baja altura y trepa súbitamente a unos 90 metros. Se nos pide que aceptemos ese cuadro de azaroso giro nocturno a baja altura ejecutado tan rigurosamente que ocurrió “mientras estaba tras un edificio fuera de la vista de los observadores”.
Estos no eran curiosos accidentales que hacían una observación sino técnicos de una torre de control diseñada y ubicada para permitir la visión plena de operaciones aéreas y cerca de la pista.
Por eso mi reacción de duda ante la citada explicación de la Fuerza Aérea, que el Informe Condon endosa sin discusión posterior.
Los pilotos que realizan el tipo de extrañas y riesgosas maniobras como las mencionadas en la explicación no viven mucho tiempo.
Y las torres de control no están situadas de modo que “los edificios” tapen porciones de espacio o terrenos tan amplias como para permitir a un avión maniobras de 180 grados fuera del alcance de la vista de la torre (¡de noche y con lluvia!)
Así que pasé a verificar y hacer marcas en el caso, así como lo hice con múltiples explicaciones inconvenientes en otros puntos del Informe Condon.
Tanto en este caso como en casi todos los otros noventa, no se da el nombre de los testigos, procedimiento que no facilita las investigaciones autónomas, demás está decirlo.
Pero no bien me puse en contacto con los organismos pertinentes, pude localizar a los técnicos de la torre de control, aún activos en la Fuerza Aérea, uno en Oklahoma, el otro en California.
Al mismo tiempo investigué si en 1957 existían en el aeropuerto estructuras que pudiesen ocultar aeroplanos del modo sugerido en el Informe.
Lo que finalmente averigüé constituye apenas un mero ejemplo de los muchos que sostienen el testimonio que recientemente he hecho ante varios grupos profesionales: La Academia Nacional de Ciencias se verá en la embarazosa situación cuando se tenga el cuadro completo de las incorrecciones del Informe Condon, pues creo que será absolutamente obvio que la Academia posó su pesado sello sobre este informe sin siquiera intentar un fugaz sondeo riguroso de su contenido.
SUSPENDIDO SOBRE LA TIERRA
Los dos operadores de la torre – R.M.Kaser y E.G.Brink – con quienes he tenido 5 comunicaciones telefónicas durante el transcurso de mi investigación del caso, me explicaron que el objeto no tenía características de aeroplano y que su modo de operar no se asemejaba ni a los aviones de entonces ni de ahora, con lo cual la nomenclatura de “aeroplano privado” resultaba bastante entretenida.
Nunca habían oído hablar de la explicación de la Fuerza Aérea, ni de las tareas del Proyecto Condon y, lo más perturbador de todo, ni de la existencia del proyecto:
NADIE EN EL PROYECTO CONDON HIZO CONTACTO CON ESTOS DOS HOMBRES!!!! (CITA 3)
Un proyecto que costó medio millón de dólares, un informe plagado de carísimas trivialidades y comentarios que no aportan luz alguna a la incógnita OVNI.
Ningún investigador del proyecto se molestó en investigar a los dos testigos clave de este caso, cerrado desvaídamente con la fácil aceptación de la explicación dada por el Libro Azul.
Los informes de Kaser y Brink se equiparaban tanto en sus apreciaciones que busqué de inmediato en los archivos del Libro Azul hasta hallar el legajo donde dormía la investigación realizada por la Fuerza Aérea al día siguiente del incidente.
El objeto apareció al este de la carretera 26, cambió su línea de vuelo, cruzó los caminos en ángulo de 30 grados y se desplazó hacia la torre a una altura que estimaron de pocos metros sobre el nivel de tierra.
Lo enfocaron velozmente en sus binoculares y verificaron que carecía de alas, cola o fuselaje, se alargaba en dirección vertical y se parecía a un huevo (Kaser).
Tendría entre 4,50 a 6 metros de altura y la dimensión de un automóvil a lo largo, con una sola luz blanca en su parte inferior. Ambos testigos pusieron énfasis al destacar que de ninguna manera se asemejaba a un aeroplano.
Avanzó casi hasta llegar a un hangar de B-58, a unos 900 metros de la torre cerca de un viejo puesto de ametralladoras aún existente en la Base Kirtland.
Allí se detuvo completamente, suspendido sobre la tierra. Kaser calcula que durante 20 segundos, Brink sugiere que fue más bien un minuto, el interrogatorio de la Fuerza Aérea establece algo más que un minuto.
Luego volvió a moverse, siempre a baja altura, aún a baja velocidad, hasta alcanzar el extremo este del campo.
Los dos operadores de la torre – R.M.Kaser y E.G.Brink – con quienes he tenido 5 comunicaciones telefónicas durante el transcurso de mi investigación del caso, me explicaron que el objeto no tenía características de aeroplano y que su modo de operar no se asemejaba ni a los aviones de entonces ni de ahora, con lo cual la nomenclatura de “aeroplano privado” resultaba bastante entretenida.
En este punto trepó velozmente (Kaser dice que mucho más rápido que los jets modernos e incluso un T-38).
El Libro Azul expresa que el testigo calculó unos 1.350 metros por minuto, casi una conversión literal de Mach 1.
Mis anotaciones de la entrevista telefónica con Brink expresan lo siguiente: “No tuve la menor duda de que eso no podía compararse con los aparatos aéreos conocidos por entonces”.
Ambos testigos sostienen que en ningún momento el objeto fue ocultado por edificio alguno.
La oficina local del Área D me informó que en el sector nunca hubo nada más que esparcidos y comunes hangares de metal. El bunker de ametralladoras tiene unos 5 metros de altura, según lo he observado desde el aire.
El Libro Azul no refiere en ningún momento la circunstancia de que el objeto estuvo fuera de la vista tapado por estructuras, si bien está plagado por las habituales inconsistencias que caracterizan muchísimos procedimientos del Libro.
¡OCULTEN LOS DISCOS VOLADORES!
No voy a describir aquí en detalle el rastreo del “desconocido” con el radar.
Sólo mencionaré que el desconocido se desplazó hacia el sur hasta las cercanías de la Estación de Baja Frecuencia de Albuquerque, orbitó allí durante unos minutos, retornó al norte casi hasta llegar a Kirtland, se ubicó a 1.500 metros de la cola de un C-46 de la Fuerza Aérea que acababa de despegar de la base y se alejó con él.
El 6 de noviembre de 1957, el Informe del Comandante de la División Aérea 34 al Comando de Inteligencia Técnica Aérea concluía con el sensato comentario: “Lo observado y descripto no se ajusta a los criterios conocidos para la identificación de OVNIS”.
El posterior informe preparado por el personal de la Inteligencia Aérea (noviembre 13, 1957) contiene un número de comentarios relevantes sobre la experiencia de ambos testigos (23 años de control de torres entre ambos hasta ese instante) y sobre su inteligencia, y termina así: “En la opinión del investigador, ambas fuentes (testigos) se consideran completamente competentes y confiables”.
Los archivos del Libro Azul están atestados de casos inexplicables, bien informados por testigos de confianza, casos que se remontan hasta 1950.
Todos estos años la comunidad científica ha sido saturada por la distorsionada impresión de que nada podía explicarse significativamente a partir de estos archivos.
Los consultores de la Fuerza Aérea y las Comisiones se han permitido, mediante un escrutinio superficial de este caudal de evidencias, desecharlas como si se tratara de malentendidos.
Así, la Fuerza Aérea no ha podido asumir que asuntos de primordial significado científico estaban siendo meticulosamente ocultados bajo una alfombra de ineficiencia.-
DR.JAMES MAC DONALD
CITA 1 = Proyecto Condon, también conocida como “Proyecto del Colorado”, fue creado en 1966 para el estudio del fenómeno ovni, con una subvención de la Fuerza Aérea de 300.000 dólares, elevados más tarde a 500.000. La Comisión Condon trabajó bajo la dirección del Dr.Edward Condon y se trató de un monumental fiasco que los escépticos suelen utilizar afirmando que se trató del único proyecto científico sobre los OVNIS. Una de las tantas ideas falsas generadas por quienes pretenden invalidar la temática Ovni.
CITA 2 = Kirtland AFB es la tercera instalación más grande en el Comando de Material de la Fuerza Aérea y la sexta más grande en la Fuerza Aérea. La base ocupa 51,558 acres y emplea a más de 23,000 personas, incluidas más de 4,200 en servicio activo y 1,000 guardias, además de 3,200 empleados de la Reserva a tiempo parcial. El impacto económico de Kirtland AFB para el año 2000 en la ciudad de Albuquerque fue de más de $ 2.7 mil millones. Kirtland es el hogar del Centro de Armas Nucleares (NWC) del Comando de Material de la Fuerza Aérea. La NWC es el centro de conocimientos especializados en sistemas de armas nucleares. Hay adquisición, modernización y mantenimiento de programas de sistemas nucleares tanto para el Departamento de Defensa como para el Departamento de Energía. Hay 7 escuadrones y es el hogar de la 58a Ala de Operaciones Especiales (58 SOW), una unidad del Comando de Educación y Entrenamiento Aéreo (AETC) que brinda entrenamiento formal de tipo / modelo / serie de aeronaves a las fuerzas de operaciones especiales del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFSOC) (SOF). El Ala 150 de Combate de la Guardia Nacional Aérea de Nuevo México, una unidad obtenida por el Comando de Combate Aéreo (ACC), también tiene su base en Kirtland, operando el F-16 Fighting Falcon.
CITA 3 = La Ciae (Centro de «Identificación» Aeroespacial) oficial, a cargo del comodoro retirado Lianza, no se ha comunicado con testigos pilotos de un suceso aeroespacial ocurrido el 30 de junio de 2020 en Neuquén, emulando la nefasta inoperancia del Proyecto Condon.