EL CASO OMAR GONZA: Un OVNI flotando sobre la quebrada

Gaceta OVNI

Omar Gonza
Estudiante
20 años
Fecha: 31-1-2002

El caso de este joven nos impresionó sobremanera, no solo por las características de la observación en sí sino por como quedó marcada en su vida. Al ser un hecho reciente, aún se notan las huellas de su vivencia, al promediar la charla que mantuvimos en su casa, acompañado de sus padres y unos amigos, Omar se mostró dispuesto a contar pero no pudo evitar ponerse sensible ante el recuerdo. En un momento estuvo a punto de romper en lágrimas, pero se contuvo.

Es bueno señalar que para una sociedad como la de los Valles, la conducta viril, el coraje, todavía son importantes. No es sencillo hablar de Ovnis por el temor a las burlas, y menos dejar caer lágrimas al rememorarlo.
Es evidente que la vivencia le causo un profundo impacto, por eso preferimos poner en parte el dialogo ateniéndonos a sus descripciones sencillas.
Una segunda persona no pudo ser entrevistada. Aunque no fue testigo directo del suceso sí podría haber aportado datos importantes, pero debemos dejarlo para otro momento ya que nos separan casi 1600 kilómetros de distancia.
Como referencia testimonial, el suceso es sólido, no hay contradicciones, lo que si subyace en el relato es la dificultad para describir una cosa realmente extraña, y como siempre decimos, hay que entender que hablamos de gente ordinaria ante sucesos extraordinarios.

Entrevista con el testigo
Omar – Fue antes del festival, estaba trabajando en la confitería todavía – bar propiedad de Martín Oliver- y me iba a dormir a la casa de mi novia, eran la 01,00 de la mañana. Conversé con ella y nos acostamos. Pero a eso de las 02,00 de la madrugada comenzó a ladrar un perrito chiquito de la casa que nunca sabía hacer eso. Ladró en la puerta hasta que me levanté y lo saqué a la calle, a fuera.-

Gaceta – ¿Donde estaba el perro?-

Omar – Yo tengo una pieza ahí, pero hay otra que falta terminar – y que comunica a la calle y que a modo de puerta hay colocada una madera que cubre la entrada hasta la mitad de la abertura-. El perro estaba ahí. Salgo de la pieza y lo tiro afuera -por la abertura superior- por que la puerta no está terminada. Entonces vuelvo a acostarme, en eso el perro ladró otra vez y rasguño la puerta, no sabía por qué.-

Gaceta- ¿Estaba inquieto?-

Omar – Sí, y le pregunté a mi novia que estaría pasando que el perro se ponía así. Me vuelvo a levantar de la cama, voy a la puerta, lo meto adentro y lo reto (reprendo ) otra vez. Lo saco a la calle, cierro bien la otra puerta (de calle) y regresé a dormir. Y…otra vez vuelve el perro a molestar, por tercera vez, pero lloraba más fuerte y rasguñaba la madera, entonces me levanto ya pensando que éste (el perro) quiere algo, que algo le está pasando…                                                                                                                          ¨Me levanto, me pongo la ropa y salgo. Abro la puerta y veo al perrito que estaba con los ojos así (llenos de lagrimas) como diciéndome vení a ver esto, lo que hay acá. Entonces salgo, saco la tabla (que cubre la abertura sin terminar), y el perro sale adelante mío, como llevándome. Yo fui atrás de él mirando para el suelo, mirándolo andar. Llegamos hasta la quebrada, levanto la vista (repentinamente) y ahí estaba…era algo impresionante, no se…me quedé sin habla, no me podía mover, me quedé helado del todo.¨

Gaceta – ¿Como era lo que viste?-

Omar – Sí, vi luces rojas y verdes…-

Gaceta – ¿Eran varias?-

Omar – Era una sola cosa que tenía esas luces. No se veía bien porque era de noche, y yo me he quedado así (paralizado), y era grande, tenía siete metros de diámetro, más o menos…no sé…-

Gaceta – ¿Donde estaba el objeto, concretamente?-

Omar – Estaba posado sobre la quebrada. No estaba posado, estaba flotando y cuando lo veo quise darme vuelta para ir a avisarle a mi novia y no…no podía. Era algo así como si me quedara quieto, no me movía aunque hacía fuerza. Reaccioné, quería hacer fuerza y me movía lentamente, lentamente pero hacía mucha fuerza. Me vinieron lágrimas en los ojos…y quería correr y no podía, era una cosa que me estaría agarrando (aprisionando), que me atraía ahí. Yo solo miraba…entonces me suelta, y casi me caigo pero apoyé la mano (en la tierra) y salí corriendo para avisar, que vinieran a ver lo que he visto, bueno….no lo podían creer. Cuando salí con mi novia ya no estaba, desapareció completamente, no se…-

Gaceta – ¿Sentías que no te podías mover por el miedo, o que había algo que no te dejaba mover?-

Omar – Era ¨algo¨ que no me dejaba mover porque yo hacía fuerza y era como si me tuvieran agarrado…-

Gaceta – ¿Como sentías el cuerpo?-

Omar – Sentía algo así como un escalofrío, sentía miedo, se me hizo un nudo en la garganta, realmente quedé sin habla…no podía gritar…-

Gaceta – ¿Recordás si hacía frío?-

Omar – Yo sentía frío pero la noche estaba calurosa, fue dos días antes del festival, el jueves a la noche y hacía calor.-

Gaceta-¿Cuando intentabas moverte sentías dolor, o solo estabas rígido?-

Omar – Yo me podía mover si lo intentaba, pero había una cosa que me sostenía. Quería moverme pero todo…me movía lentamente.-

Gaceta – ¿Mirabas el objeto mientras tanto?-

Omar – Cuando quería darme vuelta, como decir en cámara lenta, miraba, lo observaba…Era una cosa que estaba ahí, flotando, pero no tenía ningún ruido, todo era silencio absoluto.-

Gaceta – ¿Iluminaba?-

Omar – No tenía un reflejo fuerte, pero…se lo veía. No iluminaba alrededor.-

Gaceta – ¿Notaste que durante tu parálisis hubo algún cambio en la luz?-

Omar – No, todo fue así (igual), no cambió. Eso fue lo que me quería retener (el objeto), no se…-

Gaceta – ¿Podías ver alguna forma?-

Omar – Vi luces que podían ser así (hace un círculo con las manos), medio redondo, no muy alto, pero redondo era…como 7 metros de diámetro, pero de alto no tendría más de 5 metros.-

Gaceta – ¿Ovalado?-

Omar – Sí. Estaría a 2 metros del suelo, metro y medio. Yo estaba a 14, 15 metros.-

Gaceta – ¿Cuanto duró la sensación de parálisis?-

Omar – Serían 20 segundos, 25…Cuando lo vi quería gritar y no podía, entonces comencé a hacer fuerza para avisar, para que lo vieran, pero mi novia dice que no me vio.-

Destacamos que la ventana de la casa, donde miraba la muchacha, da su vista a la exacta posición donde se encontraba Omar mirando el objeto, aún así dijo no verlo, cosa que normalmente, a una distancia no mayor de 15 metros parece imposible ya que de fondo, a unos 100 metros hay una línea de casas y faroles callejeros que facilitan aún más el ver a una persona en la misma posición que Omar se hallaba.
La posición del testigo es sobre un barranco que da a una quebrada, se hunde el terreno más de diez metros y sobre este lugar el Ovni se hallaba estacionado. Es probable que por su altura no lo viera, pero el joven jamás descendió.

Gaceta – ¿Tu novia no veía el objeto?-

Omar – No porque estaba en el barranco, y eso estaba abajo, al lado de la calle. Ella me dijo que cuando yo salí me vio que yo iba atrás del perro, y llegué hasta ahí. Después me perdió de vista, ella estaba en la cama, sentada, mirando por la ventana y yo llegué gritándole que viniera a ver. Salió en camisón y nada…-

Gaceta – Cuando comienzas a sentir la parálisis: primero estabas parado y después la sentiste, o esto ocurrió cuando caminabas?-

Omar – Fue cuando levanté la mirada. Cuando el perro se para veo unas luces adelante y ahí me quedo. Justo apenas lo miré.-

Gaceta – ¿Como siguió tu experiencia?-

Omar – Después de ver hago fuerza y regreso para avisarle a ella, y cuando volvemos a la quebrada ya no había nada, no había ni señas de nada.-

Gaceta – ¿Y luego?-

Omar – Bueno…volvimos a la pieza (habitación) y…te juro que me quedó una cosa acá en la mente que…estaba asustado, no podía dejar de llorar. Esa noche la pasé llorando. Soñé que me aparecía acá, en el pueblo, que venían muchos, de a 10 o de a 20. Llegué a soñar que bajaban en la plaza de Cachi, y cuando Antonio me dijo que ustedes iban a venir, ayer, anoche volví a soñar. Cada vez que me acuerdo o me preguntan me da dolor en la cabeza.-

Gaceta – Luego de ver eso, ¿te dolió la cabeza?, ¿sentiste nauseas?-

Omar – No, solo dolor de cabeza.-

Gaceta -…No pudiste superar eso…-

Omar -Al principio decía no, no creo en eso, bueno…hay que ver para creer, y lo vi de sorpresa…-

Gaceta – ¿Que hacían las luces?-

Omar – Se apagaban y se prendían.. Se apagaba la verde y se prendía la roja, tipo baliza.-

Gaceta- La sensación de frío, ¿cuanto duró?-

Omar – Cuando hice fuerza ahí se me pasó, pero el miedo se me quedó acá, en la nuca, y un nudo en la garganta.-

Gaceta – En algún momento de tu vida ¿sentiste algo parecido?-

Omar – No, jamás, nunca lo había sentido antes.-

Gaceta – ¿Alguna secuela, dolor, problema físico…te podías mover bien después de que pasó?-

Omar – No, solo el dolor de cabeza.-

Gaceta – Que hizo el perro ¿lo viste?-

Omar – Cuando levanté la vista lo perdí, no lo vi hasta el otro día. Estaba bien.-

Gaceta – ¿Podrías pensar que el perro te llevó ahí?-

Omar – Sí, fue así, como diciéndome que fuera, que vayamos a ver lo que hay, rasguñaba la puerta y lloraba hasta que fui.-

Gaceta – ¿Tenes una relación de afecto con el perro?-

Omar – No, nunca, no mucha..es el perro de mi novia. La primera vez que hizo algo así fue esa noche.-

Gaceta – ¿Por qué saliste a las 02 de la madrugada?-

Omar – Porque mi papá me contó que los perros presienten cosas como temblores. Cuando el perro rasguño la puerta me acordé de eso y salí a ver que pasaba. Pensé que algo raro estaba pasando. Yo creo que el perro me quería llevar.-

Gaceta – Que hizo concretamente…-

Omar – Primero me miró como con lagrimas en los ojos, después salió directo para la quebrada y baja un poco. Cuando vi eso ya lo perdí de vista…-

Gaceta – Las luces ¿se veían bien?-

Omar – Sí, Se apagaban unas y prendían otras, todo alrededor.-

Gaceta – ¿Como hacen los carteles luminosos?-

Omar – Sí. No había otros colores. Rojo y verde. Se notaban bien aunque no eran fuertes. Es como si algo iluminara una cosa, pero se veían bien.-
Las luces se movían de izquierda a derecha alrededor del objeto a una velocidad media.

El testigo sigue pensando que lo que le impresionó es que una cosa así no hacía ningún ruido.