EL «CIAE» DE ARGENTINA: CUANDO LA “NAVAJA DE OCKHAM” ESTÁ DESAFILADA
Por Carlos Ferguson
“En la investigación ufológica, como en cualquier campo de conocimiento, uno está obligado en dejar a un lado la “navaja de Ockham” y aceptar la complejidad del mundo físico, y la aún más compleja realidad que los seres humanos albergan dentro de sí” (Dr. Jacques Vallée)
INTRODUCCIÓN
A las pocas horas de publicado mi artículo el 8 de julio pasado, sobre los deplorables y recientes dichos del titular del CIAE (Centro de Identificación Aeroespacial) Ruben Lianza, donde también evidenciábamos los aspectos endebles de su “investigación” y su par de asesores externos sin títulos de estudio de imágenes, uno de ellos ha republicado casi en forma inmediata, un opúsculo del año 2021 que intenta vanamente poner al CIAE y su titular como un “ejemplo de investigación” de los casos Ovni.
Esto nos reconforta, ya que vemos que se sienten tocados y nos siguen los pasos (no sólo en críticas sino también cuando ofrecemos algún material audiovisual, y salen tontamente a querer invalidar algo de lo que expusimos).
Comenzaremos dando una breve recorrida por la “escaramuza dialéctica” de Milton Hourcade (uno de los dos asesores externos), en su endeble intento por defender a quien realiza frecuentes generalizaciones sobre los ufólogos.
Sí, este Hourcade es el mismo que hace años renegaba de toda comisión oficial definiéndolas como “ineficientes” (y que hoy participa de una de ellas).(CITA 1)
Es también quien llamó “lacras” a los Ufólogos de Argentina y que ante la muerte de un querido ufólogo de Brasil dijo: “No deseo la muerte a nadie, pero no deja de ser una buena noticia” (SIC).
Luego expondremos un caso “resuelto” por el CIAE (centro de identificación aeroespacial) que se derrumba desde el vamos, con una conclusión risible.
ACLARACIÓN PERTINENTE
Las expresiones que realizo en este artículo como en otros de postura crítica a la Ufología en general, son de estricta responsabilidad personal. Por ende, ninguna agrupación o proyecto en el cual formo parte está involucrado en la misma.
No tenemos nada personal con las personas mencionadas en estos artículos, porque no nos interesa la vida particular de ellos. Pero en sus referencias al tema que nos ocupa y a los Ufólogos en general, no vamos a dejar pasar cada diatriba lanzada desde la oficina personalista y sus acólitos. Nosotros seguiremos informando y mostrando los aspectos oscuros de quienes quieren defenestrar al Ufólogo utilizando argumentos falsarios.
En el actual momento de la Ufología, quedamos muy pocos investigadores y tenemos una avalancha de decidores y divulgadores, vendedores de espejitos de colores, narradores que falsean la Historia, etc. La gran mayoría se dedican a generar mil teorías, o el sensacionalismo en las redes, en forma totalmente improvisada.
Ninguno de ellos menciona lo que ocurre a nivel oficial en Argentina, y deambulan en forma reiterada con especulaciones e intrigas por los pasillos del Pentágono, el Área 51 y la Nasa, «resolviendo» misterios.
Por eso, cuando hablamos de Ufología (como decía nuestro máximo exponente Hynek), no sólo estamos en los caminos y detalles técnicos o de la propia investigación de un caso. También debemos defender el marco metodológico y teórico. Y al enorme trabajo estadístico que venimos desarrollando, también debemos sumar estas aclaraciones.
Dejar el terreno libre a la charlatanería y el menosprecio es ceder la voz y el discurso que suele encubrir falsedad, calumnia y mentiras.
Algunos plantean por qué contestar este tipo de acusaciones o calumnias a los Ufólogos. La respuesta es simple: no todos tienen ni el ánimo ni la predisposición para hacerlo. Y además: alguien tenía que hacerlo.
Ante el silencio cómplice, preferimos el alegato no sólo sobre la Ufología de campo, sino también, la de escritorio.
Y esto no se hace creyéndose nadie en dueño de la verdad, sino exponiendo actitudes y datos, que es la forma de contrarrestar relatos y narrativas.

(Imagen de Clipart-Vectors en Pixabay)
SOBRE PROGRAMAS E INVESTIGACIONES
“Recibimos algunas consultas de gente, de un «Don Zoilo», que está asustado porque piensa que ve «la luz mala» en el campo. El Estado también tiene que estar presente en estos casos” (Declaración de Rubén Lianza a “El Diario 24” en 2020)
No se engañe el lector: la frase anterior del titular de la oficina oficial en argentina es sólo de ocasión y para la prensa.
No sólo es totalmente improbable que «un Don Zoilo asustado» haya enviado una notificación a la oficina oficial por mail (apostaríamos que jamás ocurrió), sino que tampoco está presente «el Estado» en los casos de denuncias Ovni, al menos con el CIAE y Lianza.
Ni para “Don Zoilo” ni para Pilotos, ni siquiera para un pequeñísimo grupo que envían alguna imagen, en una tarea que bien podría realizar un laboratorio fotográfico o algún asesor y experto en imágenes (que la Fuerza Aérea ya poseía).
En cuanto al software de ayuda tecnológica para la investigación, no es algo nuevo.
Hoy la mayoría están al alcance de la mano, desde datos sobre aviones, satélites y globos en tiempo real, así como información sobre resolución espacial y espectral, temporal y radiométrica, basura espacial, obtención de imágenes satelitales, teledetección a Baja Altitud, etc.
Por ende, el enfoque del titular de la oficina oficial no está dando respuesta más que al 2 % del total de denuncias Ovni (ese es el porcentaje con respecto al resto). Y mientras tanto, se presenta ante medios como el que domina un tema (que en realidad desconoce por completo), y que «le da respuesta a la población».
El 98 % restante – con la limitada visión y objetivos de su titular – no tiene ni tendrá ningún tipo de respuesta (y ni hablemos de casos aeronáuticos, donde la oficina sí tendría más competencia, pero parece no interesarse en absoluto).
Allí, hay que demostrar mucho más que saber los tipos de aviones, pero el comodoro retirado prefiere ignorarlos.

“LA INTRIGA DE LOS UFÓLOGOS”
El asesor externo de CIAE Hourcade engloba livianamente a todos los ufólogos al señalar: «la verdadera investigación busca descubrir hechos en lugar de aumentar la intriga».
La definición de intriga nos dice: “Manejo cauteloso, acción que se ejecuta con astucia y ocultamente, para conseguir un fin”.
La “intriga” podría encajar en algunos participantes ufológicos, como también en algunos periodistas, pilotos, y todas las profesiones que se quiera incluir.
Pero englobar a toda una comunidad con un fin espurio sólo puede provenir de un oportunista.
Por ende, dejamos sentado que quien quiera insinuar, dar a entender o decir que todos los ufólogos estamos tras la “intriga”, es un vulgar embaucador y farsante.
Por otra parte, para descubrir hechos a través de la investigación – como señala el “periodista científico”, primero debe existir tal investigación.
Nos preguntamos qué pasa con su alabado método y visión fantástica del CIAE y su titular, con todos los casos que desde 2021 se han presentado en los cielos (de competencia totalmente aeroespacial, como he señalado en mi nota anterior), y que jamás fueron abordados.
Uno de ellos (julio del 2022) contaba con registros concretos del mejor radar argentino y con detecciones durante más de una noche. Es decir: un evento con todas las herramientas para poder encararlo.
¿Qué sucedió con todo ello?
¿No decía el mismo Hourcade que el caso de los pilotos de Neuquén del 2020 no era válido por no contar con radar? ¿Y en este caso cuando lo tenemos tampoco se lo investiga?
¿No estamos acaso ante una oficina que sólo se auto proclama identificar fenómenos aeroespaciales?
¿Parece razonable que una entidad oficial que todos los contribuyentes solventamos no se encargue de dar su visión y explicación ante aeronaves desconocidas que violan el espacio aéreo, que son observadas por pilotos, controladores aéreos y radaristas?

(Imagen Pixabay – Recreación C.Ferguson)
AFIRMACIONES ORDINARIAS REQUIEREN EVIDENCIA ORDINARIA
Si “la verdadera investigación busca descubrir hechos en lugar de aumentar la intriga” – como señala Hourcade – él mismo está a la cabeza de la intriga con un caso en particular: el de Isla de Lobos.
Ya hablamos en nota anterior sobre este caso, por lo que no ahondaremos específicamente en él.
Pero básicamente, el suceso ocurrió en 1972 en la pequeña isla Uruguaya donde un testigo de la Marina observó un OVNI posado y 3 figuras humanoides, y al apuntarle con un arma, sufrió efectos fisiológicos. Las figuras se introdujeron en el objeto y éste se alejó a gran velocidad.
Para Hourcade todo sería producto de un «helicóptero de la Marina Argentina», que habría descendido allí por motivos desconocidos, y cuyos tripulantes se habrían alejado ante la postura del testigo apuntándoles. (CITA 3)

Hourcade resuelve mágicamente el alejamiento de las figuras: “Tal vez los individuos del helicóptero al verificar la reacción del testigo Fuentes, optaron inmediatamente por irse…».(SIC)
Ante esto, lo mejor que puede hacer Hourcade y la oficina que «resuelve el 100 % de los casos», es darnos algunos de estos 3 datos: nombres de los 3 tripulantes, matrícula del helicóptero y/o la base desde donde partió la aeronave.
De esa manera no se perpetuará el misterio y la intriga.
Si bien el evento fue en tierra Uruguaya, la alusión de Hourcade a un “helicóptero de la Marina Argentina” tiene implicancias nacionales. Descubrir este dato sería un paso fundamental para esclarecer el hecho.
Por otra parte, en una entrevista al titular del CIAE Lianza ocurrida en el 2020 («La Prensa», declaraba:
“Pensamos que de no existir un organismo estatal especializado en Identificación Aeroespacial, quedaría un enorme vacío que buscarían llenar la prensa sensacionalista y los grupos sectarios creyentes en teorías conspirativas y que casi nunca se guían por metodologías científicas”. (fin de la cita)
Demás está decir, que sólo algunos pocos ufólogos fuimos quienes nos arriesgamos y enfrentamos y denunciamos a varios grupos sectarios de la Ufología durante años, por lo que ningún ajeno nos va a contar esa historia.
Por otra parte, querer insinuar que el vacío informativo sólo puede ser llenado por el organismo estatal CIAE es una falacia. Desde el lado ufológico, algunos pocos pensamos lo contrario. Si gran parte del vacío informativo continúa, es por la responsabilidad de quien – con más herramientas desde lo oficial – no realiza un trabajo integral y toma como ejemplo lo que hacen otras comisiones exitosas.
Pero para que el panorama nefasto referido por Lianza no se dé (y más allá de los casos que la oficina no aborda), le respondemos que es fundamental que el vacío informativo sobre el Caso Isla de Lobos sea resuelto definitivamente, en colaboración con su asesor extranjero.

“Afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria” menciona en forma reiterada el titular del CIAE, emulando a una frase de Carl Sagan.
Invirtiendo la frase decimos: “Afirmaciones ordinarias requieren evidencia ordinaria”.
Pues bien: ante el caso Isla de Lobos, Hourcade recurre a una explicación ordinaria, por lo que también esperamos las evidencias ordinarias.
Y dado que este tipo de detractores siempre acusan al Ufólogo de no poder demostrar aspectos ufológicos, en un caso tan terrenal como la presencia de un helicóptero, seguramente ellos tendrán todos los elementos para presentarnos.
Después de todo, si dicen “resolver” casos de 1952 o el de Polanco en 1995, ¿por qué no hacerlo con un caso de 1972, que Hourcade publicó en su primer libro con tanto detalle?.
¿Lo harán?…¿O también los detractores comparten el no poder dar todas las respuestas de lo que aseguran?
¿Estamos nuevamente ante una narrativa oportunista?…¿O una simple explicación de uno vale y la de otro no vale?

(Imagen: GraphicMama de Pixabay, reformada)
HABLANDO DE AUTO PROCLAMADOS
En la defensa que el “periodista científico” y «experto» Hourcade hace del CIAE y su titular Lianza, dispara sus bazas nuevamente hacia los Ufólogos, señalando:
“Es crucial ser perspicaz en el campo de la ufología. A menudo está lleno de fotografías engañosas, vídeos cuestionables y afirmaciones exageradas presentadas por investigadores autoproclamados. Dichos materiales engañosos deben evaluarse críticamente y descartarse en la búsqueda de la verdad”. (Fin de la cita)
La frase «auto proclamados» la viene realizando junto al titular del CIAE en forma reiterada.
Cumpliendo nuestro deber de sacar a la luz todo lo que podamos en este tema, le informamos al público y a la prensa en general, que algunos no pueden resistir un archivo. Entre ellos el mismo Hourcade, cuando tiempo atrás expresó:
“Los expertos en Ovnilogía conocemos ese tipo de marcas (hablando sobre huellas)” (CITA 2)
Vaya pues, quien acusa a los Ufólogos de autoproclamarnos (coincidiendo con el titular del CIAE Lianza), termina llamándose a sí mismo “Experto en Ovnilogía”.
Debemos decirle al lector que no existe la categoría de “experto en Ufología» (además, era esperable que quien lo llame «experto» sea otra persona y no él mismo, pero no se podía esperar otra cosa de quien se maneja con rasgos de inmodestia total).

Y no olvidemos que – en declaraciones a «La Prensa» (2020), Rubén Lianza señaló a su asesor externo de esta manera: “Milton Hourcade es un experto uruguayo que reside en Estados Unidos” (parece que el hombre ha pasado de ser “experto de Ovnilogía” a “experto” a secas).
Además de preguntarnos “experto” en qué, la definición de esa palabra nos dice:
“Persona reconocida como una fuente confiable de un tema, técnica o habilidad cuya capacidad para juzgar o decidir en forma correcta, justa o inteligente le confiere autoridad y estatus por sus pares o por el público en una materia específica.” (fin de la cita)
De seguro, no sería el caso de Hourcade ni por asomo en cuanto a Ufología.
Estamos en realidad, ante un desinformado y poco nos importa que siga en esa misma condición, pero al público y a la prensa le decimos que no es verdad que todos los ufólogos participen en acciones espurias promoviendo fotos falsas.
Infinidad de fotografías y videos engañosos de la Ufología han sido denunciados en forma constante por los propios ufólogos desde los años 50 hasta hoy.
No somos ilusos ni creyentes en imágenes, y además; hay profesionales fotógrafos para consultar esa información.
Decir lo contrario es querer pintar al Ufólogo en general como un aventurado, torpe, iluso e improvisado en todo terreno. O incluso como un malintencionado.
Según su propia autoproclamación de “experto de Ovnilogía”, ¿Hourcade cumpliría entonces todas las generales de la ley?

El pasquín anti-ufológico del asesor del CIAE, no dice nada sobre algo real: la gran mayoría de fotos, y videos donde hay confusiones y falsedades no provienen de los Ufólogos, sino de medios de prensa sensacionalistas y las redes. El público – en general – no toma contacto con ufólogos mayoritariamente, a no ser contadas excepciones. Lo hace principalmente en las redes o comunicándose con la prensa.
Esto debería conocerlo muy bien alguien que se presenta como “periodista científico”.
Por lo tanto, ignorar ese aspecto de la recorrida dialéctica de Hourcade, muestra su paupérrimo nivel de análisis histórico y real de la actual Ufología (igual que su defendido Rubén Lianza).

“HAZ LO QUE YO DIGO Y NO LO QUE YO HAGO”
En tren de poner las cartas sobre la mesa y la realidad informativa que debe ser trasmitida, es importante que el público sepa algunas cosas.
Si se critica a algunos ufólogos por el comercio, es importante que quien lo afirme no caiga en lo mismo que critica.
No parece ser el caso de Hourcade (una más del “experto” en materia desconocida).
Ya en los años 80, se había referido al tema del comercio Ovni afirmando:
“Si se decide cobrar una entrada el tema científico se transforma en espectáculo, en “show”, y para eso están los artistas, pero no los científicos. Conocemos los antecedentes de algunas personas que en América Latina y en la Península Ibérica han logrado vivir a expensas de los Ovni. No han hecho otra cosa que explotar comercialmente el misterio y han tenido éxito.” (CITA 4)
Todos sabemos que en este tema – como en otros – la cuestión comercial impera, por lo cual no se ha descubierto la pólvora por señalar eso. El comercio por el comercio mismo es perjudicial, y eso también lo venimos señalando muchos ufólogos desde siempre.
Pero en 2014, Hourcade comenzó a realizar diatribas en Facebook, arremetiendo sobre el comercio Ovni, encarnándolo en la figura del desaparecido ufólogo brasileño Ademar Gevaerd (del cual dijo luego de su muerte, que era una “buena noticia”).
Los que participábamos en la “escaramuza dialéctica” de Hourcade por entonces, nos enteramos de algo más que quedó al descubierto en ese ida y vuelta de mensajes.
El “experto” Hourcade quería venir a dar conferencias a Argentina, a cambio de ofrecer cursos de “como investigar”, a 75 dólares por persona (una rebaja, ya que en EE.UU supuestamente estaría cobrando 150 dólares)!!! (CITA 5)
Al ser expuesto en esa situación, puso un grito en el cielo exigiendo “aclaración inmediata!!”, y agregó: “Jamás he cobrado nada por investigar y estudiar el tema Ovni!!”.
Pero ya era tarde, porque en los tantos mensajes de su embate y crítica a la Ufología, se detallaba que ese dinero era para “carpetas, certificados, alojamiento y comidas”.
Vaya como operan estos sujetos. Terminan haciendo lo mismo que dicen combatir, con un agregado en este caso: haciendo el ridículo.
Cuando el otro cobra una entrada para salvar gastos es un «comerciante vil», pero cuando lo hacen ellos eso es en “aras del racionalismo”. (CITA 6)

“NO ACLARES QUE OSCURECE”
“Los objetos voladores no identificados existen. Se ha comprobado, su presencia y desplazamiento inteligente en el espacio aéreo argentino. No se conoce y no se abre juicio sobre su naturaleza o procedencia” (Capitán Omar Roque Pagani – Revista Panorama, 1967)
Estamos en 1967. Por entonces, en distintos medios entrevistan a quien manejaba la investigación oficial, el Capitán Omar Roque Pagani (de la Marina).
Las crónicas nos dicen que ante un avistamiento de una testigo: «El hombre que más sabe sobre OVNI en la Argentina, el capitán de fragata ingeniero Omar Roque Pagani, en actividad, iniciaba la investigación del hecho.» (CITA 9)
Es decir: ante una denuncia que tomara estado público, Pagani no se quedaba sentado en la oficina ni desechaba las denuncias sólo por no poseer imágenes: hacía un trabajo integral.
Varios Ufólogos hemos destacado la excelente tarea que desarrollaba Pagani en investigación de casos.

También podemos leer en otra publicación de 1967:
«En una oficina del Ministerio de Marina se estudian con absoluta seriedad —y bastante entusiasmo— todas las comunicaciones relativas al avistamiento de los extraños OVNI.
Sobre el escritorio del capitán de fragata Omar R. Pagani convergen a diario recortes periodísticos, cartas, comunicaciones telefónicas, testimonios verbales: «Un riguroso examen de los distintos casos, expurgándolos de todo atisbo de mistificación, reduce los testimonios a sus exactas proporciones», dice el capitán Pagani.
Y agrega: «Desde hace 15 años la Armada Nacional, atenta a todo lo que pueda significar una eventual perturbación a la seguridad del país, ha seguido con atención todo lo referente a estos extraños fenómenos aéreos, que preocupan ya a calificados estudiosos y a vastos sectores de opinión. Desde entonces, se han confeccionado cuestionarios técnicos y se creó un archivo especial para compilar la información seria proveniente del ámbito naval y de civiles responsables.
Los testigos son interrogados y preguntados todas las veces que se considera necesario y a pedido expreso de los mismos, se los somete a diversos análisis y test por parte de psiquiatras y psicólogos. Las fotografías existentes son rigurosamente seleccionadas tras el minucioso análisis de sus negativos y el prolijo interrogatorio de los circunstanciales fotógrafos».

En la oficina naval, un gran mapa de la Argentina contiene los avistamientos de OVNI, su trayectoria, fecha y lugar. Suman más de 200. Numerosos bocetos, dibujados de acuerdo al testimonio verbal de los observadores, dan a la oficina de Marina un clima alucinante. Pero el capitán Pagani no parece propenso a las alucinaciones.
Afirma con seguridad: «De este lento y difícil estudio se obtuvo la certeza de que existen realmente elementos de características desconocidas que se desplazan por los cielos terrestres y que constituyen algo que margina nuestros conocimientos ordinarios». (CITA 10)
También se destacaba en la nota mencionada que en esa oficina había 250 carpetas con información (sin dudas, un profuso material que lamentablemente ha desaparecido, y que son la prueba que jamás en Argentina han existido desclasificaciones).

Volvemos al 2025: el asesor externo Hourcade describe a la actual oficina oficial y a su titular como una “visión fascinante” al abordar los informes de Ovnis. Menciona la falta de “rigurosidad científica” de Ufólogos y “algunas organizaciones oficiales”.
Luego define a CIAE como una entidad que “cuenta con personal capacitado para llevar a cabo investigaciones de campo, lo que implica interactuar directamente con los testigos en el lugar del avistamiento”.
Tal expresión es falsa y contradictoria, desde el momento que CIAE sólo analiza fotos y videos (imágenes).
Que sepamos, el CIAE jamás ha abordado un solo caso de testimonios ante denuncias Ovni en el lugar de los hechos, y su abordaje no está ni por asomo al nivel que efectuaba el Capitán Pagani.
De lo expuesto surge una conclusión lamentable: en los actuales tiempos ufológicos (desde lo del Pentágono en 2020), hoy sería clave contar con un Pagani y un estudio oficial pionero y ejemplar como entonces, para encarar seriamente la cuestión del fenómeno aeroespacial Ovni.
La «visión fascinante» que menciona el asesor externo de CIAE para describir su accionar, en realidad se transforma en fantasmagórica. Es como un corredor que nunca salió de la largada. Quiere aclarar y oscurece.
Y en algunos casos – como veremos a continuación – jamás existió una “interacción en el lugar del avistamiento”, a no ser una llamada telefónica.

PARA MUESTRA BASTA UN BOTÓN: LA VERGONZOSA “RESOLUCIÓN” DEL CASO ITUZAINGO
A continuación veremos un ejemplo de lo que Milton Hourcade define como “visión fascinante” de investigación.
Dentro de la variedad de simples fotos de confusiones que exhibe el titular del CIAE, existen muchísimas que los ufólogos conocemos muy bien.
Cada tanto también recibimos imágenes de supuestos Ovnis que reflejan la presencia de pájaros e insectos (diurnas y nocturnas). En su abrumadora mayoría son materiales que el testigo ofrece con el fin de determinar qué podría ser lo que se advierte, y lo hace sin afán publicitario alguno (no hay mala fe).
Ello ha ocurrido, sigue y seguirá ocurriendo con el auge de las imágenes, aunque como antes señalé, la mayoría de este material va mayoritariamente a las redes o a la prensa en general.
Dentro de los casos de confusión que la oficina oficial CIAE presenta cada año (la mayoría de ellos fácilmente detectables), encontramos en el informe de “resolución de casos 2015”, un evento que siempre llamó mi atención (y la de otros colegas a los cuales les expuse el hecho).
Hablamos de una imagen obtenida en Ituzaingó (Corrientes, Argentina) el 2 de enero de 2015, lograda por Sergio David Canteros.
Canteros se encontraba con sus hijos en una zona de la costa del río Paraná, cuando sacó algunas fotos sin percibir nada anormal.
Al revisarlas poco después, pudo advertir en una de ellas, la presencia de una especie de esfera gris oscura en aparente desplazamiento.

Tenemos allí un cuerpo con suficiente plano de amplitud. En la parte inferior de la toma vemos el pasto verde y vegetación más allá.


En la imagen podemos ver que la iluminación solar da contra la parte superior izquierda del objeto, en consonancia con la hora en que fue lograda.
Enterado que existía una “oficina oficial que analizaba fotos”, Canteros envió la imagen a la espera de resultados.
Lo más llamativo fueron las conclusiones con las cuales el CIAE (por entonces CEFAe), dieron la “explicación posible” del caso.
Es importante aclarar que si bien quien esto escribe, aún estaba como asesor de F.Aérea junto al Lic. Angel Díaz y Alberto Brunetti, no fuimos consultados, ni participamos, ni convalidamos ningunos de los informes anuales hasta nuestra salida en 2017. Para el informe de Ituzaingó, el titular Lianza se valió de otros «colaboradores», como vemos abajo en las conclusiones.
Allí podemos leer:

Esta seudo conclusión caratula a lo definido por el testigo como un relato que cumple con el “defecto de encajar con el escenario de pelota lanzada al aire” (SIC)
¿Defecto? ¿Arrojada al aire desde dónde y por quién? ¿Cómo encaja ese objeto allí?
Nada se nos dice al respecto, a no ser la frase “un casi imperceptible movimiento vertical” y la “parte alta de la trayectoria parabólica”. Y ya, ahí termina todo
Como he señalado, en este evento (que no se corresponde con insecto, pájaro o satélite alguno), era importante ahondar más en una «conclusión» que parece ser sólo una simple inferencia personal.
Buscamos al testigo fotógrafo infructuosamente durante mucho tiempo, hasta que recientemente pudimos dar con él, y allí pudimos enterarnos de varias cosas:
1 – La zona exacta de la toma fue en el “Paseo Los Pioneros”, frente a la reserva natural Municipal “Zanjón Loreto”, con una tupida vegetación y arroyo delante. (ver fotos abajo).


Desde donde se logró la foto hasta el borde del barranco, hay varios metros de distancia (no menos de 15 / 20 metros – imagen abajo)

2 – Como antes señalé, la zona permite ver la copa de árboles más allá de un barranco. A diferencia de otros sectores donde hay costa, en el punto donde fue obtenida la foto sólo encontramos metros más abajo, frondosa vegetación, producto de la reserva natural, zanjón y río pequeño al frente (ver fotos abajo).




La posibilidad de que alguien allí arroje una pelota desde más abajo del barranco y que supere la altura de tierra por varios metros, es absurda, porque la barranca tiene varios metros más. Los árboles y palmeras se encuentran rodeando al zanjón. Y todo ello en pendiente pronunciada.

3 – De la oficina oficial se comunicó una femenina, preguntando sobre las circunstancias en las cuáles se había obtenido la toma. Canteros dice que al leer el informe se sorprendió por la frase “el testigo espontáneamente agregó que no llevaban pelota con ellos”.
Manifiesta que eso jamás ocurrió así y que – en realidad – quien le preguntó sobre la pelota fue la misma persona que se comunicó con él. Este detalle no es menor, ya que poner el tema de la pelota como expuesto inicialmente por el testigo, daría a entender que él también podría ser partícipe de la conclusión arribada, lo cual no es cierto.
4 – Canteros esperó en vano que se le enviara un mail con las conclusiones desde la oficina oficial. Dice haber arribado a las mismas por su propia inquietud tiempo más adelante, al ver en la página su caso «explicado» como «pelota arrojada», junto a más casos.
Parece que luego de los análisis – y al menos en este caso – nadie tuvo la atención de comunicarle nada al autor de la toma.
5 – Aparentemente nadie de la oficina oficial le solicitó al testigo fotos adicionales de la posible secuencia. Esto representa otra grave omisión concreta, porque es fundamental confrontar la imagen con otras anteriores y/o posteriores a la toma.
En nuestro caso, si pudimos dar con toda la secuencia, simplemente comunicándonos con el testigo (fotos aquí abajo).


6 – Y si faltaba algo más – en una “explicación” que es una verdadera aventura fantasiosa – dice que la “pelota” fue “lanzada a poca distancia de la cámara” por alguien imaginario (lo que a la vista de lo expuesto, no se sostiene). Canteros descarta que alguien a sus espaldas haya arrojado nada.
En un informe que pretende rigurosidad técnica, dar a entender que alguien cercano arrojó una pelota al aire, amerita algo más que hacerle la pregunta al testigo sobre si había llevado una pelota.

LA IMPROVISACIÓN DE LOS AUTO PROCLAMADOS «EXPERTOS DE LA RESOLUCIÓN»
¿Cuál es la causa de la improvisación sobre el caso referido de Ituzaingó?
Aparentemente todo parte de otro error garrafal del análisis. Tan simple como elemental que todo «investigador» debería distinguir: no haberle preguntado al testigo cuál fue el punto exacto donde se logró la imagen.
De haber lo hecho se habrían dado cuenta (tanto Lianza como sus asesores partícipes de la absurda conclusión), que la “pelota lanzada al aire a corta distancia de la cámara” – es una fundamentación sin peso alguno al evaluar la zona exacta donde fue lograda la imagen.
Siempre haciendo analogías entre la Ufología y la Criminalística, en los conceptos de ésta última podemos leer:
«La ubicación precisa del incidente es un dato crucial para cualquier investigación, ya que puede influir en la reconstrucción de los hechos, la identificación de sospechosos y la recolección de evidencia». (fin de la cita)
Para obtener el dato exacto de una zona, no hacen falta programas rimbombantes. Con un simple Google Maps se puede acceder a información, por lo cual no hay excusa. Los datos están ahí, siempre que se los busque.
Aquí no hablamos de origen del objeto como algo misterioso, ni hacemos especulaciones al respecto sino de la capacidad o interés de poder determinar datos fehacientes en los testimonios visuales.

Si bien la gran mayoría de los casos que recibe la oficina oficial son de confusiones con aves (muy evidentes algunos de ellos), es llamativo que cuando tenemos allí a un objeto que no se corresponde con ave o insecto alguno, no se ahonde en más detalles claves y se busque una rápida “explicación”.
Esto sí que es un verdadero vacío informativo.
Y dado que el titular de CIAE se refiere en forma constante a la «navaja de Ockham», recordamos la frase inicial del presente artículo, donde dice que cuando el concepto se aplica en forma errónea, se puede caer en la falacia de asumir que la explicación más simple es siempre la verdadera, incluso cuando no hay evidencia que la respalde”.
No sabemos el origen de lo captado en la toma de Canteros, pero queda claro que la “conclusión” de la pelota arrojada al aire por alguien cercano no tiene ninguna evidencia que la respalde, y se trata de un hermoso ejercicio de imaginación sin peso alguno. (CITA 7)

CONCLUSIÓN
«Los dogmas del quieto pasado no concuerdan con el tumultuoso presente» (Abraham Lincoln)
En este informe mostramos que el panorama que defiende un acólito de la oficina oficial argentina es un mundo irreal, una verdadera “visión fascinante”.
Tenemos un asesor sin acreditación en imágenes definido por Rubén Lianza como “experto” a secas (nos preguntamos de qué).
Un personaje que en su propio país Uruguay (que cuenta con una de las pocas comisiones oficiales de prestigio a nivel mundial), no fue tenido en cuenta cuando presentó un sistema de evaluación de informes (quien propuso el actual y que sigue en vigencia fue el entonces Teniente Ricardo Púrpura).
El nivel del “experto” queda de manifiesto cuando confiesa sin avergonzarse, que toma los testimonios por lo que lee en los diarios (ignorando que las declaraciones de testigos Ovni fueron alteradas muchas veces en los medios de prensa).

Tergiversa declaraciones de testigos, que jamás hablaron de “extraterrestres” (Caso Neuquén del 2020). Y con el mismo desparpajo manifiesta que un caso Ovni de pilotos “no agrega nada a la investigación” (SIC)
Afirma en las redes que el CIAE hace investigaciones de campo interaccionando con testigos, lo cual no es verdad.
Suele endilgarnos a los Ufólogos no querer avanzar a descubrir la verdad, pero omite decir que en muchos casos importantes el CIAE y su amigo titular ni levantan el teléfono para hablar con testigos actuales.
Su miopía y mala fe es clara: describiendo a mi web lo hizo afirmando que era sólo un lugar donde “Ferguson hace autobombo y un despliegue de egolatría”, obviando que en mi web hay 457 artículos de distintos autores (debe ser una de las páginas más extensas en material a nivel mundial, si no la más extensa).
Reitera con su amigo Lianza la frase “ufólogos auto proclamados” y él mismo se autoproclama “experto en Ovnilogía” (ahora sí, estamos ante un perfecto “autobombo” de una categoría inexistente y ridícula).

Denomina «lacras» a los Ufólogos de Argentina ante el silencio de la oficina oficial que lo mantiene como «experto», siendo una verdadera vergüenza pública digna de repudio.
Así trabaja el “experto” en cuestión, incluso alegrándose por la muerte de un colega brasileño. O bien criticando al comercio Ovni y proponiendo dar cursos cobrándolos en dólares.
Y a ello se suma el otro asesor extranjero del CIAE (B.Olmos). Otro que no posee especialización alguna en análisis de imágenes y que define al fenómeno como un «mito creado a partir de la literatura, la prensa, el cine y la televisión», lo cual es una postura que lo lleva a conclusiones como las del caso Ituzaingó, donde una simple interpretación sin evidencia, pretende tener aires de «resolución». (CITA 8)
No preguntarle al testigo la zona exacta de la toma, ni pedirle fotos adicionales, muestra un llamativo desinterés a toda investigación básica, y un total vacío informativo. Son simples elucubraciones amparados en «el Estado».
En suma: los acólitos “expertos” y “cadetes del espacio” de Lianza, realizan escritos como “manotazos de ahogado”, queriendo dar a entender “genialidad resolutiva”, pero en casos como el mencionado, en realidad hacen agua.

El CIAE y su titular Rubén Lianza NO investigan denuncias Ovnis de forma integral ni exhaustiva (si había una posibilidad de ello a nivel oficial, concluyó en 2015, con su arribo como titular a la oficina).
A diferencia de otras comisiones oficiales en el Mundo, en Argentina nadie se encarga de las denuncias de todo testigo (incluídos los casos de competencia aeroespacial como los pilotos). Mucho menos de eventos de alteración electromagnéticas, efectos a animales o fisiológicos en testigos, ni tampoco de posibles marcas o huellas en el terreno.
Por lo tanto, su limitada área de trabajo no puede siquiera compararse con otras comisiones que realmente tienen interés en dar respuesta a aspectos aeroespaciales y a los testimonios que los originan.
Y menos aún, con la excelente tarea que alguna vez Pagani desarrolló (que dista a años luz de la actual).

EPILOGO
«La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder» (General José de San Martín)
El logo del actual CIAE tiene una frase en latín que dice: «Cognoscere causas mysteria solvit» («Conocer las causas resuelve misterios»).
Pero a ello desde aquí le agregamos: «dummodo investigentur» («siempre que se investiguen»).

Es evidente que estamos ante formalidades que se pretenden presentar con la palabra “del Estado” o la “definitiva”, y que se derrumban como castillos en el aire.
El enfoque que se utiliza en esa oficina (más allá de técnicas posibles), está basado en prejuicios y visiones de hace 60 años atrás, y es selectivo en su tratamiento.
Lo que vemos es un reflejo del nivel que se pretende: un despliegue de desinformación, prejuicio, altanería, soberbia, ignorancia, difusión inexacta de datos sobre Ufología, agresión verbal de algún asesor, entre otras.
En suma: un estancamiento completo a trasmano de la historia actual.
De nuestra parte, es nuestra responsabilidad alertar y publicar datos para mostrar estos desaciertos. En especial cuando se quieren ofrecer como «la alternativa racional» a la «irracionalidad de los auto proclamados ufólogos».
Acabamos de enviar nota de repudio a autoridades varias sobre los conceptos que desde ese lugar vierten sobre Ufología y Ufólogos.
Y a no dudar que responderemos una y otra vez a quienes de manera despreciable, quieran enrolarnos en intenciones extrañas.
Carlos Ferguson
Un agradecimiento especial a Sergio David Canteros por los datos y material aportados.
Toda la edición realizada por el autor, con imágenes de Pixabay – Prohibida su reproducción parcial o total sin la expresa autorización del autor.

El autor Carlos Ferguson se desempeña en área Educativa en la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Es también profesor de Dibujo artístico y se dedica a la investigación del tema Ovni desde hace 48 años, cuando siendo un descreído, tuvo un encuentro cercano a no más de 35 metros de distancia con un OVNI discoidal. Fue el primer asesor civil en Ufología para la Fuerza Aérea Argentina (2011 a 2017). Posee cursos en Tecnología satelital, Teledetección y Sistemas de Información Geográfica. Autor de 7 libros y de la mayor recopilación de casos de aterrizaje en Argentina, con eventos clasificados. También ha realizado estudios sobre casos de pilotos y Ovnis en Argentina, así como objetos subacuáticos y los más recientes, sobre los efectos fisiológicos en testigos, y electromagnéticos. Cientos de charlas y notas durante casi 5 décadas, lo muestran con una línea de trabajo ajustada a los parámetros de estadística. Está abocado al trabajo diario estadístico, pero totalmente ya fuera del ambiente de participantes ufológicos, manteniendo algunos contactos selectivos.
CITAS
CITA 1: Describía Hourcade: “No es suficiente ni conveniente que un país destine a una persona o pequeño grupo de personas un organismo militar, para vérselas con el tema. Esa es la triste e ineficiente historia de la mal llamada “investigación oficial” en muchos países” – “Elementos de Ovnilogia” – Milton Hourcade – p.80 – Febrero 1989 – Montevideo, Uruguay.
CITA 2: Milton Hourcade, “Fenómeno Ovni: desafío a la Ciencia”, Ediciones de la Plaza, Montevideo – 1978, p.136.
CITA 3: El gran investigador Willy Smith (mano derecha del Dr.Joseph Allen Hynek), ya decía antes de su muerte, que la elucubración del “helicóptero” era un perfecto disparate de principio a fin. Aquí reproduzco la nota completa del caso:
CITA 4: “Elementos de Ovnilogía” – Milton Hourcade, p.76, Montevideo, Uruguay.
CITA 5: La comunicación que generó un ida y vuelta con Hourcade fue entre varias personas. La que expuso el accionar del citado queriendo cobrar cursos en Argentina fue Andrea Pérez Simondini, lo que no fue negado por Hourcade en el mismo diálogo, sólo por unos momentos.
CITA 6: En infinidad de oportunidades, los “resuelve casos” se creen expertos en derribar eventos. Pero cuando hemos constatado sus “contra encuestas”, “reinvestigaciones” y otras yerbas, nos hemos encontrado con pasmosas formas de “resolución”. Un ejemplo que hemos mencionado alguna vez ocurrido en Mar del Plata a fines de los 80, cuando un “ex ufólogo” se presentó ante un caso y en sólo 8 minutos por reloj determinó (sólo para él), que era falso. Unos años antes, en «Parque Sur» (Rosario), el mismo personaje había hecho lo mismo aunque tardando 10 minutos (bajó en 2 minutos su «récord» operativo). Ese es el nivel de los que critican a la Ufología, tan limitado como los 10 minutos que le dedican a lo que llaman «contra investigación».
CITA 7: Al expresar que desconocemos el origen del objeto detectado en la foto, es de esperar que no salga algún inútil a insinuar que hablamos de enanitos verdes merodeando por allí. Somos muy claros con lo que estamos diciendo.
CITA 8: El criterio del otro asesor extranjero del CIAE (Ballester Olmos de España) queda de manifiesto cuando al hacer una crítica de mi libro de «Encuentros entre Pilotos y Ovnis», afirmó que el mismo no tenía peso por no estar investigados todos los casos por el autor. Semejante disparate incluso se contradice con su propia producción bibliográfica. En un par de libros estadísticos de España y Portugal, las gran mayoría de los casos fueron con fuente de otros investigadores. Esto muestra una postura totalmente parcial para sus amigos, y de crítica reiterada a quienes no lo son. En suma: el criterio de análisis es tendencioso y dogmático. Con los años, lo que había sido un buen inicio de investigación, lo ha transformado en un creyente escéptico más, perdiendo total credibilidad.
CITA 9: «Sí: los platos voladores existen» – Salvador Nielsen – Revista Panorama – Septiembre de 1967
CITA 10: «Los OVNI preocupan a la Marina de Guerra» – Revista Siete Días Ilustrados – 8 de agosto de 1967.