EL CASO SILVIA AGUIRRE: Un tubo verde fosforescente
Gaceta OVNI
La testigo vive en el área sur de Cachi, frente al lecho del río Calchaquí que forma un pequeño valle fértil. Desde su posición se observa claramente el área de cerro Tin Tin y Los Colorados, ya mencionados en los informes del mes pasado.
A las 10,35 de la noche, tal vez once menos veinte, Silvia se encontraba en el fondo de su casa que da al área aludida, divisa sobre el lado sur del cerro Tin Tin una luz que describe como ¨luz no brillosa¨, opaca pero potente. Esta peculiar definición de una luz es constante para buena parte de los fenómenos luminosos de la zona. Algunos acuden a la semejanza que da observar un puñado de nieve o luz fría para referirse a que no destella, no emite haces, no tiene iridiscencia sino que recuerda un objeto claro iluminado por otra luz, ligeramente fluorescente, aunque intensa.
Esa ¨luz¨ se prendía y se apagaba intermitente y pausadamente, no como baliza continua. Hizo esto cuando menos unos 15 minutos sin variar la posición aparente.
Aguirre no es la única testigo, otros vecinos que enfrentan sus viviendas en la misma calle que la suya se percataron de la singularidad y se reunieron para comentar apreciaciones.
La luz se pierde de vista en un momento, piensan que es posible que se oculte tras una quebrada aunque no la recuerdan como referencia geográfica. Pero no habría de pasar largo rato hasta que repentinamente vuelve a aparecer pero a menor distancia, así lo juzgan por la nitidez del Ovni.
Ahora el objeto, tal su descripción, emite luminosidad fuerte ¨es parecido a ver la luz de una linterna directamente sobre la cara¨.
La sorpresa es general, en el grupo hay inquietud y cierto temor, pero insisten en observar debido a las peculiaridades del Ovni.
Efectivamente, el cuerpo lumínico parece flotar, desplazarse en el aíre desde una distancia menor a la originaria. No es posible determinar dimensiones todavía, se trata de algo grande, sin dudas.
¨La luz siguió ahí y vimos que flotaba y flotaba, y se desplazaba. En un momento se partió en dos.¨ ¨Estaba en el campo, enfrente, junto a las lomas (ver foto del lugar). Después que se partió en dos volvió a unirse y formó un rombo.¨
Aunque siempre es difícil describir precisamente las curiosidades que se manifiestan en un caso como este, una larga encuesta define por fin el verdadero periplo y hazaña de las rarezas.
Las semejanzas son lógicos intentos por definir efectos e imágenes de por sí indescriptibles por lo que casi siempre, a modo de ¨pintura viva¨ referimos textualmente a la descripción del testigo.
Esto no es una cuestión de facilidad de palabras, al contrario de lo que puede suponerse, en los casos Ovnis la definición de la gente suele ser más precisa y acertada que la perorata técnica del investigador.
Detalles
No es posible para la testigo determinar si la luz original se partió o apareció repentinamente. Una segunda luz se presentó en escena con las características inesperadas que suelen tener estos sucesos.
Las luces están una sobre otra, tienen color amarillo claro y son triangulares. La forma la adquieren claramente cuando van moviéndose en dirección al río. Allí notan que produce destellos rojizos.
Las 6 personas, incluida la testigo, quedan sorprendidas por el espectáculo que se desarrolla ante ellas. Haciendo una estimación de distancia y altura de referencia, los triángulos alcanzan los 30 metros de longitud. Su brillo es intenso aunque manteniendo la característica antes enunciada de ¨luz opaca¨.
Avanzan de este a oeste, dan la impresión que flotan no solo porque se los ve en el aire sino que ascienden y descienden suavemente en tanto marchan en dirección al río, que es la impresión que los testigos tienen que los cuerpos venían hacia ellos, causal de la inquietud principal.
Finalmente los dos triángulos se funden en una sola figura que concluye como un rombo.
¨Se lo veía perfecto¨ comenta Silvia, y debió ser la parte más impresionante de su observación.
La tonalidad se mantenía, aumentaron los destellos rojizos pero el objeto manifestó una particularidad, no solo flotaba y se desplazaba, la luz interior parecía ¨gelatina¨.
La alusión comprende la estructura o composición de la masa romboidal, dentro de ella la materia aparente recuerda a algo fláccido, cruzado por ondas o ligeramente flameante, como flamea una bandera al viento.
Esta contextura no rígida sino dinámica no alteraba el perfil exterior o forma romboidal, solamente se movía en su interior, como una pecera que contiene agua en movimiento, o como dice claramente Silvia: como una gelatina que se sacude levemente.
Es oportuno destacar que los objetos luminosos difícilmente den impresión de focos incorpóreos, salvo que posea haces que dificulten la definición.
En la zona de Cachi muchos cuerpos de luz opaca dan impresión sino igual semejante a la de este caso. La verdad es que ¨luz¨ es un término aproximado al fenómeno por más que estén asociados a fuegos o centellas. No se trata de combustión, ni aún los efectos de arco eléctrico o chispazos de soldadura son del todo aplicables como elementos de comparación aunque se aproximen.
Tuvimos la oportunidad de ver con prismáticos uno de esos cuerpos – caso que relataremos más adelante- y la definición más certera era la de ¨hielo¨, o como si viéramos la luna brillar en un fondo absolutamente negro sin ser afectado por su luz. Insistimos sobre todo tipo de comparaciones porque justamente la definición de ¨luz¨en estos casos puede descartar combustión, fenómeno eléctrico, o todo otro parentesco con fenómenos naturales.
¿Como puede una luz opaca iluminar como el sol sin emitir haces? La falta de una definición ajustada se convierte en concepto de las características generales de la rareza.
Ahora esa luz indefinible aparenta una sustancia espesa y dinámica que irradia una claridad potente que tonifica los alrededores.
Al seguir su derrotero, la testigo señala que el rombo llega hasta los campos contiguos al río desde el lado este, ese es el momento de más claridad en la observación.
Dada su posición, ahora Silvia puede determinar que la longitud relativa del objeto supera en tamaño la altura de la pared que produce la quebrada al llegar al curso del río. Esto es una medida superior a los 50 metros.
¨Claro, se veía muy grande, por eso me llamaba la atención. Cuando llego a esos campos era tan claro y luminoso que a muchos les dio miedo y se metieron adentro de sus casas.¨
Otros quince minutos aproximados se suceden durante este proceso, desde la segunda aparición hasta que toma la forma de rombo y se traslada lentamente hacia el norte, moviéndose en diagonal por la vera del río para el lado de Barrio Lujan que está a la entrada de Cachi aunque no hay seguridad que haya salido de la margen este del Calchaquí.
En este lento proceso de fuga en que el objeto acorta la distancia relativa entre él y los testigos, divisan un reflejo claro, elíptico, sobre el suelo, tal como si el rombo proyectara un haz luminoso hacia abajo. Ese reflejo se hace más notorio casi al perderse sobre el barrio Lujan e incluso lo perciben una vez que el cuerpo se pierde de vista, solo unos momentos.
Presas de dudas y fascinación intentan seguirlo con la vista pero el paisaje lo oculta definitivamente. Luego se quedan hasta las 00,30 en espera que algo más suceda, infructuosamente.
Todo el evento duró media hora.
La impresión que tiene Silvia fue compartida por los restantes testigos: ¨Parecía saber donde estábamos, que nos miraba, por eso nos asustamos cuando vino hacia nosotros.¨
La apreciación está justificada, desde el fondo del paisaje el objeto enfiló hacia el río quedando frente a los testigos, los únicos que por otra parte presenciaron el proceso porque no hubo otras referencias a pesar de la magnitud de masa y circunstancia, otra cosa frecuente entre las rarezas de este tipo.
Pero tan importante como la observación es el lugar de aparición. Muchos puntos geográficos son claves y anteriores experiencias de la propia Silvia Aguirre lo confirman.
¨En ese mismo lugar, ahí derecho -entre cerro Tin Tin y Los Colorados- vi como cayó un tubo. Era una cosa verde, fosforescente que se clavó en la tierra.¨
Gaceta: -Describa el color.-
Aguirre: –Un verde azulado-
Gaceta : – ¿ Sintió algún sonido?-
Silvia: – No, no. Vino de arriba aunque me di cuenta tarde, vi que se perdía abajo. Fue en diciembre, poco antes de las fiestas-
La observación duró unos instantes pero recuerda claramente que era algo de buen tamaño y la luz que tenía. Le causó extrañeza que se hundiera en la tierra sin emitir ruidos de choque.
Silvia hace una comparación recurrente en la zona.
¨Lo que vi no era el farol, el farol es distinto, yo vi uno.¨
¨Yo vivía abajo, en las casas del campo que dan al río, casi sobre la ruta 40 que va a Seclantás. Fue hace mucho tiempo.¨
¨A eso de las 07 de la mañana, mientras caminaba, lo vi. En comparación a las otras cosas el farol es una cosita pequeña aunque la luz es similar, tiene esa opaquez…Es un amarillo opaco, bien opaco.¨
¨Lo tuve a 10 o 15 metros. Salí a tomar el colectivo cuando hacía mi residencia en Cachi Adentro. Lo vi andar a los saltos, incluso saltó una tapia.¨
El suceso ocurrió siete años atrás
Para cerrar los datos resumidos de estas vivencias debemos recordar que no es infrecuente que una persona tenga más de una observación. Así ocurre en estos lugares ¨calientes¨ con mucha frecuencia.
Algunos Datos
Silvia Aguirre
Docente
25 años
Fecha: 3-3-2002