LOS CONTROVERTIDOS OVNIS TRIANGULARES

La mención de formas triangulares en fenómenos aéreos presuntivamente anómalos, comienza a difundirse en la literatura ufológica a partir de la ya famosa oleada OVNI sobre el territorio de Bélgica, en setiembre de 1989.
Sin embargo, aunque con mucha inabitualidad y escasa frecuencia tal clase de avistamientos parece haberse registrado en años anteriores. Según la organización CAUS (Citizens against UFO secrecy), de Estados Unidos, eventos similares se remontan al comienzo mismo del fenómeno OVNI, hacia fines de la década de 1940. No obstante, desconocemos si existen menciones concretas sobre tales experiencias.
Personalmente -y sin realizar una búsqueda exhaustiva- hemos rescatado algunos incidentes, como los que se narran a continuación.

Julio 22 de 1966. Llandrindod Wells, Gales.
El Sr. W.J. Norton, Curador del Museo Ludlow, Shropshire, informó sobre el avistamiento de un OVNI, del cual fueron testigos el propio Sr. Norton, su esposa y su joven hijo, junto con un granjero local. El suceso tuvo lugar a las 21 horas. El objeto tenía forma de un triángulo isósceles y brillaba intensamente. Parecía alejarse de la vista de una manera extraña, desvaneciéndose repentinamente, al moverse sin decrecer en tamaño. El objeto llegó a estar casi sobre las cabezas de los testigos y pudo ser visto claramente durante 30 o 40 segundos. Producía un zumbido de baja intensidad.
(Fuente: Flying Saucer Review, vol. 12, nº 6, 1966).

Marzo 21 de 1966. Victoria, B.C.
4 testigos observaron, durante 15 minutos, un extraño objeto triangular, que irradiaba luces rojas y verdes mientras se desplazaba en el cielo, y luego de color blanco al detenerse. Luego de unos 5 minutos, el objeto inmóvil retomó las luces iniciales y desapareció en dirección al sur. De acuerdo con uno de los testigos el fenómeno producía un agudo zumbido.
(Fuente: Flying Saucer Review, vol. 12, nº 6, 1966).

Marzo 25 de 1966. Saanich Inlet, Victoria, B.C.
En la noche, varios residentes locales informaron que tres extraños objetos de forma triangular se desplazaban a 30 o 40 pies sobre el agua. Los objetos permanecieron inmóviles durante unos dos minutos y luego se alejaron «lenta y elegantemente, sin producir ruido alguno.
(Fuente: Flying Saucer Review, vol. 12, nº 6, 1966).

Pero sin duda la irrupción masiva de formas triangulares en la fenomenología OVNI ocurre, como ya expresáramos, en la oleada belga de 1989, que conmovió a Europa de un modo tan intenso que determinó la franca intervención de la Fuerza Aérea de aquel país. La reacción de dicha institución militar fue de tal magnitud que en la noche del 30 al 31 de marzo de 1990 se dispuso el despegue de caza-interceptores F-16, luego de que OVNIs triangulares fueran informados sobre la región de Wavre y captados por el Centro de radar de Glons. Previamente, la noche del 2 de diciembre de 1989, había tenido lugar una acción semejante, pero infructuosa, que involucró también a dos jets de similares características, pero en la zona de Lieja.
No es el caso detallar aquí la sucesión de avistamientos registrados por centenares o millares en Bélgica , entre 1989 y 1991, pues la SOBEPS (Sociedad Belga para el estudio de Fenómenos Espaciales) los ha investigado en profundidad. Como fruto de esa indagación se publicó en Bruselas el año 1991, un excepcional dossier de 502 páginas, titulado Vague d’ OVNI sur la Belgique, de altísimo valor documental.
Es interesante resaltar que, a posteriori de esas fechas, las apariciones de OVNIs triangulares han continuado en diversas regiones del mundo, hasta el presente. Citaremos, a modo de ejemplo, las siguientes observaciones:

6 de enero de 1995.
Un Boeing 737, de la British Airways, tuvo un encuentro cercano con un artefacto aéreo triangular sobre los Pennines, en la fecha arriba mencionada. Los pilotos de la aerolínea capitán Roger Willis y primer oficial Mark Stuart debieron agacharse en su cabina, cuando el Boeing estuvo a punto de colisionar con el extraño objeto.
El avión volaba en su ruta desde Milán a Manchester, cuando un triángulo brillantemente iluminado apareció de repente delante de ellos en curso de colisión. Voló directamente hacia la aeronave, pasando muy próximo al lado izquierdo de la misma. De acuerdo al Control de Tráfico Aéreo local, el Boeing 737 era el único avión en el área y nada más había sido observado en el radar. La CAA (Civil Aircraft Authority) emprendió una investigación respecto al incidente y, al cabo de un año, dio a conocer el resultado afirmando que no habían logrado hallar una explicación plausible para el caso.
(Fuente: Flying Saucer Review, vol. 40, nº 1, 1995; y vol. 41, nº 1, 1996).

14 de agosto, 1998. Sedan y Carignan (Ardenas francesas)
Un objeto volador no identificado, de forma triangular, que se movía a baja altura sobre la región mencionada, fue observada al menos por 150 personas. Según Jean-Luc Lemaire, representante local del Centre d’Etudes OVNI, de Francia: «Durante la noche de lunes a martes, fue inicialmente visto a gran altitud mientras descendía sobre Charleville-Mézieres, antes de efectuar lo que parecía un patrullaje de vigilancia, sobrevolando lentamente, en círculos reiterados, unas 30 localidades en el área de Sedan» -dijo.
El objeto tenía la forma de un gran triángulo con vértices redondeados; también llevaba dos luces rojas en la parte posterior y una luz blanca más grande en el frente. Esas luces no parpadeaban. De acuerdo a algunos testigos el OVNI producía un extraño sonido de alta frecuencia, que llamó la atención de la gente; otros testimonios, en cambio, describen un ruido grave y sordo, como de motor, en tanto que algunos personas afirman que no se escuchaba ningún ruido. Según Lemaire, el objeto se movía muy lentamente , a baja altura, por lo cual no podría haber sido un caza furtivo.
(Fuente: Sightings in the Ardennes (France). Pág. Web.)

Con respecto a los avistamientos posteriores a 1991, en distintos puntos del mundo, especialmente en EE.UU., las consideraciones que se desarrollan en el resto del artículo no son enteramente aplicables, por dos motivos: la mayoría de ellos carece de la notable extrañeza que caracterizaba a los fenómenos anómalos de Bélgica; y por el evidente» ruido» que significa la proliferación de prototipos furtivos, producidos por la tecnología militar norteamericana.

Las explicaciones escépticas.

Se ha intentado dar una explicación convencional a la multitudinaria presencia de los misteriosos objetos triangulares que, durante tres años, aparecieron en el cielo de Bélgica, aduciendo que la misma habría sido provocada por los vuelos secretos del Lockheed F-117-A. (Se trata de un avión furtivo norteamericano de última generación, cuyo su primer operativo militar ocurrió cuando el conflicto con Panamá el 20 de diciembre de 1989, casi invisible a las ondas del radar en virtud de su particular conformación y de los materiales empleados para su fabricación). Las centenares de observaciones informadas por los testigos tan sólo habrían sido interpretaciones erróneas generadas por la mencionada aeronave, cuyas características no eran aún conocidas para la población.

André Demoulin, agregado de investigación del Groupe de Recherche et d’ Information sur la Paix (GRIP), ensayó esa posibilidad hacia fines de 1989. Igualmente, la revista de vulgarización científica Science & Vie, de Francia, reiteró tal interpretación en junio de 1990, con el título: L’ OVNI cest lui.. En esa misma publicación se resume quizás más claramente el pensamiento reduccionista de los medios:

«Los OVNI en cuestión eran triangulares, el F-117 también lo es; aquellos portaban tres luces potentes, el F-117, también; las fotos muestran una luz central , roja y parpadeante, lo que se corresponde con sistema FLIR del aparato; los testigos han notado que las máquinas eran muy poco ruidosas, este es el caso del F-117; las máquinas evolucionaban a poca velocidad, parece que el F-117 es capaz de volar con lentitud…»

No obstante los reiterados y categóricos desmentidos oficiales, tanto de las autoridades belgas como norteamericanas (v.g. El Ministerio de Defensa de Bélgica, en dos ocasiones, el embajador estadounidense en Bruselas, y del propio general Marcel Terrason, comandante de la Fuerza Aérea Táctica) la hipótesis del avión furtivo ha perdurado en los medios y continúa siendo esgrimida por los así llamados» úfólogos escépticos» y por otros grupos seudorracionalistas, en publicaciones más recientes. En estas últimas, lamentablemente, se exponen fantasías político-conspirativas, ( donde se involucra a los gobiernos de Bélgica, a EE.UU y a la misma OTAN) asociadas a descabelladas elucubraciones psicosociológicas, cuyo evidente propósito es tan sólo ofrecer una explicación convencional a cualquier precio.

Réplica a las reducciones convencionalistas
Los argumentos que refutan los intentos escépticos por identificar como artefactos convencionales las observaciones de OVNI triangulares, se fundan primeramente, en el estudio comparado de los stealth fighters F-117, con las características de las anomalías aéreas avistadas en el curso de la oleada belga; y en segundo término, en la inadecuación de las hipótesis aeronáuticas aplicadas a estas concretas circunstancias.

a) Análisis comparado
Subsiguientemente se estudian de modo comparativo cuatro ítems principales correspondientes a las características del Stealth fighter F-117A, por un lado, y de los supuestos OVNIs observados en Bélgica, por otro. El propósito de este análisis es indagar si, a la luz de los datos objetivos existentes, las plataformas triangulares en cuestión pueden o no ser reducidas a meras expresiones de una tecnología muy sofisticada, aunque fabricadas por el hombre.

1.-Forma y dimensiones
F-117A : Son aviones de ala en flecha, extremadamente aguda (68º)). Formas angulosas, adecuadas para evitar su captación por el radar. Su planta es vagamente triangular.
Longitud de 20 metros.
OVNI: Plataformas triangulares con vértices redondeados (menor frecuencia de formas rectangulares, cuadradas y romboidales). Objetos gigantescos de 60 a 70 metros de longitud . No se perciben estructuras, relacionadas a los modos de sustentación y propulsión de tales aeroformas.

2.-Sonido
F-117A :No es absolutamente silencioso; «no hace más ruido que un pequeño bireactor de negocios»‘ o bien como «un estruendo apagado de frecuencia mediana».
OVNIS: Con pocas excepciones, son totalmente silenciosos. En algunas ocasiones producen un ligero zumbido «como el de un motor eléctrico» o como un suave ruido de viento.

3.-Características de vuelo
F-117A : Desplazamientos normales de un avión, vale decir que no pueden detenerse súbitamente en el aire, ni efectuar virajes cerrados, ni permanecer estacionarios; tampoco pueden pivotear sobre sí mismos.
Son aviones subsónicos, con velocidad máxima de Mach 0,95. Su velocidad de aterrizaje es de 278 km/h. Con velocidades inferiores a 280 km/h corren alto riesgo de accidente.
OVNIs: Violan las leyes de la aerodinámica, con súbitas detenciones, seguidas de cerrados cambios de dirección, pudiendo pasar en escasos segundos de la completa inmovilidad a velocidades supersónicas (por ejemplo, de 185 km/h en 6 segundos a 1.300 km/h, valores medidos por los radares militares). Dichos niveles de aceleración son tan elevados, que ningún piloto, aún los mejor entrenados, podría sobrevivir.
Son capaces de permanecer estacionarios por largo tiempo, a menos de 50 metros de altura, a veces girando sobre sí mismos como un trompo. Además, pueden moverse con gran lentitud (entre 20 y 60 km/h) a escasa distancia del suelo.

4.-Luminosidad
F-117A :Tres faros de luz blanca no mayores que los de un automóvil, fijados al tren de aterrizaje. Los faros proyectan sus luces hacia delante y sólo se usan durante el despegue y el aterrizaje. En el vuelo, se introducen en el interior del fuselaje. Por consiguiente, para que las luces sean visibles es preciso que el avión vuele con el tren de aterrizaje bajo, con lo cual el aparato deja a ser furtivo e invisible, porque aumentan grandemente las posibilidades de ser captados por los radares.
Lleva además, entre otras luces de posición reglamentarias, una baliza anticolisión, pulsante, de color rojo, situada debajo de la nariz del avión.
OVNIs: Tres luces circulares, de gran tamaño (2 a 4 metros de diámetro), muy intensas y de color blanco. Se hallan dirigidas hacia abajo, iluminando a veces el suelo en una vasta extensión.
En ocasiones, muestran un faro giroscópico rojo, más pequeño, ubicado en el centro del objeto.

Como conclusión de este análisis comparado, podemos afirmar con certeza que, tomando en cuenta las cualidades globales de los OVNIs (v.g. cinemáticas, lumínicas, aerodinámicas y sonoras) exhibidas en el transcurso de la oleada belga, extraídos de observaciones visuales confiables y registros oficiales de radar, surge con claridad la inconsistencia de cualquier hipótesis de índole aeronáutica. Sólo podría rescatarse, tal vez, cierto grado de semejanza circunstancial, fundada sobre todo por un tenue parecido morfológico.
Es evidente que la brecha tecnológica existente entre los dos términos comparados en el análisis, es de gran magnitud: los OVNIs superan con amplitud todas las técnicas creadas por el hombre,y por ahora conocidas. El máximo nivel de extrañeza de tales fenómenos reside fundamentalmente en sus perfomances cinemáticas. Tal ítem es propio también de los avistamientos anteriores a la oleada de 1989, en todas las décadas y en todas las regiones del mundo, a partir del año 1947. Entonces ¿cómo pretender explicar los OVNIs triangulares de Bélgica mediante el expediente de un prototipo ultrasecreto de reciente generación? Y tampoco es razonable recurrir como alternativa reductiva salvadora -tal cual lo hacen algunos escépticos- a otros hipotéticos ingenios aéreos furtivos (absolutamente secretos) con perfomances increiblemente revolucionarias. Porque a ellos también se aplicarían los mismos argumentos expuestos a propósito del F-117.

b) El concepto de avión furtivo
Según la acepción gramatical, furtivo, es «lo que se hace a escondidas»; y su sinonimia refiere a lo oculto, sigiloso, escondido, disimulado, encubierto, secreto, subrepticio. Por consiguiente, el término caza furtivo presupone la intensión clara y expresa de cumplir una misión intrusiva, del modo más evasivo y secreto, posible, buscando siempre pasar inadvertido e indetectado, no sólo a los dispositivos electrónicos(de ahí lo de avión invisible) sino también a cualquier otro medio óptico. En otras palabras, el prototipo stealth, para cumplir su misión de manera cabal, no debe exhibirse ante los ojos de eventuales observadores, ni propios ni extraños.
Este mostrarse en forma abierta y descarada sobre áreas densamente pobladas, sin respetar siquiera las regulaciones que controlan el vuelo en zonas urbanas, significaría un incremento sustancial en las probabilidades de ser percibidos por gran número de testigos. Y en tal caso, ¿de qué condición secreta podría ya hablarse si los presuntos aviones furtivos sobrevuelan esas áreas con sus faros encendidos, reiteradamente (de la jornada del 29 de noviembre de 1989 se conocen por lo menos 125 casos, por ejemplo) y por lapsos prolongados? ¿ qué sentido razonable tendría el exponer irresponsablemente al supuesto avión secreto, a un riesgo de accidente que lo hiciera caer en territorio de un país extranjero. Y en el caso de Bélgica, aliado estratégico de Estados Unidos en la NATO. tal situación traería aparejado un serio y complicado conflicto diplomático. «Los norteamericanos deberían haber obtenido permiso del ministro de Defensa para hacer experimentos sobre el territorio belga y no hubo tal pedido», afirmaba categóricamente el actual Mayor General Wilfried de Brouwer, por entonces jefe del Sector Operaciones del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Belga.
(De que la pretendida invulnerabilidad del F-117 no era absoluta, lo demuestra el accidente que una aeronave de ese tipo sufrió el 11 de julio de 1986, en el valle de San Joaquín, California. Ello confirma la posibilidad de que una falla similar pudiera suceder en sus supuestas incursiones en el espacio aéreo belga).
Lejos de una intervención furtiva, el comportamiento de los fenómenos observados indicaría más bien una decisión deliberada a ser percibidos. Todo asemeja un espectacular y provocativo despliegue de objetos con movimientos y luces anómalos, que no hubieren podido dejar de suscitar la atención de hasta los más desprevenidos paseantes.

Conclusiones generales

Los OVNIs triangulares de Bélgica muestran -prima facie- toda la apariencia de artefactos aéreos peculiares, productos de una tecnología desconocida, no humana, suprahumana tal vez, incursionando libre e impunemente, casi al alcance de nuestras manos, con propósitos inescrutables.
Subsiste un interrogante esencial: ¿ ese aspecto tecnlógico que nos ofrece el fenómeno, corresponde a la verdadera naturaleza del mismo? ¿o se trata únicamente de una especie de camuflaje, de una máscara, tras del cual oculta su auténtico rostro, quizás inaprehendible para la capacidad de comprensión humana, quizás opaca a la razón?