CENTRO DE “IDENTIFICACIÓN” AEROESPACIAL DESCONOCE PRESENCIAS AEROESPACIALES NO IDENTIFICADAS EN ARGENTINA (Por Carlos Ferguson)

Foto gentileza del investigador Guillermo D.Giménez (Necochea)

«Si se supone de antemano que la existencia de los OVNIs significa un hecho imposible, es evidente que cualquiera fuese la consistencia y confiabilidad de los informes sobre avistamientos y por perfecto que hubiera sido su registro y verificación, nunca podrían ser aceptadas como pruebas científicamente válidas. Quienes sustentan este particular criterio arguyen que mucho más razonable resulta considerar aun contra toda verosimilitud, que personas de habitual honestas y competentes han incurrido, sin motivo aparente alguno, en groseros fraudes o en errores garrafales sólo computables a una aguda ineptitud, que reconocer la autenticidad de sus relatos, pues las conclusiones que de modo necesario derivan de esa admisión les parecen absolutamente inadmisibles». (Prof.OSCAR URIONDO, pionero de la Ufología Argentina)

PRÓLOGO

El mentado CIAE (Centro de “Identificación” Aeroespacial), a través de su vocero principal (Rubén Lianza), no sólo desconoce las formas Ovni denunciadas por testigos (con un prejuicio notable), no sólo confunde el término OVNI con “extraterrestres”, no sólo NO analiza casos aeroespaciales actuales, sino que además no ha incorporado un archivo histórico mínimo de antecedentes de incursiones Ovni en territorio Argentino.

En una reciente nota a Infobae, Lianza, volvió con sus confusiones dialécticas sobre la tarea de su Centro personalista de “identificación”.

En cuanta nota de prensa le hacen, se encarga en señalar en una pantalla las confusiones más comunes (cosa que los Ufólogos y cualquier investigador criterioso siempre ha desarrollado, antes sin tecnología y hoy con ella).

NOTA DE PRENSA PARA JUSTIFICAR CONTINUIDAD

El rimbombante anuncio de software de análisis y “seguimiento satelital”, se contrapone totalmente con la realidad de no ir a lo más básico: usar un teléfono para comunicarse con testigos que denuncian un fenómeno aeroespacial en territorio argentino.

Haciendo ahora gala de “seguimiento satelital”, el CIAE no se anima a encarar una investigación de denuncia aeroespacial, con una política típica del avestruz.

Pero la parte más risueña es cuando Lianza se refiere a hacer “identificación en rango óptico de todo lo que se mueve en el horizonte hacia arriba.” (¿Se referirá sólo a lo que ocurre arriba de la oficina de CIAE en CABA?…)

La desvergüenza es total al mencionar la justificación de un organismo como CIAE (Centro de «Identificación» Aeroespacial), citando que “para poder generar conocimiento sobre identificación aeroespacial, desarrolla métodos que permite separar con “eficiencia y rapidez”, todo lo ordinario de lo que las personas consideran extraordinario”.

Ya vimos que eficiencia y rapidez justamente son las dos cualidades que no existen con algunos casos, y sí con aquellos donde las detecciones son a todas luces  muy evidentes.

Si hablamos de hechos ordinarios antes que extraordinarios, el sentido común indica que ante una denuncia con observadores de un grado de calidad más que aceptable, lo más simple es intentar comunicarse con ellos, ademas de aplicar programas varios.

En el caso del 30 de junio no se hizo ninguna de las dos cosas, por lo cual tenemos más que justificado derecho para señalar que la mentada «investigación eficiente, rápida y aclaratoria» no existe.

Y lo más interesante es que recientemente, en lo internacional: los que han comunicado haber tenido varios encuentros con lo extraordinario son pilotos militares experimentados, de una potencia mundial (Marina Estadounidense, desde la base en la costa Este, NAS OCEANA).

Entre el “todo se explica” de Lianza, creemos más atendibles las palabras del capitán Max Clark (del USS Nimitz), al afirmar:

«Desde mi perspectiva tenemos la obligación de asegurarnos de que el espacio aéreo esté despejado, ya sea UAP (Fenómeno Aéreo No Identificado) o UAV (Vehículo Aéreo No Tripulado), esto es parte del espacio aéreo.”

Mientras en la potencia más grande del mundo están admitiendo la presencia de Fenómenos Aéreos No Identificados (lo que también motivó el interés del Ministerio de Defensa de Japón), aquí ya tenemos “todo resuelto”, de maneras magistrales.

Está claro que el fin de la nota es “justificar” la posible continuidad de la oficina, que hasta ahora es sólo un cúmulo de interpretaciones personales, laboratorio fotográfico y convocatoria de amigos a los cuales no se les pidió ninguna de las cosas que nos pidieron a los que estábamos.

La “eficiencia y rapidez” justamente se darán sólo en algunos elegidos casos, pero cuando se presenta un evento importante, como es pilotos y personal de tierra de un aeropuerto Internacional (Neuquén, 30 de junio 2020), no parece ser un suceso de relevancia alguna para CIAE y sus acólitos.

¿Será la necesidad de asegurarse las “explicaciones” denunciando tordos o benteveos volando?…¿Esa es la única manera de “esclarecer” la información?.

“PLANIFICACIÓN SELECTIVA” (¿?)

Se señala en la nota que hay una “Planificación Selectiva”, definida en estos pasos (los agregados son míos):

1 – Se “planifica” la investigación (en el caso Neuquén nunca pasó de este punto)

2 – Se “recolecta” toda la información (sólo cuando se elige un caso)

3 – se “analiza” (¿se analiza?)

4 – se “presentan los resultados” (un simple informe de casos anual seleccionados adecuadamente)

5 – se “toman las decisiones” (hay casos que esperan decisiones hace meses)

No es de extrañar que ante tal cuadro de situación, el panorama de tal centro y lo que difunde, posea graves falencias de conceptos y de interpretación.

La prensa y propaganda que pueda hacer es sólo una pantalla que se desmorona con la única verdad: la realidad.

Su ineficiencia se nota de sólo comparar los estudios oficiales de países vecinos, que sin avalar nada relacionado a lo extraterrestre ni mucho menos, admiten algunos casos que quedaron luego de todo análisis, como NO IDENTIFICADOS. Esa situación ocurre en todas las comisiones oficiales existentes del planeta y aún del pasado (hasta en el fiasco de Condon).

Ver nota «LOS REALES PORCENTAJES DE NO IDENTIFICADOS EN COMISIONES DEL MUNDO ENTERO» = http://www.carlosferguson.com.ar/archivos/1704

Al partir de la premisa que TODO DEBE IDENTIFICARSE, está claro que se buscará cualquier alternativa de “explicación” a unos pocos y selectos casos. Esto implica un estudio SIN OBJETIVIDAD ALGUNA.

Los eventos que no encuadren dentro del filtro estrechísimo, jamás serán abordados.

Cuando el defensor de CIAE A.Agostinelli, se pavoneaba en varias oportunidades hablando de la “pereza de los ufólogos”, omite confesar que el CIAE es – en los casos comprometidos – pereza más inacción.

Por eso es bueno recordar la frase del Filósofo y Teólogo español Jaime Balmes, que se ajusta perfectamente a esto:

“Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda. Me convencí de que dudar de todo es carecer de lo más preciso de la razón humana, que es el sentido común”. (Jaime Balmes)

Nunca tan bien definido.

Por cierto seguiremos cada mes del aniversario del evento del sur, recordando la evasión de afrontar un caso (Neuquén), y también esperamos por la matrícula del helicóptero que según el asesor externo del Centro de “Identificación” Aeroespacial, Milton Hourcade, descendió en Isla de Lobos de Uruguay en 1972, sin motivo ni objetivo más que asustar a un guardia del lugar, provocarle quemaduras, violar el espacio aéreo de un país vecino y terminar elevándose rápidamente en el aire para desaparecer (1972).

El «asesor externo» de CIAE (Milton Hourcade), que ahora cuenta con la investigación «inefable» en la propia CIAE, aún no han aclarado ni individual ni conjuntamente; el motivo y número de matrícula del supuesto «helicóptero argentino» que habría descendido en isla de Lobos (Uruguay), con 3 tripulantes que provocaron efectos físicos en un guardia del lugar, para luego retirarse rápidamente. (Ver nota: http://www.carlosferguson.com.ar/archivos/3081

LOS VOCEROS EXTRANJEROS DE CIAE ACLARAN Y OSCURECE…

Y hablando de Hourcade, aun cuando guarda silencio sobre el supuesto helicóptero argentino que se aventura en ir a otro país para asustar a un guardia, no pierde ocasión de tratar de justificar a CIAE y su titular, gozando de la comodidad de que no se le pidió ningún título de experiencia en imágenes como a nosotros, los civiles que estábamos en ella.

Este “asesor extranjero” (que figura de distintas formas, como “investigador” o bien “periodista científico”), hace poco tiempo llamó a algunos ufólogos argentinos como “lacras”, sin que al titular de CIAE se le mueva un pelo.

Estos “space cadets” (denominación preferida de Lianza), parece que realizan la tarea de “aclarar” algunos detalles interesantes, pero el agua se ensucia rápidamente.

Sabemos detalles de cómo funciona CIAE por sus asesores y voceros más que por su titular. Lo que sí está claro es que también comentó infidencias sobre la anterior comisión a personas amigas que hablan por él, como el ya mencionado en otras oportunidades A.Agostinelli.

Entre las ocurrencias de Hourcade podemos leer que:

1 – Se refiere a Lianza como “alguien que resuelve casos con testigos”…

(Esto no es así. En casos actuales, Lianza jamás ha resuelto un caso que no sea fotográfico con testigos.)

2 –  Refiere que “hay criterio científico en investigación y estudio del tema”….

(Otra comicidad suprema. No puede haber criterio obviando información y acomodando la que sólo nos conviene.)

3 – El CIAE de Lianza cuenta con personal que puede realizar la llamada “investigación de campo”, que implica una tarea “in situ” con él o los testigos involucrados”.

(Hasta ahora nunca CIAE ni Lianza han demostrado un trabajo “in situ” con testigos. Pero aquí se esconde otro dato que no se conocía y que ahora es obligación saber públicamente: quién o quiénes son los investigadores de campo a los cuales se refiere Hourcade. Y ya sabiéndolo, imaginamos que todos ellos deben poseer el famoso título que acredite su experiencia en imágenes. Porque antes de nuestra desafectación, los que estábamos como investigadores éramos personas que no llegamos en 2011 allí en calidad de expertos en imágenes. Y si luego se nos exigió como filtro, es importante saber que quienes están hoy asesorando o haciendo «investigación de campo», también posean ese título, ya que de lo contrario estaremos ante una clara discriminación. Todo lo que se maneje subrepticiamente no es algo digno de una comisión abierta. Debemos saber a qué investigadores de campo se están refiriendo.)

4 – Una mención aparte se merece el comentario que luego de revisar mapas “puede volverse a establecer una comunicación con los observadores”.

(Cuando uno repasa el suceso de Neuquén – por citar un ejemplo – advierte claramente que no sólo no han tomado contacto en una segunda oportunidad, sino que tampoco lo han hecho en la primera.)

5 – El cierre de Hourcade va acompañado de una nueva hilaridad: “con la variada colección de programas en computación, es difícil que algo pueda quedar fuera sin resolver”.

(Los programas son un elemento adicional que hoy contamos y antes no teníamos para investigar en Ufología. Pero los programas no son descubrimiento de Lianza, ni necesitábamos a Hourcade para saberlo. Y tampoco resuelven todos los casos, sino que son elementos adicionales.

Ya el mismo caso Neuquén (30 de junio de 2020), muestra que con todos los programas, hasta hoy no se han comunicado con los testigos, ante la presencia de un cuerpo aeroespacial. Es la muestra más clara de la NO investigación.

En Argentina existen infinidad de denuncias OVNI como fenómenos Aeroespaciales pero la CIAE no se encarga de ellas, porque abarca sólo el área de imágenes (y sólo de quienes les envíen un mail). El panorama que se pretende analizar es infinitamente pequeño y dogmático (Gráfica estadística C.Ferguson)

¿QUÉ “INVESTIGA” Y QUÉ NO EL CIAE?

1 – Algunos pocos casos fotográficos o videos (sólo de quien envíe un mail allí). La “investigación» de un hecho no parte desde la oficina, sino que es la gente la que debe escribirles.

¿Cómo saber qué casos se desechan y por qué?

¿Cómo evitar la suspicacia que un informe anual sólo contenga casos determinados?

Todas son preguntas que nadie responde.

Ahora bien: ¿cuáles son los casos aeroespaciales que NO estudiará ni investigará la oficina personalista CIAE?

Eso sí podemos contestarlo claramente:

1 – Todo caso aeroespacial con pilotos y personal de tierra (como ocurrió el 30 de junio en la Patagonia Argentina)

2 – Todo caso de cuerpo aeroespacial que descienda en un campo del territorio, ante la vista de uno o más testigos.

3 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), provoque efectos electromagnéticos varios.

4 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), provoque efectos en testigos (de variada índole).

5 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), provoque efectos en animales.

6 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), provoque efectos en el suelo (marcas de quemaduras u otras).

7 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), sea detectado sobre aguas jurisdiccionales de Argentina (Mar, Río o Lago).

8 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), sea detectado sobre aguas jurisdiccionales de Argentina provocando efectos electromagnéticos. (Mar, Río o Lago).

9 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), sea detectado sobre aguas jurisdiccionales de Argentina provocando efectos a testigos. (Mar, Río o Lago).

10 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que sin descender (o haciéndolo), sea detectado sobre aguas jurisdiccionales de Argentina provocando efectos a animales. (Mar, Río o Lago).

11 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial donde el testigo (captado o no fotográfica y fílmicamente) no envíe un mail a la oficina.

12 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que descendiendo, sea observado por uno o más testigos, con la presencia de siluetas en su alrededor, saliendo o entrando en el mismo.

13 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que descendiendo, sea observado por uno o más testigos, con la presencia de siluetas en su alrededor, y que provoque efectos físicos en los observadores.

14 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que descendiendo, sea observado por uno o más testigos, con la presencia de siluetas en su alrededor, y que provoque efectos físicos en animales cercanos a los testigos.

15 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial que descendiendo, sea observado por uno o más testigos, con la presencia de siluetas en su alrededor, y que provoque efectos psicológicos en los mismos y/o lapsos de tiempo perdido.

16 – Todo caso de un cuerpo aeroespacial fotografiado o en video que no llegue a Ciae porque su método es esperar mail en oficina.

Y la lista podría seguir, pero al menos he enumerado los más destacables.

Como se advierte claramente, el CIAE sólo se aboca a un porcentaje ínfimo de casos, lo que no justifica en absoluto una resultante positiva a la hora de dilucidar los fenómenos aeroespaciales y su continuidad.

Llama la atención que se intente destacar la tarea de esa oficina como algo novedoso, efectivo y original, cuando en realidad sólo está cumplimentando un 5 % del total de lo realizado por pioneros de la Ufología Nacional.

Es lógico que voceros y asesores sin título de tal centro intenten defenderla y justificar otro año de presupuesto en algo improductivo. Pero ninguno de ellos pueden mostrar algún estudio sobre los puntos recién citados.

Lo más grave de todo esto: cuando ingresamos los ufólogos en 2011, más allá de cualquier aspecto temático, nuestro desvelo era poder cumplir la máxima aspiración: que los testigos puedan encontrar la contención ante situaciones realmente impactantes y a veces traumáticas presentes en los casos del fenómeno.

Sólo para alguien que está al tanto de los mismos, esto puede ser trascendental.

Por eso, cuando en 2012 y 2013 surgió en la anterior Comisión la posibilidad de sumar distintos investigadores Ufólogos por área (algo que ya habían destacado comisiones oficiales del extranjero), los que estábamos, propusimos nombres para ir acrecentando la presencia Ufológica en la Comisión, siempre con el fin de hacer lo correcto metodológicamente hablando.

Cada testigo que necesitaba una respuesta, al menos podría tenerla, independientemente de lo percibido, y desde un área profesional.

Y por cierto, esto nada tenía que ver con meter a los “enanitos verdes” en lo oficial, ni extraterrestres, como algún cínico sostiene por allí. 

Sabemos que el titular de CIAE desconoce esto, porque jamás ha abrevado en las aguas de la Ufología (aunque lo declare sin aval y sólo él lo crea).

Pero algunos de sus acólitos (voceros y asesores directos o indirectos), sí lo saben y son los responsables del silencio oportunista, mediocre, y repugnante.

Ellos también son partícipes del descrédito y fracaso de este Centro personalista que no conduce más que a resolver un puñado de casos ornitológicos (que la Universidad de Zoología seguramente ya tiene esclarecidos).

Cuando todo esto se desmorone, ellos también serán cómplices de la parodia a la cual estamos asistiendo.

Los casos de HUELLAS (Arriba: Necochea 2013), los de EFECTOS FÍSICOS a testigos (Caso de Angel Morassi, 21 de junio de 1980 en Arequito), o la presencia de OVNI con SILUETAS (abajo: La Dulce, Nicanor Olivera, del 31 de agosto de 1978), son sólo algunos ejemplos de los eventos que CIAE NO estudia, pero permanentemente pretende invalidar.
 

CONCLUSIÓN

A – Las grandes potencias y aún países limítrofes con Comisiones Oficiales de prestigio y antigüedad, nos hablan de un porcentaje de casos definidos como NO IDENTIFICADOS. Aquí, el CIAE y su titular (a trasmano de la historia y de los estudios globales), continúa con su mensaje obsoleto, perimido y cerrado, para explicarlo todo a como dé lugar. Tal estudio es fragmentado y sólo busca cerrar el 100 % de los casos, representando claramente un extremo dogmático, tan nefasto como el fanatismo recalcitrante a favor.

B – Celebramos que más allá de notas periodísticas desde CIAE, la población interesada en la Ufología (mayoritariamente), está dándose cuenta de cómo se maneja esto, gracias a la contra difusión que estamos realizando un puñado de ufólogos, para aclarar la verdad. Seguir esta cruzada es obligación de todo Ufólogo de bien, que conozca y sepa la verdad de lo ocurrido en los últimos años  en la investigación.

C –  A CIAE y sus acólitos (léase voceros, asesores, “space cadets”), sólo les queda intentar la continuidad del mismo, con la excusa de “dar una respuesta a la población” y seguir sosteniendo la falacia de que estamos ante algo “revolucionario”, “novedoso”, “único”. La verdad es que los programas referidos desde CIAE ya eran conocidos por comisiones de países limítrofes en Latinoamérica y eran aplicados oportunamente. Pero además, con posturas dogmáticas no hay sentencias ni casos cerrados.

D – El fenómeno OVNI y el aspecto Ufológico son un conjunto de extrema complejidad para ser abordado con dialéctica de los años 50. La realidad es que el tema supera y le queda muy grande a toda persona con mente estrecha, que no ha estudiado las variables que están en juego, que desconoce su historia, sus antecedentes y las características o constantes, que no tiene idea de las corrientes de participantes, confundiendo a todo Ufólogo con «CREYENTE».

La Ciencia misma nos ha mostrado infinidad de ejemplos con posturas nefastas que con el tiempo tuvieron que rendirse ante la realidad. Hace 20 años ocurría así con el tema de los Agujeros Negros, y siempre hay muchas analogías similares.

Ante esta situación, era lógico que – al no poder dar respuesta a ninguno de los desafíos que nos muestra el fenómeno (al menos en alguna de las 61 variables) – la retirada es la mejor jugada que podía realizar CIAE. Por eso se sacó a la pata Ufológica de la mesa, para dejar sólo lo que conforme la conciencia y el orden establecido. Mientras ello ocurre, en otros países afortunadamente, el desafío es afrontado con valor.

Desde superpotencias con todo su arsenal técnico, militar y científico, a países más cercanos, TODOS COINCIDEN en un punto: hay un porcentaje de casos NO IDENTIFICADOS.

EPÍLOGO

Seguiremos difundiendo y saliendo al cruce de cuanto mensaje falsario se promueva en la prensa y las redes sobre este tema.

Es clave que la población no sea confundida por mensajes tendenciosos, dogmáticos, y de profunda ignorancia Ufológica.

Callamos durante casi 3 años, y nadie puede encontrar una sola nota de crítica en ese tiempo, pero cuando Rubén Lianza hizo infinidad de notas menospreciando a los Ufólogos de diversas formas, fue el momento de salir al cruce.

Por falta de respeto no sólo a algunos Ufólogos en la actualidad, sino a muchos que ya no están, y que no merecen tal despropósito.

Pero también, lo hacemos por los verdaderos depositarios del estudio de todo Ufólogo de bien: los testigos, que nos piden respuestas.

Si ya grandes de la Ufología (Keyhoe, Hynek, Edwards, Michel, Mac Donald y aún Vallée) debieron salir al cruce de grandes farsas escépticas; desde nuestro espacio y en este tiempo, también nos hemos ganado el derecho de defender y aclarar las cosas.

Con el silencio sólo damos pie a que otros hablen por nosotros. Pero no es nuestro caso.   

Carlos Ferguson