LOS UFÓLOGOS DEL FRACASO (Nota de Carlos Ferguson)

“Dedicado a ciertos participantes críticos del fracaso”
Luego de mi ingreso como primer ufólogo civil en la Comisión Oficial (2011 al 17), surgieron voces de propios y extraños, criticando tal decisión.
Veamos algunos comentarios en detalle:
SOBRE UFÓLOGOS CREYENTES Y ESCÉPTICOS
Se menciona que no se ha elegido a ningún civil proveniente de la corriente escéptica, y que los ufólogos convocados somos “creyentes” en Ovnis como una cuestión rayana en el fanatismo.
Es llamativo que algunos representantes “críticos” hayan estado toda una cantidad de años intentando clasificar a quienes son de tal o cual categoría.
Su desvelo por esto ha sido claro, en cada congreso o actividad ufológica, han tenido el deseo irrefrenable de determinar a una persona en lo que “es” y lo que “no es”….
La terminología “CREYENTE” que se pretende endilgarnos, es algo amplio, que puede ser interpretado de mil maneras.
Por cierto, no se engañe el lector: de los 5 civiles que participamos en la Comisión Oficial, ninguno de nosotros pertenece a la línea de creyentes en Ovnis, si entendemos a ese término como quienes tienen posturas fanáticas, mitómanas, creencias ante puestas, etc.
La generalización de los desinformadores pretende decir que todo aquel que no este del lado crítico (léase “escéptico”), está del lado “creyente”.
Lo que no soportan es que no estemos en ningún extremo, y que nos resistamos a las clasificaciones.
Quizá la orientación de algunos de ellos (en “Psicología Social”), sea el motivo de tal compulsión (lógicamente, con lo discutible que esa seudociencia suscita).
Pero lo que no puede negar un “participante crítico o escéptico” – mal que le pese – es que existen denuncias Ovnis, que algunas se asocien con huellas, que se reportan en ciertos puntos geográficos, etc. Todas cosas que nos achacan a nosotros.
Es más. Esos mismos “participantes críticos” divulgan artículos de personas que hablan de Ovnis y Huellas, etc.
¿Por que allí no hay crítica?
La respuesta es un enigma…..pero es lo que ocurre.
Si hablamos de un G.Roncoroni, ya desaparecido, podemos advertir material – por ejemplo – de un caso ocurrido en Trevelin, que detalla la denuncia de un Ovni y su aterrizaje.
Incluso hay «Ufólogos críticos» de otras latitudes (mas específicamente España, como Ballester), que también poseen y divulgan casos de Ovnis, y huellas, etc (parece que los casos con huellas de Ballester valen y los de otros no), lo cual nos genera una soberana carcajada.
En la mente fantasiosa del “crítico”, cree estar dos escalones más arriba y haber recorrido el mismo y penoso camino que ahora, los ufólogos que estaríamos más abajo, estamos recorriendo.
No lo crea estimado lector, mal que les pese a estos participantes críticos de Argentina y como también lo hicimos notar cuando algún pseudoesceptico nos quiso meter en lo mismo, ninguno de los 5 ufólogos civiles que formamos parte de la comisión oficial, somos creyentes en Ovnis ni tampoco sostenemos que los mismos sean naves extraterraqueas (eso es sólo una de las tantas hipótesis sobre el origen, que es lo último que va a descubrirse en este tema).
PORQUE LA ELECCIÓN
Los participantes críticos, fieles a su estilo verborragico e improductivo, no dejan de manifestar que se debería haber elegido a otras personas, y se dan nombres de ellos.
Citan al notable analista Oscar Uriondo.
Dado que fui el primer civil en ingresar a la C. Oficial, hablaré desde la postura personal estricta (no de la Comisión), para señalar que sugerí los nombres de los colegas que me acompañan, pero en primer lugar al notable Prof. Oscar Uriondo.
No se deje engañar el lector…
Nosotros propusimos en primer lugar a Uriondo.
Sabemos quien es Uriondo y no en vano es MIEMBRO HONORÍFICO de la RAO (Red Argentina de Ovnilogía). Es reconocido por nosotros como el autentico pionero del tema en Argentina (más que ningún otro).
En cuanto a otros nombres sugeridos por los participantes críticos (donde se menciona que poseen más títulos), es importante destacar que personas con títulos y estudios en Ufología hay muchísimos. Ya hicimos una encuesta en Rao por ello, cuando algún escéptico decía que los ufólogos no tenían capacidad para investigar por no tener estudios.
Pero nosotros también los tenemos. No se hagan los tontos y no menosprecien nuestra capacidad, que si hicimos cosas y llegamos a ciertos lados, no fue por ser unos peleles “creyentes” o por no tener títulos.
Que hayamos insistido más que otros o hayamos tenido la suerte de participar, no es indicio que otros no podrían estar.
En todo caso, estamos orgullosos de representar a muchos de los que no están, porque en definitiva, el objetivo es avanzar en el camino ufológico.
¿Porque habría de valer más la opinión de quien dice ser participante critico de quien no lo es?.
¿Acaso no es discriminatorio señalar que es más apto para participar alguien que posee un título sin informarse sobre los títulos o especializaciones de quienes estamos?….
Esa actitud tampoco se condice con personas bien intencionadas, y nos hace pensar esa necesidad que hablamos hace años atrás con muchos colegas, de un mínimo Código de Ética, para poner a la luz a las personas que no lo tienen.
En mi caso estoy convencido de ello, por eso en la Rao se priorizaba el conocimiento intelectual más la calidad humana, porque lo primero sin esto último es algo sin sentido-.
Válgame Dios tener el mejor titulo a costa de ser asqueante en el aspecto humano…
RÉMORAS DE LOS 70
Ya vivimos hace años estas rémoras de la vieja y fracasada Ufología decadente de los 70, donde se pretendía sentenciar al ufólogo que no tenía un titulo universitario de quien si lo tenía…o menospreciar al ufólogo del interior del país de quien era del “porteñaje pacato y paquete”.
Participé en algunas reuniones a fines de los 70 y principios de los 80 con algunos de estos “participantes críticos”.
En las mismas – que pude soportar no mas de 3 o 4 veces – el objetivo era apoltronarse en asientos y acariciar las barbillas, para comenzar la famosa actitud de crítica y menoscabo constante de nombres y personas (Lamentablemente actitud con la cual, en el exterior, se generaliza a los argentinos, como los creídos dueños de la verdad y la soberbia, aunque más bien es una aptitud que muestran mayoritariamente algunos habitantes de Buenos Aires).
El objetivo en esas reuniones era “derribar” al más popular divulgador del tema Ovni por entonces, o bien buscar la forma de poder encontrar un resquicio para defenestrarlo.
Allí tampoco se salvaba de las críticas la naciente corriente rosarina de ufólogos, que iba tomando cuerpo, promoviendo lo mejor de la ufología de entonces (en mi opinión, la Ufología Argentina continuó adelante y fue rescatada de la mediocridad, gracias a la inyección de los investigadores del interior, principalmente los de Rosario). (1)
Quedó claro que ese grupúsculo de “ufólogos porteños”, mostró lo peor con esas actitudes, y desde entonces no han cesado en creerse los dueños de las clasificaciones de personas, o bien de dictaminar quien puede hablar en nombre de la ufología crítica…o no crítica.
Luego, con el correr de los años, parecieron mostrar un discurso conciliador, al decir que toda la Ufología “debe unirse y mantener una buena convivencia”, y frases por el estilo.
Pero sabemos bien – y es perfectamente visible – que todo sigue igual.
No caímos en ese discurso oportunista y no nos equivocamos.
¿Esto es lo que se promueve como actitud critica?…
Si es esto, quiero estar bien lejos de ella, como lo he estado.
“CAMBIOS”
Las “voces del fracaso”, culminan sus diatribas solicitando “la necesidad de un cambio”.
Se fustiga a la Aérea por la elección de la gente que estamos participando, y sus procedimientos. Esto último es de una pasmosa infantilidad.
La Ufología no está amparada como estudio oficial alguno en nuestro país. De tal suerte que el reconocimiento a las personas que la integramos pasa por la calidad y cantidad de años en esta cuestión.
A eso hay que sumar la voluntad y el saber moverse cuando uno quiere acceder a cierta información.
Eso es lo que no hicieron
Por lo pronto, también entre los 5 civiles hay estudios universitarios o terciaros.
PRINCIPAL APORTE
Como miembros civiles de la Comisión, teníamos la importante tarea de aportar información de como encarar un método de evaluación de casos.
Nuestro aporte no pasa por mostrar nuestras caras, o conferir divagaciones personalistas a una Comisión Oficial.
Tal aspecto es fundamental, ya que si fuésemos “creyentes en ovnis” como estos desinformados y malintencionados afirman, habríamos sugerido cualquier estupidez.
Sin embargo, en el área de evaluación y archivo, me permití incluir (con el consenso de los colegas que sugerí), el Test de Certidumbre fomentado por un participante crítico como B.Olmos (es decir, una persona que está en la misma línea que esta gente pregona).
Pueden dudar de las personas que estamos, pero si los métodos sugeridos son excelentes, y provienen de personas con las cuales los “críticos” tienen como referentes, deberían cuanto menos, guardarse a silencio o destacarlo.
El Test de Certidumbre es una herramienta valiosa, que se aplica a cada denuncia.
En mi caso personal lo he aplicado a 1370 casos de aterrizaje en Argentina (material de más de 30 años de recopilación que publicaré oportunamente), así como pronto editaré un libro de casi 150 casos de pilotos en Argentina, donde todos los casos están evaluados con ese criterio, y los 200 casos marplatenses, que también editaré en otro libro (a propósito, sería un imposible pedir y ver a estos “críticos” aplicar el Test de Certidumbre de su admirado Ballester, a más de 1.700 casos como hice durante años, contando los catálogos de aterrizajes, pilotos y denuncias marplatenses, pero estoy seguro que no harán honor a su colega español, y que es más fácil reunirse a tomar un café para criticar.)
No vaya a creer el lector que las críticas vienen de un sólo lado. También dentro de la Ufología, hay quienes están molestos sólo por el hecho de que son nuestros nombres y no los de ellos, los que estamos dentro de la Comisión.
Ya estábamos acostumbrados en la anterior etapa Rao a este tipo de cosas, porque el que HACE siempre se expone.
Pero la cuestión no es hacer por hacer, sino hacer lo debido, aportar herramientas ufológicas reconocidas a nivel internacional, etc, etc.
Eso es lo que hicimos.
¿DESINFORMACIÓN, IGNORANCIA O MAL INTENCIÓN?
Aun recuerdo que en un curriculum del desaparecido Perissé, elaborado por alguno de estos personajes, omitía su participación como miembro activo de la Rao (Red Argentina de Ovnilogía).
Uno puede pensar que estas personas no se informan en muchas cuestiones y que poseen un profundo recelo a quien se destaque. Es muy probable que haya una conjunción de todas.
De allí que seguramente no habrán leído el artículo “¿Es el Ufólogo argentino un creyente en Ets”?, donde demostramos concretamente que en casi el 100 % de las conferencias de todos los congresos Rao, ningún Ufólogo hablaba de Ovnis como naves extraterrestres?….(ver web Rao)
En nuestro ingreso a la Comisión Oficial, la Fuerza tiene toda la potestad de incluir a quienes crean competentes…y no me meteré en el tema de porqué tuvimos el privilegio de estar.
Pero como dije en otra nota, donde un torpe hizo criticas de porqué quien esto escribe esta dentro de la Comisión, nadie nos señaló con el dedo arbitrariamente para estar donde estamos….NOS LO HEMOS GANADO.
Los que sí deberían haber usado su dedo son estos críticos, para marcar los teléfonos correspondientes, y tener la voluntad de hacerlo, como lo logramos nosotros.
Para eso no hace falta ninguna Ciencia, ni tampoco tener 20 títulos colgados en la pared. (2)
OTRA VEZ LA CUESTIÓN ECONÓMICA
La supuesta remuneración que afirman tenemos los civiles participantes no existe hasta el momento.
Como también dije en otra oportunidad, tampoco vería mal que los ufólogos pudieran profesionalizarse a nivel público o privado, si realmente quisieran vivir de esto.
Pero ninguno de los 5 civiles vivimos del tema Ovni, y nadie nos abona ninguna cifra ni remuneración.
Si un día llegara a darse el caso, la transparencia para decirlo sería completa.
Pero como ello no existe a la fecha, los desprevenidos y desinformados que hablan de esto como un “enigma”, deberían dejar de alimentar fantasías, o rumores de tinte conspiranoide (de esa que tanto han acusado a los ufólogos etistas).
Y lo digo en general = si alguno afirma que yo o alguno de mis colegas recibimos una remuneración o aporte alguno, tengan el valor de señalarlo CON NOMBRE Y APELLIDO y no tras bambalinas, para así poder nosotros accionar como el caso corresponda.
CONCLUSIÓN
Claramente se advierte de todo esto, una profunda molestia y envidia por no estar, una necesidad de incluir los nombres de escépticos y críticos (clasificados así por ellos), en contraposición a lo que llaman “Ufólogos creyentes”
Y por si fuese poco, promueven una “junta de consultores externos” de esos que conocemos bien, que se dicen escépticos por el solo hecho de dictaminar desde el exterior, que un caso Ovni que se vio en Santa Rosa puede ser una “bandada de patos o el planeta Venus”….con la única condición para ello de residir en el extranjero y enviar “sentencias de casos”.
No se puede pedir transparencia, actitud democrática, y criterio, cuando hay cierto tono despectivo hacia los no titulados, o cuando se pretende encasillarnos en una categoría falsa e inexistente.
Hemos recibido menciones de personas, así como miembros de la entidad civil que representamos y aún colegas con los cuales no teníamos contacto (lo he destacado ya en otra nota, porque han mostrado una calidad humana notable, sorprendiéndonos, ya que muchos “ufólogos cercanos” no lo hicieron).
En varios casos, manifestaron su repulsa por las expresiones de los “críticos” ante sus últimas insinuaciones.
Pero les señalamos = Cuando no se tiene la voluntad de levantar un teléfono, cuando se pretende invalidar a alguien sin conocerlo, cuando se busca “serruchar el piso” o difundir situaciones que no existen, y cuando se intenta menoscabar las aptitudes y valores de una persona, no se podía esperar otra cosa de esas personas.
En el caso personal, jamás han reconocido ninguna de las cosas que hemos fomentado, ni generar una Red nacional, ni los 10 congresos organizados, ni las 100 mil fotocopias de cada boletín trimestral Rao durante ese tiempo, ni la creación de 2 jornadas científicas, ni menciones a nuestra labor estadística única (no existe un catálogo de aterrizajes tan completo y evaluado por un índice como el de Certidumbre como el que elaboramos), ni tampoco este ingreso a fuerza de años de tarea y presencia.
Nos criticaban cuando estábamos al lado de populares divulgadores, y también lo hicieron cuando decidimos alejarnos de ellos.
Como contrapartida, alguna persona que nada trascendente hizo en el tema ufológico, puede ser considerada por estos participantes críticos, como “los mejores analistas”(en efecto, alguno de ellos sólo ha realizado un listado de casos en decenas de años, como único aporte a la Ufología Nacional).
De mi parte hace rato he dejado de interesarme en ellos (ya lo aclare, no tienen entidad), y sólo efectúo aclaraciones para los que nada saben de algunas cuestiones del ambiente ufológico, y puedan creer o aceptar falsas ideas como las que se están difundiendo.
Creo firmemente que una persona que muestra conductas que dejan mucho que desear en lo personal, tampoco será destacable como investigador, ya que prima su prejuicio, celo, falta de objetividad y falta de ética.
En el fondo, son auténticos “CREYENTES” (condición, autoridad o prestigio que nadie les ha otorgado).
Quienes integramos la Comisión Oficial como Ufólogos Civiles, estamos FELICES de tener la responsabilidad de participar en esto, y agradecidos a los que nos han felicitado y alientan (algunos ufólogos y ajenos).
Lo otro no nos inquieta, porque ya vivimos algunas de estas situaciones y conductas en la primera etapa de Rao. (3)
Pero la gente que nos apoya, para nosotros es el mayor y mejor incentivo.
Hacia ellos, y quienes recién se adentran en Ufología, los exhortamos a continuar y colaborar en el proyecto, que con sus defectos, es un avance histórico en nuestro país.
Y para quienes duden, están las puertas abiertas de cada uno de nosotros, para evacuar consultas, evitando así la intermediación de los promotores o participantes del fracaso.
CARLOS FERGUSON
(1) En alguna de las reuniones de los participantes críticos de fines de los 70, se llegó incluso a querer “armar un caso falso” para hacer “pisar el palito” al más conocido divulgador, o a algún ufólogo que se dignase a asomar la cabeza más de lo que ellos querían.
(2) La desinformación de estas personas queda de manifiesto al sentenciar en su escrito que la Comisión Oficial ya había cumplido 1 año de tarea, cuando en realidad, el lanzamiento oficial fue hace 7 meses.- Asimismo mencionaron que la difusión del lanzamiento había sido realizado sólo con un grupo editorial determinado, cuando en realidad todos los canales abiertos y Diarios importantes destacaron la noticia y realizaron entrevistas a las personas responsables.
(3) Uno de los promotores de estas criticas, es un personaje falsario que envió notificación en algún momento para «retomar la amistad». Inquieta saber que este sujeto, que solo propone esas cosas aunque su idea es otra y efectúa una crítica a espaldas, pueda ser «psicólogo social». Con una nula trayectoria como encuestador, solo le resta mirar la paja del ojo ajeno, sin advertir el fracaso propio, con un agravante: la irrupción de la enfermedad de la envidia.