VERGONZOSA «RESOLUCIÓN» DEL CASO ITUZAINGÓ POR LA OFICINA OFICIAL CIAE (Por Carlos Ferguson)
Por CARLOS FERGUSON
Dado el cariz que ha tomado este caso, al enterarnos en las últimas horas de varios datos; hemos decidido publicarlo en un artículo exclusivo con toda la información. Hace horas este material formaba parte de otro artículo, pero ameritaba separarlo, debido a la repercusión que han tenido los datos que hemos trasmitido. En breve algunos colegas tendrán más novedades del caso. (Carlos Ferguson)
“Los escépticos que niegan abiertamente la existencia de cualquier fenómeno inexplicable Ovni en nombre del racionalismo, son los principales responsables del rechazo a la ciencia por buena parte de la opinión pública” (Dr. Jacques Vallée)
LA VERGONZOSA “RESOLUCIÓN” DEL CASO ITUZAINGO
Dentro de la variedad de simples fotos de confusiones que exhibe el titular del CIAE, existen muchísimas que los ufólogos conocemos muy bien.
Cada tanto también recibimos imágenes de supuestos Ovnis que reflejan la presencia de pájaros e insectos (diurnas y nocturnas). En su abrumadora mayoría son materiales que el testigo ofrece con el fin de determinar qué podría ser lo que se advierte, y lo hace sin afán publicitario alguno (no hay mala fe).
Ello ha ocurrido, sigue y seguirá ocurriendo con el auge de las imágenes, aunque como antes señalé, la mayoría de este material va mayoritariamente a las redes o a la prensa en general.
Dentro de los casos de confusión que la oficina oficial CIAE presenta cada año (la mayoría de ellos fácilmente detectables), encontramos en el informe de “resolución de casos 2015”, un evento que siempre llamó mi atención (y la de otros colegas a los cuales les expuse el hecho).
Hablamos de una imagen obtenida en Ituzaingó (Corrientes, Argentina) el 2 de enero de 2015, lograda por Sergio David Canteros.
Canteros se encontraba con sus hijos en una zona de la costa del río Paraná, cuando sacó algunas fotos sin percibir nada anormal.
Al revisarlas poco después, pudo advertir en una de ellas, la presencia de una especie de esfera gris oscura en aparente desplazamiento.

Tenemos allí un cuerpo con suficiente plano de amplitud. En la parte inferior de la toma vemos el pasto verde y vegetación más allá.


En la imagen podemos ver que la iluminación solar da contra la parte superior izquierda del objeto, en consonancia con la hora en que fue lograda.
Enterado que existía una “oficina oficial que analizaba fotos”, Canteros envió la imagen a la espera de resultados.
Lo más llamativo fueron las conclusiones con las cuales el CIAE (por entonces CEFAe), dieron la “explicación posible” del caso.
Es importante aclarar que si bien quien esto escribe, aún estaba como asesor de F.Aérea junto al Lic. Angel Díaz y Alberto Brunetti, no fuimos consultados, ni participamos, ni convalidamos ningunos de los informes anuales hasta nuestra salida en 2017.
Para el informe de Ituzaingó, el titular Lianza se valió de otros «colaboradores», como vemos abajo en las conclusiones.
Allí podemos leer:

Esta seudo conclusión caratula a lo definido por el testigo como un relato que cumple con el “defecto de encajar con el escenario de pelota lanzada al aire” (SIC)
¿Defecto? ¿Arrojada al aire desde dónde y por quién? ¿Cómo encaja ese objeto allí?
Nada se nos dice al respecto, a no ser la frase “un casi imperceptible movimiento vertical” y la “parte alta de la trayectoria parabólica”. Y ya, ahí termina todo
Como he señalado, en este evento (que no se corresponde con insecto, pájaro o satélite alguno), era importante ahondar más en una «conclusión» que parece ser sólo una simple inferencia personal.
Buscamos al testigo fotógrafo infructuosamente durante mucho tiempo, hasta que recientemente pudimos dar con él, y allí pudimos enterarnos de varias cosas:
1 – La zona exacta de la toma fue en el “Paseo Los Pioneros”, frente a la reserva natural Municipal “Zanjón Loreto”, con una tupida vegetación y arroyo delante. (ver fotos abajo).


Desde donde se logró la foto hasta el borde del barranco, hay varios metros de distancia (no menos de 15 / 20 metros – imagen abajo)

2 – Como antes señalé, la zona permite ver la copa de árboles más allá de un barranco. A diferencia de otros sectores donde hay costa, en el punto donde fue obtenida la foto sólo encontramos metros más abajo, frondosa vegetación, producto de la reserva natural, zanjón y río pequeño al frente (ver fotos abajo).




La posibilidad de que alguien allí arroje una pelota desde más abajo del barranco y que supere la altura de tierra por varios metros, es absurda, porque la barranca tiene varios metros más. Los árboles y palmeras se encuentran rodeando al zanjón. Y todo ello en pendiente pronunciada.

3 – De la oficina oficial se comunicó una femenina, preguntando sobre las circunstancias en las cuáles se había obtenido la toma. Canteros dice que al leer el informe se sorprendió por la frase “el testigo espontáneamente agregó que no llevaban pelota con ellos”.
Manifiesta que eso jamás ocurrió así y que – en realidad – quien le preguntó sobre la pelota fue la misma persona que se comunicó con él. Este detalle no es menor, ya que poner el tema de la pelota como expuesto inicialmente por el testigo, daría a entender que él también podría ser partícipe de la conclusión arribada, lo cual no es cierto.
4 – Canteros esperó en vano que se le enviara un mail con las conclusiones desde la oficina oficial. Dice haber arribado a las mismas por su propia inquietud tiempo más adelante, al ver en la página su caso «explicado» como «pelota arrojada», junto a más casos. Pero si había recibido un mail «particular» de Lianza, que es llamativo (cuyos detalles principales los lectores verán más abajo).
5 – Aparentemente nadie de la oficina oficial le solicitó al testigo fotos adicionales de la posible secuencia. Esto representa otra grave omisión concreta, porque es fundamental confrontar la imagen con otras anteriores y/o posteriores a la toma.
En nuestro caso, si pudimos dar con toda la secuencia, simplemente comunicándonos con el testigo (fotos aquí abajo).


6 – Y si faltaba algo más – en una “explicación” que es una verdadera aventura fantasiosa – dice que la “pelota” fue “lanzada a poca distancia de la cámara” por alguien imaginario (lo que a la vista de lo expuesto, no se sostiene). Canteros descarta que alguien a sus espaldas haya arrojado nada.
En un informe que pretende rigurosidad técnica, dar a entender que alguien cercano arrojó una pelota al aire, amerita algo más que hacerle la pregunta al testigo sobre si había llevado una pelota.

LA IMPROVISACIÓN DE LOS AUTO PROCLAMADOS «EXPERTOS DE LA RESOLUCIÓN»…
¿Cuál es la causa de la improvisación sobre el caso referido de Ituzaingó?
Aparentemente todo parte de otro error garrafal del análisis. Tan simple como elemental que todo «investigador» debería distinguir: no haberle preguntado al testigo cuál fue el punto exacto donde se logró la imagen.
De haber lo hecho se habrían dado cuenta (tanto Lianza como sus asesores partícipes de la absurda conclusión), que la “pelota lanzada al aire a corta distancia de la cámara” – es una fundamentación sin peso alguno al evaluar la zona exacta donde fue lograda la imagen.
Siempre haciendo analogías entre la Ufología y la Criminalística, en los conceptos de ésta última podemos leer:
«La ubicación precisa del incidente es un dato crucial para cualquier investigación, ya que puede influir en la reconstrucción de los hechos, la identificación de sospechosos y la recolección de evidencia». (fin de la cita)
Para obtener el dato exacto de una zona, no hacen falta programas rimbombantes. Con un simple Google Maps se puede acceder a información, por lo cual no hay excusa. Los datos están ahí, siempre que se los busque.
Aquí no hablamos de origen del objeto como algo misterioso, ni hacemos especulaciones al respecto sino de la capacidad o interés de poder determinar datos fehacientes en los testimonios visuales.

Si bien la gran mayoría de los casos que recibe la oficina oficial son de confusiones con aves (muy evidentes algunos de ellos), es llamativo que cuando tenemos allí a un objeto que no se corresponde con ave o insecto alguno, no se ahonde en más detalles claves y se busque una rápida “explicación”.
Esto sí que es un verdadero vacío informativo.
EXTRAÑO MAIL PARTICULAR: LA FOTO NO ES TRUCADA
Luego de publicado el artículo, el autor de la foto Canteros nos confirmó otro dato clave y fundamental. Recordó haber recibido un mail del titular de la oficina oficial Lianza, y pudo recuperarlo de su casilla de correo.
En el mismo, el comodoro retirado Ruben Lianza le manifiesta en forma concreta, que se lo envía desde su correo particular y no por el oficial, para «evitar que sea visto por el resto del personal». (?????)
Este detalle es totalmente anómalo y llamativo.
¿Por qué esa comunicación pretendía ser privada? ¿Cuál era el motivo por el cual otras personas de la red interna no debían leer esa solicitud?
Y además, en ese mail, Lianza le confirma al testigo que la foto «no está trucada».
Este último punto también habla a favor del testigo.
Y dado que el titular de CIAE se refiere en forma constante a la «navaja de Ockham», recordamos la frase inicial del presente artículo, donde dice que cuando el concepto se aplica en forma errónea, se puede caer en la falacia de asumir que la explicación más simple es siempre la verdadera, incluso cuando no hay evidencia que la respalde”.
No sabemos el origen de lo captado en la toma de Canteros, pero queda claro que la “conclusión” de la pelota arrojada al aire por alguien cercano no tiene ninguna evidencia que la respalde, y se trata de un hermoso ejercicio de imaginación sin peso alguno. El objeto está allí y sigue desafiando las explicaciones convencionales. (CITA 1)

CONCLUSIÓN
“El escepticismo diligente de algunos detractores militantes también está inspirado por la necesidad de mantener un control político. Para impedir un verdadero estudio científico, basta con mantener un cierto umbral de ridículo alrededor del fenómeno. (Dr.Jacques Vallée)
«El creer que el así llamado «residuo Ovni» desaparecerá con el tiempo no es mas que un mito». (Dr. Willy Smith)
En este informe tenemos datos reveladores que nos muestran:
A) La endeble «investigación» sin ahondar en datos básicos y elementales, dignos de un escolar.
B) La confirmación que la imagen no está trucada y no se trata de confusión con las usuales que Lianza y su oficina manejan (aves, insectos, satélites, etc).

C) La extraña comunicación donde el titular de la oficina oficial Lianza le expresa al testigo no sólo la autenticidad de la toma, sino que lo hace desde su mail personal y no oficial, para que «otros miembros del personal no sepan del mismo» (???). Esto último es un dato llamativo que no tiene lógica alguna cuando el trabajo se está desarrollando desde un ámbito oficial.
D) Uno de los asesores externos del CIAE (Ballester Olmos), es otro personaje que refrenda la conclusión de «la pelota». Que sepamos, no posee especialización en imágenes, y define al fenómeno como un «mito creado a partir de la literatura, la prensa, el cine y la televisión». Tal postura lo lleva a conclusiones como las del caso Ituzaingó, donde ante un caso sin trucaje y que no se amolda a explicaciones elementales, tiene ahora una interpretación totalmente endeble y sin evidencia, que pretende tener aires de «resolución». (CITA 2)
No preguntarle al testigo la zona exacta de la toma, ni pedirle fotos adicionales, muestra un llamativo desinterés a toda investigación básica, y un total vacío informativo. Son simples elucubraciones amparados en «el Estado».
E) La «resolución» de este caso es una vergüenza. Al no existir trucaje alguno y no poder enrolarlo como confusión con ave, insecto, satélite, ni etc; sólo quedaban dos alternativas: admitirlo como NO IDENTIFICADO o buscar «salir del brete» de la mejor manera posible y otorgarle cualquier explicación alternativa. Evidentemente se ha optado por la última.
Es lo que Hynek llamaba «cadena de conjeturas» (si no es esto será aquello, y sino será lo otro…). (CITA 3)
Ya Lianza había señalado en alguna nota periodística que su tarea era: «Transformar los Ovnis en Ovis».
Y agregaba irónicamente que el «No Identificado» era «No Interpretado». Pues parece que la interpretación no es sólo cualidad de algunos Ufólogos, porque la que se hace del presente caso es risible y ridícula.
Quizá por este caso (y otro ocurrido en Quilmes del mismo año 2015), Lianza había declarado ante distintos medios de prensa (como “Espacio Misterio de Año Cero”, «BBC Mundo», en 2016), que el porcentaje NO IDENTIFICADO en la oficina oficial era un 2 %, pero luego varió su declaración y la llevó al 0 %.
En suma: los acólitos “expertos” y “cadetes del espacio” de Lianza, realizan escritos como “manotazos de ahogado”, queriendo dar a entender “genialidad resolutiva”, pero en casos como el mencionado, en realidad hacen agua.

EPÍLOGO
“La «Ovnilogía» bien podría llamarse: «No Interpretología». (Comodoro retirado Rubén Lianza)
Y hablando de «No Interpretar», el comodoro retirado debería implementarlo en lo que denomina «resolución de casos». Porque en este episodio, el lanzamiento de la pelota mágica por alguien no identificado es una simple interpretación insostenible.
El CIAE y su titular NO investigan denuncias Ovnis de forma integral ni exhaustiva (si había una posibilidad de ello a nivel oficial, concluyó en 2015, con su arribo como titular a la oficina).
A diferencia de otras comisiones oficiales en el Mundo, en Argentina nadie se encarga de las denuncias de todo testigo (incluídos los casos de competencia aeroespacial como los pilotos). Mucho menos de eventos de alteración electromagnéticas, efectos a animales o fisiológicos en testigos, ni tampoco de posibles marcas o huellas en el terreno.

Por lo tanto, su limitada área de trabajo no puede siquiera compararse con otras comisiones que realmente tienen interés en dar respuesta a aspectos aeroespaciales y a los testimonios que los originan.
El logo del actual CIAE tiene una frase en latín que dice: «Cognoscere causas mysteria solvit» («Conocer las causas resuelve misterios»). Pero a ello desde aquí le agregamos: «dummodo investigentur» («siempre que se investiguen»).

Es evidente que estamos ante formalidades que se pretenden presentar con la palabra “del Estado” o la “definitiva”, y que se derrumban como castillos en el aire.
El enfoque que se utiliza en esa oficina (más allá de técnicas posibles), está basado en prejuicios y visiones de hace 60 años atrás, y es selectivo en su tratamiento.
En suma: un estancamiento completo a trasmano de la historia actual.
Además, en este caso vemos un accionar extraño del titular de la oficina oficial, en cuanto a enviar mail particular a un testigo (cuando tiene toda la opción de hacerlo por vía oficial), desconociéndose los motivos de tal actitud.
De nuestra parte, es nuestra responsabilidad alertar y publicar datos para mostrar estos desaciertos. En especial cuando se quieren ofrecer como «la alternativa racional» a la «irracionalidad de los auto proclamados ufólogos».
Este caso no está cerrado, y ya entramos en contacto con investigadores que podrán ampliar más toda la información.
Carlos Ferguson
Un agradecimiento especial a Sergio David Canteros por los datos y material aportados.
Toda la edición realizada por el autor, con imágenes de Pixabay – Prohibida su reproducción parcial o total sin la expresa autorización del autor.

El autor Carlos Ferguson se desempeña en área Educativa en la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Es también profesor de Dibujo artístico y se dedica a la investigación del tema Ovni desde hace 48 años, cuando siendo un descreído, tuvo un encuentro cercano a no más de 35 metros de distancia con un OVNI discoidal. Fue el primer asesor civil en Ufología para la Fuerza Aérea Argentina (2011 a 2017). Posee cursos en Tecnología satelital, Teledetección y Sistemas de Información Geográfica. Autor de 7 libros y de la mayor recopilación de casos de aterrizaje en Argentina, con eventos clasificados. También ha realizado estudios sobre casos de pilotos y Ovnis en Argentina, así como objetos subacuáticos y los más recientes, sobre los efectos fisiológicos en testigos, y electromagnéticos. Cientos de charlas y notas durante casi 5 décadas, lo muestran con una línea de trabajo ajustada a los parámetros de estadística. Está abocado al trabajo diario estadístico, pero totalmente ya fuera del ambiente de participantes ufológicos, manteniendo algunos contactos selectivos.
CITAS
CITA 1: Al expresar que desconocemos el origen del objeto detectado en la foto, es de esperar que no salga algún inútil a insinuar que hablamos de enanitos verdes merodeando por allí. Somos muy claros con lo que estamos diciendo.
CITA 2: El criterio del otro asesor extranjero del CIAE (Ballester Olmos de España) queda de manifiesto cuando al hacer una crítica de mi libro de «Encuentros entre Pilotos y Ovnis», afirmó que el mismo no tenía peso por no estar investigados todos los casos por el autor. Semejante disparate incluso se contradice con su propia producción bibliográfica. En un par de libros estadísticos de España y Portugal, las gran mayoría de los casos fueron con fuente de otros investigadores. Esto muestra una postura totalmente parcial para sus amigos, y de crítica reiterada a quienes no lo son. En suma: el criterio de análisis es tendencioso y dogmático. Con los años, lo que había sido un buen inicio de investigación, lo ha transformado en un creyente escéptico más, perdiendo total credibilidad.
CITA 3: En infinidad de oportunidades, los “resuelve casos” se creen expertos en derribar eventos. Pero cuando hemos constatado sus “contra encuestas”, “reinvestigaciones” y otras yerbas, nos hemos encontrado con pasmosas formas de “resolución”. Un ejemplo que hemos mencionado alguna vez ocurrido en Mar del Plata a fines de los 80, cuando un “ex ufólogo” se presentó ante un caso y en sólo 8 minutos por reloj determinó (sólo para él), que era falso. Unos años antes, en «Parque Sur» (Rosario), el mismo personaje había hecho lo mismo aunque tardando 10 minutos (bajó en 2 minutos su «récord» operativo). Ese es el nivel de los que critican a la Ufología, tan limitado como los 10 minutos que le dedican a lo que llaman «contra investigación».
CITA 4: Un ejemplo de «Cadena de Conjeturas» era reseñada por el Dr.Joseph Allen Hynek, ante un caso ocurrido el 19 de mayo de 1960 en Dillingham (Alaska). Se trataba de un cuerpo metálico, discoidal, de unos 7 metros de diámetro, y que iba acompañado de un zumbido. Fue visto por varios testigos y todos coincidieron en la forma y características. Estaba posado, y al elevarse, se escuchó un sonido como de succión, arrancando parte de la hierba del suelo y dos latas de 20 litros. En su elevación casi tocó los cables eléctricos y luego ascendió a grandísima velocidad. El clima era excelente, con una leve brisa de 20 kilómetros por hora.
En el informe de LIBRO AZUL se pudo leer: “Todavía no se presenta ninguna explicación lógica del fenómeno. Es obvio que se divisó un objeto. No es posible determinar si todos los detalles de la observación son correctos, no hay motivo para dudar de su exactitud esencial. De cualquier manera, no se evidencia que un objeto común, tal como un aeroplano o un globo, haya sido la causa del fenómeno observado.”
Sin embargo se añade: “Hubo un globo WX con reflector de radar que cruzó la zona en el momento de la observación”.
Y Hynek se pregunta: No se especifica de dónde vino la información referente al globo meteorológico, ni se indica la hora de lanzamiento. Pero LIBRO AZUL aceptó la afirmación sobre un globo meteorológico y despreció por completo los informes de los testigos que vieron el objeto a menos de sesenta metros de distancia. También hicieron caso omiso al ruido de succión, de la hierba arrancada y del movimiento descripto de las latas de 20 litros. Y por último, desdeñaron la declaración presentada por el Oficial de Informaciones local.
Casi es posible imaginarse la cadena de conjeturas de LIBRO AZUL: “Más o menos a esa hora hubo por allí un globo meteorológico…pues tiene que ser eso!”
Esta anécdota relatada por Hynek, nos muestra claramente el modus operandi de algunos dogmáticos negativistas al “investigar” casos.